Primera Lectura. Apocalipsis 15,1-4.
1 Vi en el cielo otra señal, magnífica y sorprendente: siete ángeles que llevaban siete plagas, las últimas, pues con ellas se agotó el furor de Dios.
2 Vi también una especie de mar de vidrio veteado de fuego; en la orilla del mar de vidrio estaban de pie los que habían triunfado de la fiera, de su estatua y de la cifra de su nombre;
3 con cítaras que Dios les había dado cantaban el cántico de Moisés el siervo de Dios y el cántico del Cordero diciendo:
- Grandes y admirables son tus obras,
Señor Dios, soberano de todo;
justo y verdadero tu proceder,
rey de las naciones.
4 ¿Quién no te respetará?,
¿quién no dará gloria a tu nombre,
si sólo tú eres snato?
Todas las naciones vendrán
a postrarse ante ti,
porque tus justas sentencias
se han promulgado.
Explicación.
El septenario de los cuencos lleva a término la salvación/liberación: nuevo éxodo (2-4); se prepara el ataque de Dios a la fiera (5-8).
Visión de una señal magnífica (lit. "grande", cf. 12,1.3), es decir, portadora de un mensaje importante y sorprendente: "siete ángeles" que llevan siete plagas (1). Este término recuerda inmediatamente la liberación de Egipto; se trata, pues, de una acción divina que derrumba el poder ejercido por un opresor sobre los que son fieles a Dios. Son las últimas; la liberación entra en su fase final; el mal va a destruirse a sí mismo (se agotó el furor de Dios; cf. nota a 11,15-19).
Segunda visión, en paralelo con la primera: un mar de cristal (cf.4,6), pero esta vez veteado de fuego, símbolo de la prueba. Es una visión anticipada de la liberación que va a efectuarse y muestra la finalidad de las plagas anunciadas. Los liberados son los que han triunfado de la fiera, etc., no por la violencia, sino por la fidelidad y la constancia, sin ceder a la persecución ni a la presión ejercida contra ellos; en la orilla del mar que ya han atravesado (2).
Lo mismo que Moisés, después de atravesar el Mar Rojo, había entonado el cántico de acción de gracias por la liberación de Egipto (Éx 15), los que no han cedido a la fiera entonan el cántico de su éxodo, agradeciendo su liberación; soberano de todo, el Creador; rey de las naciones, no ya de Israel: universalidad (3). Admiración (¿Quién no te respetará, etc.?). Las calamidades no pretenden aniquilar a las naciones, sino curarlas de su mal, haciéndoles reconocer al verdadero Dios (4).
Salmo. 98,1-3.7-9.
(Sal 96; Is 40-55)
Evangelio. Lucas 21,12-19.
12 Pero antes de todo eso os perseguirán y os echarán mano, para entregaros a las sinagogas y cárceles y conduciros ante reyes y gobernadores por causa mía.
13 Tendréis en eso una prueba.
14 Ahora, haced el propósito de no preocuparos por vuestra defensa,
15 porque yo os daré palabras tan acertadas que ninguno de vuestros adversarios podrá haceros frente o contradeciros.
16 Hasta vuestros padres y hermanos, parientes y amigos, os entregarán y os harán morir a algunos.
17 Seréis odiados de todos por razón de mi persona,
18 pero no perderéis ni un pelo de la cabeza.
19 Con vuestra constancia conseguiréis la vida.
Explicación.
Esto los confirmará en la verdad de su postura (cf. 6,22) (12s).
No preparar ninguna defensa, lo que equivaldría a reconocer la legitimidad del tribunal, sino esperar las palabras eficaces que se les inspiren (14s, cf. 12,11s). Serán sus connacionales judíos los que más se ensañen con ellos, pues el mensaje universalista del Reino anula el privilegio de Israel (16s). Confianza (cf. 12,7) (18). Lo importante es no cejar ante esa oposición a muerte por parte de la sociedad. La constancia garantiza la vida, como producía el fruto (8,15) (19).
1 Vi en el cielo otra señal, magnífica y sorprendente: siete ángeles que llevaban siete plagas, las últimas, pues con ellas se agotó el furor de Dios.
2 Vi también una especie de mar de vidrio veteado de fuego; en la orilla del mar de vidrio estaban de pie los que habían triunfado de la fiera, de su estatua y de la cifra de su nombre;
3 con cítaras que Dios les había dado cantaban el cántico de Moisés el siervo de Dios y el cántico del Cordero diciendo:
- Grandes y admirables son tus obras,
Señor Dios, soberano de todo;
justo y verdadero tu proceder,
rey de las naciones.
4 ¿Quién no te respetará?,
¿quién no dará gloria a tu nombre,
si sólo tú eres snato?
Todas las naciones vendrán
a postrarse ante ti,
porque tus justas sentencias
se han promulgado.
Explicación.
El septenario de los cuencos lleva a término la salvación/liberación: nuevo éxodo (2-4); se prepara el ataque de Dios a la fiera (5-8).
Visión de una señal magnífica (lit. "grande", cf. 12,1.3), es decir, portadora de un mensaje importante y sorprendente: "siete ángeles" que llevan siete plagas (1). Este término recuerda inmediatamente la liberación de Egipto; se trata, pues, de una acción divina que derrumba el poder ejercido por un opresor sobre los que son fieles a Dios. Son las últimas; la liberación entra en su fase final; el mal va a destruirse a sí mismo (se agotó el furor de Dios; cf. nota a 11,15-19).
Segunda visión, en paralelo con la primera: un mar de cristal (cf.4,6), pero esta vez veteado de fuego, símbolo de la prueba. Es una visión anticipada de la liberación que va a efectuarse y muestra la finalidad de las plagas anunciadas. Los liberados son los que han triunfado de la fiera, etc., no por la violencia, sino por la fidelidad y la constancia, sin ceder a la persecución ni a la presión ejercida contra ellos; en la orilla del mar que ya han atravesado (2).
Lo mismo que Moisés, después de atravesar el Mar Rojo, había entonado el cántico de acción de gracias por la liberación de Egipto (Éx 15), los que no han cedido a la fiera entonan el cántico de su éxodo, agradeciendo su liberación; soberano de todo, el Creador; rey de las naciones, no ya de Israel: universalidad (3). Admiración (¿Quién no te respetará, etc.?). Las calamidades no pretenden aniquilar a las naciones, sino curarlas de su mal, haciéndoles reconocer al verdadero Dios (4).
Salmo. 98,1-3.7-9.
(Sal 96; Is 40-55)
1Cantad al Señor un cántico nuevo
porque ha hecho maravillas;
porque ha hecho maravillas;
su diestra le ha dado la victoria,
su santo brazo.
2EI Señor da a conocer su victoria,
revela su justicia a la vista de los pueblos.
3Se acordó de su lealtad y fidelidad
3Se acordó de su lealtad y fidelidad
para la Casa de Israel.
Los confines de la tierra han contemplado
la victoria de nuestro Dios.
la victoria de nuestro Dios.
7Retumbe el mar y cuanto contiene,
el orbe y cuantos lo habitan;
8batan palmas los ríos
el orbe y cuantos lo habitan;
8batan palmas los ríos
aclamen juntas las montañas
9delante del Señor, que ya llega,
a regir la tierra.
9delante del Señor, que ya llega,
a regir la tierra.
Regirá el orbe con justicia,
a los pueblos con rectitud.
Explicación.
98,1 Ap 5,9; 14,3.
98,1-3 Notamos
una "victoria" singular y "maravillas" plurales. La explicación está en
el "recuerdo" del Señor, el cual ha sido coherente con su modo de
proceder, ha mantenido su "lealtad". La acción ha sido a favor de Israel
y "justa", la manifestación es universal: Israel es escenario de la
actuación de Dios.
98,7-8 También los ruidos de la naturaleza pueden incorporarse a la música: véanse Is 44,23; 49,13; 55,12.
98,9 "Viene":
verbo poco frecuente predicado en sentido positivo de Dios;
particularmente próximo es Is 40,5.10. El verbo tiene en primer lugar un
significado espacial; en hebreo adquiere también un sentido temporal:
el por-venir, el tiempo venidero, el año que viene. Este significado
añadido abre el salmo a una proyección escatológica.
Trasposición cristiana.
El tema del
"venir" se realiza en el "adviento", en el Mesías "que ha de venir";
doble adviento, histórico y escatológico; ambos celebrados en nuestro
adviento litúrgico. El segundo tema es el reinado, dominante en el NT:
universal y justo. Al "cántico nuevo" se refiere Ap 5,9s. 12 Pero antes de todo eso os perseguirán y os echarán mano, para entregaros a las sinagogas y cárceles y conduciros ante reyes y gobernadores por causa mía.
13 Tendréis en eso una prueba.
14 Ahora, haced el propósito de no preocuparos por vuestra defensa,
15 porque yo os daré palabras tan acertadas que ninguno de vuestros adversarios podrá haceros frente o contradeciros.
16 Hasta vuestros padres y hermanos, parientes y amigos, os entregarán y os harán morir a algunos.
17 Seréis odiados de todos por razón de mi persona,
18 pero no perderéis ni un pelo de la cabeza.
19 Con vuestra constancia conseguiréis la vida.
Explicación.
Esto los confirmará en la verdad de su postura (cf. 6,22) (12s).
No preparar ninguna defensa, lo que equivaldría a reconocer la legitimidad del tribunal, sino esperar las palabras eficaces que se les inspiren (14s, cf. 12,11s). Serán sus connacionales judíos los que más se ensañen con ellos, pues el mensaje universalista del Reino anula el privilegio de Israel (16s). Confianza (cf. 12,7) (18). Lo importante es no cejar ante esa oposición a muerte por parte de la sociedad. La constancia garantiza la vida, como producía el fruto (8,15) (19).
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