martes, 5 de agosto de 2014

LECTURAS DEL MARTES 5 DE AGOSTO DEL AÑO 2014.

Primera Lectura. Jeremías 30,1-2.12-15.18-22.

1Palabras que dirigió el Señor a Jeremías:
2-Así dice el Señor: Escribe en un libro todas las palabras que te he dicho.
12Así dice el Señor: su fractura es incurable,
tu herida está enconada,
13no hay remedio para tu dolencia
ni cura que cierre tu herida.
14Tus amantes te olvidaron y ya no te buscan,
porque te derrotó el enemigo
con cruel escarmiento;
por la masa de sus crímenes,
por tus muchos pecados.
15¿A qué gritas por tu herida?
Tu llaga es incurable;
por la masa de tus crímenes,
por tus muchos pecados te he tratado así.
18Pues así dice el Señor:
Yo cambiaré la suerte
de las tiendas de Jacob,
compadecido de sus moradas;
sobre sus ruinas será reconstruida la ciudad,
su palacio se asentará en su puesto;
19resonarán allí himnos y rumores de fiesta;
los haré crecer y no menguar, los honraré
y no serán despreciados.
20Serán sus hijos como antaño,
asamblea estable delante de mí;
21castigaré a sus opresores,
de ella saldrá su príncipe,
de ella nacerá su jefe, y yo lo acercaré hasta mí;
¿quién, si no, osaría acercarse a mí?
22Vosotros seréis mi pueblo, yo seré vuestro Dios,
oráculo del Señor.

Explicación.

30,1 * Años 627-622.

30,2 Introducción a toda la serie. Los oráculos hablan del futuro: por eso se han de escribir y conservar (Is 8,16). Además, porque siendo promesas de venturas, el cumplimento las habrá de acreditar (28,9). Los destinatarios son Israel y Judá.

30,12-15 Cambio de imagen: herida y fractura: vénase 4,6.20; 6,1.14; 8,11.21; 10,19; 14,17. Ni la paciente puede hacer nada para sanar ni sus amigos de antes le prestarán sus servicios: está enferma y abandonada (Sal 41,5-10)

30,13 El hebreo añade "quien juzgue tu causa", que no concuerda con el contexto próximo.

30,14 Los amantes son aquí los aliados, como en 22,20 o Lam 1,2.19.

30,18 Al actualizar el oráculo, alguien añadió la nueva identificación "es Sión". La capital representa al pueblo entero.

30,19-20 La población, diezmada en la guerra y la deportación, vuelve a crecer. Y se llama "asamblea", título del pueblo escogido en Nm, raro en la literatura profética.

30,21 El jefe ya no será un extranjero, sino un nativo; y su nombramiento estará ratificado por el Señor (Dt 17,15). Pero evita el título de "rey". Quizá polemice con las usurpaciones y cambios de dinastía en el reino septentrional.

30,22 Fórmula clásica de alianza: 7,23; 11,4; 13,11; 24,7; 31,1.13; 32,38

Salmo. 102,16-23.29

16Los paganos respetarán tu nombre, Señor,
todos los reyes del mundo, tu gloria.


17Cuando el Señor reconstruya Sión
y aparezca en su gloria,
18y se vuelva a las súplicas de los indefensos
y no desprecie su súplica,

19quede esto escrito para la generación futura,
y el pueblo recreado alabará al Señor:
20Que el Señor se ha asomado

desde su excelso santuario
desde el cielo se ha fijado en la tierra,
21para escuchar los lamentos de los cautivos
y librar a los condenados a muerte.

22Así se anunciará en Sión la fama del Señor
y su alabanza en Jerusalén,


23cuando se reúnan unánimes los pueblos
y los reinos para servir* al Señor. 
29Los hijos de tus siervos y su linaje
habitarán establemente en tu presencia.
  
Explicación.
102,14-16 La súplica cambia de enfoque y mira a la ciudad con afecto intenso. Del Señor apela a las cualidades tradicionales, "compasión y piedad": Ex 34,6; Jon 4,2; Sal 86,15 etc. Del pueblo comenta el amor tierno y compasivo por la capital: compárese con Ez 24,21. De los enemigos predice un genérico "respetar, venerar". La relación entre dolor personal y pena por la ciudad, con otras coincidencias temáticas, se puede apreciar leyendo entera la tercera Lamentación; en concreto los versos 4.8.22.43.48.50.61.
102,14 Con la tranquila duración de Dios se enfrenta la impaciencia humana, que le recuerda a Dios sus plazos: Hab 2,3.
102,15 El orante con sus compañeros intentan contagiarle a Dios su compasión; ¿o están, sin saberlo, contagiándose ellos de la compasión divina?
102,16 No se trata todavía de conversión formal, sino de reconocimiento del Dios extranjero: véase Is 59,19.
102,17-23 Es muy difícil acertar con el correcto reparto sintáctico de estos versos, por la ambigüedad de la partícula ki,y por la indecisión de los tiempos verbales. A través de nuestra perplejidad se abre paso una percepción clara: que Sión será reconstruida, que el hecho se ha de registrar por escrito, que redundará en un culto universal del Señor.
102,17. La reconstrucción es tema central en Ez 36,33-36; Is 54,11 s; Am 9,11; Sal 51,20.
102,19 "Escribirlo" arguye una lúcida y firme conciencia histórica sobre el destino del pueblo: Is 30,8; Jr 30,2; Job 19,24.
102,20 "Se asoma": vigilante en Sal 14,2, benévolo en Dt 26,15.
102,21 No basta reconstruir la ciudad si faltan hombres para repoblarla: Is 49,22. Los "condenados a muerte" están encerrados en una mazmorra esperando la ejecución: cfr. Ez 37,11 s. 
102,23 El culto es más que el reconocimiento genérico (16): quizá se inspire en Is 2,2-5; Sof 3,9s. Con esta visión gloriosa, sobrepuesta a un panorama de ruinas, podría terminar el salmo. Pero, tras una pausa, la visión se desvanece, y el orante se repliega sobre sí. * O: dar culto. 
102,29 Termina con una confesión de esperanza: no en la inmortalidad personal, sino la del pueblo.
Trasposición cristiana.
Heb 1,10-12 cita los versos 26-28 para exaltar la dignidad del Hijo de Dios. También podemos ensayar la lectura eclesiológica: el salmo nos enseña a inscribir nuestras penas personales en un contexto ancho. Creyendo en la resurrección, esperamos que nuestros cuerpos serán reconstruidos. 


Evangelio. Mateo 14,22-36.


22 Enseguida obligó a los discípulos a que se embarcaran y se le adelantaran a la otra orilla, mientras él despedía a las multitudes.
23a Después de despedirlas subió al monte para orar a solas.
   23b Caída la tarde, seguía allí solo. 
24 Mientras tanto la barca iba ya muy lejos de tierra, maltratada por las olas, porque llevaba viento contrario.
25 De madrugada se les acercó Jesús andando sobre el mar.
26 Los discípulos, viéndolo andar sobre el mar se asustaron diciendo que era un fantasma, y daban gritos de miedo.
                  27 Jesús les habló enseguida:
                  - ¡Ánimo, soy yo, no tengáis miedo!
                  28 Pedro le contestó:
                  - Señor, si eres tú, mándame llegar hasta ti andando sobre el agua.
                  29 Él le dijo:
                  - Ven.
                  Pedro bajó de la barca y echó a andar sobre el agua para llegar hasta Jesús;
30 pero al sentir la fuerza del viento le entró miedo, empezó a hundirse y gritó:
                 - ¡Sálvame, Señor!
                 31 Jesús extendió en seguida la mano, lo agarró y le dijo:
                 - ¡Qué poca fe! ¿Por qué has dudado?
                 32 En cuanto subieron a la barca cesó el viento.
                 33 Los de la barca se postraron ante él diciendo:
                 - Realmente eres Hijo de Dios.
34 Terminada la travesía tomaron tierra en Genesaret.
35 Los hombres del lugar, al reconocerlo, avisaron por toda la comarca, y le llevaron los enfermos,
36 rogándole que les dejara tocar siquiera el borde de su manto, y todos los que lo tocaron se curaron.

EXPLICACIÓN.

Aleja a los discípulos del contacto con la multitud, para evitar el falso mesianismo triunfal (22). Primera mención de la oración de Jesús (cf. 26,36ss) (23a). 

23B - 33.     La barca, figura de la comunidad; a la otra orilla: a país pagano; el viento contrario: la resistencia de los discípulos a alejarse del lugar donde está la esperanza de un triunfo. Andar sobre el agua, privilegio divino (Job 9,8; 38,16) (25). Reacción: incredulidad (fantasma), no reconocen al Hombre-Dios (1,23). Soy yo (27), fórmula de identificación divina (Éx 3,14; Is 43,1.3.10s). Desafío de Pedro (28). Señor, mándame, quiere andar sobre el agua, participar de la condición divina de Jesús, pero como milagro, no por su entrega personal. Esperaba lograrlo sin obstáculos; ha olvidado que el hombre se hace hijo de Dios en medio de la oposición y persecución (5,10s).

34 - 36.       La barca no llega a tierra pagana: los discípulos no están preparados para la misión. El mínimo contacto con Jesús da la salud al hombre. 

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