lunes, 10 de noviembre de 2014

LECTURAS DEL LUNES 10 DE NOVIEMBRE DEL AÑO 2014.

Primera Lectura. Tito 1,1-9.

1Pablo, siervo de Dios y apóstol de Jesús Mesías, para que crean los elegidos de Dios: para que conozcan la verdad propia de la piedad que se apoya 2en la esperanza de vida eterna. Dios, que no miente, 3había prometido esa vida desde tiempos inmemoriales; al llegar el momento ha cumplido su palabra públicamente con la predicación que me han confiado por disposición de Dios nuestro Salvador.
                     4Querido Tito, hijo legítimo en la fe común: te deseo el favor y la paz de Dios Padre y del Mesías Jesús salvador nuestro.
5Mi intención al dejarte en Creta era que acabaras de organizar lo que faltaba y nombrases responsables en cada ciudad, siguiendo las instrucciones que te di yo; 6cada uno sea intachable, fiel a su única mujer, con hijos creyentes, no indisciplinados ni de mala fama. 7Porque, siendo administrador de Dios, el dirigente tiene que ser intachable: no debe ser arrogante ni colérico, ni dado al vino, a riñas o a sacar dinero. 8Al revés, que sea hospitalario, amigo de lo bueno, equilibrado, acepto a los hombres y a Dios, dueño de sí; 9debe ser adicto a la doctrina auténtica; así será capaz de predicar una enseñanza sana y de rebatir a los adversarios
 
EXPLICACIÓN.

1-4. Remitente y destinatario. Usa el autor un tono solemne; de hecho, toda la carta se mantiene en ese tono, sin calor personal. Aduce Pablo sus títulos para su misión como apóstol. Desde tiempos inmemoriales (2), cf. Ef 1,4. La promesa divina se realiza en la predicación del apóstol. Hijo legítimo, convertido por Pablo (cf. 1 Cor 4,15).

Pablo ha fundado comunidades en Creta (no hay ninguna otra noticia de este viaje) y ha dejado encargado a Tito de terminar la organización. Responsables (5), cf. 1 Tim 5,17. Instrucciones semejantes a las de 1 Tim 3, probablemente en vista de futuros nombramientos. El dirigente (7), gr. epískopos, cf. 1 Tim 3,2, es, sin duda, uno de los responsables (gr. presbyteroi) (5-9).

Salmo. 24,1-6.

Sal 15; Is 33,14-16.

1 Del Señor es la tierra y cuanto la llena,
el orbe con sus habitantes,
2 pues él la fundó sobre las mares,
sobre las corrientes la afianzó.
3 -¿Quién puede subir al monte del Señor?,
¿´quién podrá estar en el reino sacro?
4 -El de manos inocentes y puro corazón,
el que no acude a los ídolos
ni jura en falso.
5 Ése recibirá del Señor la bendición
y la justicia de Dios su Salvador.
6 -Ése es el grupo que lo busca;
que viene a visitarte, Dios de Jacob.


Explicación.

24,1-2 Toma la imagen de fundadores y constructores de ciudades (Gn 4,17; Jos 6,26; 1 Re 16,34), y la atribuye a Dios, fundador de la tierra: Sal 78,69; 89,12; 102,26; Job 38,4-7. Los hombres asientan sobre roca o terreno firme; Dios cimienta la tierra sobre el movedizo e inestable océano. Por debajo de los continentes discurren corrientes que afloran en los manantiales.

24,2 Job 38,4-7.

24,3 El "recinto" o lugar santo supone previa elección y consagración: frecuente en Deuteronomio.

24,4-6 Juntan cualidades éticas con buscar a Dios, sin definir exactamente la relación.

24,4 Manos y corazón son un merismo que incluye toda clase de acciones, pensamientos y deseos. Siguen dos preceptos del decálogo. "Acudir": la expresión hebrea parece significar una tendencia intensa hacia algo: cfr. Dt 24,25; Prov 19,18.

24,5 Aunque mencione al patriarca Jacob creo que se refiere a las bendiciones condicionadas de la alianza. La "justicia" es la que consiste en la observancia, según Dt 6,25.

24,6 No se trata de una procesión formalista, realmente vienen buscando a Dios, en el templo.

TRANSPOSICIÓN CRISTIANA.

1 Cor 10,26, cita el primer verso del salmo para justificar la libertad cristiana. La tradición antigua y la liturgia aplican el salmo a la ascensión de Jesucristo; algunos autories componen con la fantasía una escena celeste, con diálogo de ángeles. El cortejo se identifica con la comunidad cristiana. 

Evangelio. Lucas 17,1-6.

17 1 Y dirigiéndose a sus discípulos les dijo:
- Es inevitable que sucedan esos escándalos, pero ¡ay del que los provoca!
2 Más le valdría que le encajaran en el cuello una piedra de molino y lo arrojasen al mar, antes que escandalizar a uno de estos pequeños.
3 Andaos con cuidado.
Si tu hermano te ofende, repréndelo; y, si se arrepiente, perdónalo.
4 Si te ofende siete veces al día y vuelve siete veces a decirte: "Lo siento", lo perdonarás.

CALIDAD DE LA FE E INUTILIDAD DE LA OBSERVANCIA.

5 Los apóstoles le pidieron al Señor:
- Auméntanos la fe.
6 El Señor contestó:
- Si tuvierais una fe como un grano de mostaza, le diríais a esa morera: "quítate de ahí y tírate al mar", y os obedecería.


Explicación.

Después de la denuncia de los fariseos, Jesús quiera atajar su influjo sobre los discípulos (cf. 12,1b). Por eso, esta instrucción está planteada desde la mentalidad farisea que Jesús quiere combatir en los suyos.

Estos pequeños (2) se contraponen al "más grande" (cf. 9,46-48, el caso del "chiquillo"). La actitud que escandaliza es la propia de los fariseos, la ambición de grandeza y preeminencia (16,15). Los pequeños (estos los designa como presentes) son discípulos de Jesús que no pertenecen a los Doce/Israel mesiánico. Seria advertencia a los discípulos (3a, cf.12,1b; 20,46). Recomponer la unidad (3b): perdón indefinido (4), contra el rigor fariseo (cf. 6,36s).

Colofón (5-10). Apóstoles, es decir, enviados/misioneros, los Doce (6,13) (5), petición en vista de la misión. El Señor (6), denominación de Jesús resucitado: sus palabras, válidas para cualquier ocasión.

Rechaza la petición (6): fe auténtica, aunque sea mínima; siendo la fe/adhesión una disposición del hombre, no puede añadirse desde fuera; si es verdadera y el hombre colabora, irá creciendo como el grano de mostaza (13,19). La morera, como la higuera (13,6-9), es figura de la institución judía.

En lenguaje figurado, Jesús les indica que la fe exige una ruptura radical con esa institución y con sus principios; para eliminar ese sistema de injusticia (os obedecería), la ruptura ha de ser tal que incluya el deseo de su desaparición (tírate al mar). Con ese deseo y objetivo ha de ejercerse la misión ("apóstoles"); los Doce no lo tienen, por eso la misión no progresa (cf. 9,37-43).

Como no han roto con los principios del judaísmo, Jesús quiere mostrarles a qué reducen su relación con Dios, atacando con ello la doctrina farisea de la observancia servil de la Ley (9: lo que se le manda). El siervo no tiene derechos (8: Prepárame de cenar, etc.). Si los Doce siguen los principios fariseos, después de haber observado fielmente la Ley (10: lo que se os ha mandado) no serán ante Dios más que unos pobres siervos (lit."siervos inútiles"), en vez de de "hijos del Altísimo" (6,35), como corresponde a los ciudadanos del Reino.

Hay una correspondencia entre el retrato que hace Jesús en este pasaje de la actitud de los Doce y la respuesta del hijo mayor, figura de los fariseos, a su padre (15,29) en la parábola de los dos hijos: "en tantos años como te sirvo (siervo) sin saltarme nunca un mandato/mandamiento tuyo" (todo lo que os han mandado); esto muestra el sentido de las palabras de Jesús. 

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