lunes, 5 de agosto de 2019

LECTURAS DEL LUNES 5 DE AGOSTO DEL AÑO 2019

2 OPCIONES.

1ª OPCIÓN.


PRIMERA LECTURA. Números 11,4-15.

Quejas del pueblo y de Moisés (Éx 5,22s; 16).

4La masa que iba con ellos estaba hambrienta, y los israelitas se pusieron a llorar con ellos diciendo:
5-¡Quién nos diera carne! Cómo nos acordamos del pescado que comíamos de balde en Egipto, y de los pepinos, y melones, y puerros, y cebollas, y ajos. 6Pero ahora se nos quita el apetito de no ver más que maná. 7(El maná se parecía a semilla de coriandro, con color de bedelio; 8el pueblo se dispersaba a recogerlo, lo molían en el molino o lo machacaban en el almirez, lo cocían en la olla y hacían con ello hogazas que sabían a pan de aceite. 9Por la noche caía el rocío en el campamento y encima de él el maná).
10Moisés oyó como el pueblo, familia por familia, lloraba, cada uno a la entrada de su tienda, provocando la ira del Señor, y disgustado 11dijo al Señor:
-¿Por qué maltratas a tu siervo y no le concedes tu favor, sino que le haces cargar con todo este pueblo? 12¿He concebido yo a todo este pueblo o lo he dado a luz para que me digas: "Toma en brazos a este pueblo, como una nodriza a la criatura, y llévalo a la tierra que prometí a sus padres?
13¿De dónde sacaré carne para repartirla a todo el pueblo? Vienen a mi llorando: Danos de comer carne. 14Yo sólo no puedo cargar con todo este pueblo, pues supera mis fuerzas. 15Si me vas a tratar así, más vale que me hagas morir; concédeme este favor, y no tendré que pasar tales penas.

Explicación.

11,4-6. Esta "masa" aparecía ya en Éx 12,38. La queja de los israelitas continúa la serie de Éx 14; 15,23-25; 17,2-7; y seguirá con más casos. La queja supone que no disponen de rebaños. La dieta egipcia está exactamente descrita.

11,7-9. La descripción del maná no coincide con la de Éx 16,31. Según Éx 16,21, el calor solar lo disolvía; aquí el calor del fuego lo cuece. Otros textos lo llaman "grano celeste" (Sal 78,24) o "pan celeste" (Sal 105,4); léase el desarrollo de Jn 6. Quienes buscan una explicación realistas del fenómeno lo identifican con unas excrecencias veraniegas del tamarisco.

11,11-15. La súplica de Moisés es admirable por la intimidad que delata. Es queja amorosa y audacia comedida. El Señor maltrata a un siervo que le ha servido fielmente, y el amo sale perdiendo. El siervo no alcanzará el favor esperado (Éx 33,12.13.16). El pueblo es una carga impuesta por Dios, no escogida ambiciosamente por Moisés.

                Moisés no está obligado a llevar la carga; no es él la madre del pueblo ni la nodriza. ¿Quién es la madre? A ella toca alimentar al pueblo niño, aunque sea caprichoso; que muestre en ello su cariño. Sobre la imagen materna véanse Is 49,22s y 66,12. Aunque la imagen materna no se suele aplicar a Dios, él ha llevado al pueblo (Éx 19,4; Dt 32,11). Además, Moisés no puede llevarlo, porque no tiene fuerzas para ello: el pueblo llora, siempre descontento.

                Aplastado por el peso de la responsabilidad, pide por favor que Dios lo haga morir (cfr. Elías; 1 Re 19,4; Jonás: Jon 4,3).

SALMO. 81,12-17.


 12Pero mi pueblo no me hizo caso, 

Israel no me obedeció.
13Los entregué a su corazón obstinado 

para que siguieran sus antojos.
 14Ojalá me escuchase mi pueblo
y caminase Israel por mis caminos. 

15Yo humillaría a sus enemigos

y volvería mi mano contra sus adversarios. 
16Los que aborrecen al Señor te adularían 

y su suerte quedaría fijada.

17Te alimentaría con flor de harina, 
te saciaría de miel silvestre. 

Explicación.



81,11-12 La fórmula "Yo soy Yhwh tu Dios" se lee solamente aquí y en los dos decálogos: Ex 20 y Dt 5.

81,13 "Obstinado": el sustantivo es especialidad de Jr. Abandonar al rebelde a su capricho y obstinación es el castigo más grave imaginable. 


81,14-17 Como paralelo de estos versos finales, léase Is 48,17-19.

81,15 "Humillar", doblegar: Dt 9,3; Jue 4,23; Neh 9,24. 

81,16 "Adular" como expresión de servilismo, como en Sal 18,45; 66,3. El segundo hemistiquio es a la letra "su hora (final) (sería) definitiva". 


81,17 Compárese con los siete productos de Dt 32,13s.

Transposición cristiana.

También la Iglesia sufre la tentación de encasillar grandes mensajes en ceremonias litúrgicas, neutralizando su fuerza. El mensaje nuevo, desconocido, de Jesús (Jn 3,11 s) debe conservar siempre su novedad y extrañeza. A propósito del v. 13 citan varios Padres Rom 1,24.26.28. 

EVANGELIO. Mateo 14,13-21 o 14,22-36



Mt 14,13-21

   13 Al enterarse Jesús, se marchó de allí en barca a un sitio tranquilo y apartado. Las multitudes lo supieron y lo siguieron por tierra desde las ciudades.
14 Al desembarcar vio Jesús una gran multitud, se conmovió y se puso a curar a los enfermos.
15 Caída la tarde se acercaron los discípulos a decirle:
                  - Estamos en despoblado y ya ha pasado la hora; despide a las multitudes, que vayan a las aldeas y se compren comida.
                 16 Jesús les contestó:
                 - No necesitan ir; dadles vosotros de comer.
                 17 Ellos le replicaron:
                 - ¡Si aquí no tenemos más que cinco panes y dos peces!
                 18 Les dijo:
                 - Traédmelos.
                 19 Mandó a las multitudes que se recostaran en la hierba y, tomando los cinco panes y los dos peces, alzó la mirada al cielo, pronunció una bendición, partió los panes y se los dio a los discípulos; los discípulos a su vez se los dieron a las multitudes.
20 Comieron todos hasta quedar saciados y recogieron los trozos sobrantes: doce cestos llenos.
21 Los que comieron eran hombres adultos, unos cinco mil, sin mujeres ni niños.

Explicación.
  
Jesús no enseña a las multitudes, ciegas y sordas para el mensaje (13,14s), pero les demuestra su amor (curaciones). Los discípulos, insolidarios (15); comprar, someterse a las leyes económicas de la sociedad que los ha mantenido en la miseria. Jesús opone dar (16), los discípulos han de compartir con la gente. Cinco más dos = siete, totalidad del alimento disponible. Recostarse (19), la postura de los hombres libres. La bendición desvincula el pan de sus poseedores humanos para considerarlo don de Dios; repartir el alimento, continuar la generosidad divina. Se saciaron (cf. 5,6; liberación de los oprimidos). Doce cestos de sobras: compartiendo, se saciaría el hambre de Israel. Éxodo del Mesías. No solución milagrosa (4,3s), sino solidaridad. La escena prepara la eucaristía: el pan expresa el don de sí mismo.


Mateo 14,22-36


 22 Enseguida obligó a los discípulos a que se embarcaran y se le adelantaran a la otra orilla, mientras él despedía a las multitudes.
23a Después de despedirlas subió al monte para orar a solas.


23b Caída la tarde, seguía allí solo. 
24 Mientras tanto la barca iba ya muy lejos de tierra, maltratada por las olas, porque llevaba viento contrario.
25 De madrugada se les acercó Jesús andando sobre el mar.
26 Los discípulos, viéndolo andar sobre el mar se asustaron diciendo que era un fantasma, y daban gritos de miedo.
                  27 Jesús les habló enseguida:
                  - ¡Ánimo, soy yo, no tengáis miedo!
                  28 Pedro le contestó:
                  - Señor, si eres tú, mándame llegar hasta ti andando sobre el agua.
                  29 Él le dijo:
                  - Ven.
                  Pedro bajó de la barca y echó a andar sobre el agua para llegar hasta Jesús;
30 pero al sentir la fuerza del viento le entró miedo, empezó a hundirse y gritó:
                 - ¡Sálvame, Señor!
                 31 Jesús extendió en seguida la mano, lo agarró y le dijo:
                 - ¡Qué poca fe! ¿Por qué has dudado?
                 32 En cuanto subieron a la barca cesó el viento.
                 33 Los de la barca se postraron ante él diciendo:
                 - Realmente eres Hijo de Dios.
  34 Terminada la travesía tomaron tierra en Genesaret.
35 Los hombres del lugar, al reconocerlo, avisaron por toda la comarca, y le llevaron los enfermos,
36 rogándole que les dejara tocar siquiera el borde de su manto, y todos los que lo tocaron se curaron.

EXPLICACIÓN.


Aleja a los discípulos del contacto con la multitud, para evitar el falso mesianismo triunfal (22). Primera mención de la oración de Jesús (cf. 26,36ss) (23a).

23B - 33.     La barca, figura de la comunidad; a la otra orilla: a país pagano; el viento contrario: la resistencia de los discípulos a alejarse del lugar donde está la esperanza de un triunfo. Andar sobre el agua, privilegio divino (Job 9,8; 38,16) (25). Reacción: incredulidad (fantasma), no reconocen al Hombre-Dios (1,23). Soy yo (27), fórmula de identificación divina (Éx 3,14; Is 43,1.3.10s). Desafío de Pedro (28). Señor, mándame, quiere andar sobre el agua, participar de la condición divina de Jesús, pero como milagro, no por su entrega personal. Esperaba lograrlo sin obstáculos; ha olvidado que el hombre se hace hijo de Dios en medio de la oposición y persecución (5,10s).

34 - 36.       La barca no llega a tierra pagana: los discípulos no están preparados para la misión. El mínimo contacto con Jesús da la salud al hombre.

2ª OPCIÓN.

Primera Lectura. Apocalipsis 21,1-5


1 Vi entonces un cielo nuevo y una tierra nueva, porque el primer cielo y la primera tierra habían desaparecido y el mar ya no existía.
2 Y Vi bajar del cielo, de junto a Dios, a la ciudad santa, la nueva Jerusalén, ataviada como una novia que se adorna para su esposo.
3 Y oí una voz potente que decía desde el trono:

Ésta es la morada de Dios con los hombres;
él habitará con ellos
y ellos serán su pueblo (Ez 37,27).
Dios en persona estará con ellos
y será su Dios.
Él enjugará las lágrimas de sus ojos,
ya no habrá más muerte ni luto
ni llanto ni dolor,
pues lo de antes ha pasado.

5 Y el que estaba sentado en el trono dijo:
- Todo lo hago nuevo.
Y añadió:
- Escribe, que estas palabras son fidedignas y verídicas.


Explicación.


Visión del cielo y tierra nuevos, cf. Is 65,17. Nueva creación, definitiva, que no se opone a la antigua, pero que representa un salto cualitativo respecto a ella, en función de la nueva realidad del hombre y de su relación con Dios. No desaparece el mundo en la infinitud de Dios, se transforma en mundo de Dios, una vez eliminado todo lo que, debido a la alineación del hombre, le impedía ser transfigurado por el amor de Dios. El mar, concebido como el residuo del caos primitivo, no tiene lugar en el orden nuevo; cf. Is 51,9s (1).

Nueva visión (2). Idealmente, Jerusalén debía haber sido la ciudad cuyo centro era Dios, presente en el templo, pero había sido infiel a esta vocación; no es ella la que es glorificada. Nueva Jerusalén, cf. Is 60,1-9; 65, 18s; Ez 48,35; el prototipo de la nueva sociedad, don de Dios a los hombres, en la nueva creación; ciudad santa, santificada por la presencia divina. Como una novia: van a celebrarse las bodas del Cordero (19,7-9), símbolo de la relación de fidelidad y amor entre Jesús y la humanidad nueva.

La voz de Dios o de Jesús (desde el trono) (3-4): la ciudad misma es la morada de Dios (cf. Éx 29,45; Is 12,6; Ez 37,27; Zac 8,8), no necesitará un templo (cf. 21,22; Éx 25,8); ha terminado el misterio del santuario; la presencia de Dios no inspira temor; ellos serán su pueblo, formado ahora por hombres de todas las naciones (cf. 5,9s) (3). Amor y ternura de Dios; consuelo definitivo, cf. Is 25,8; 35,10; 65,16-19. Lo de antes, el doloroso proceso de la humanidad (4). 

Por primera vez en el libro se explicita que es Dios quien habla (5); pronuncia la palabra final, que cumple su designio. Juan debe comunicarlo a las comunidades (Escribe; cf. 1,11, orden de un ángel; 1,19, de Jesús; 14,13, de una voz potente; 21,5, de Dios).


Salmo. Judit 13,18-19

18Y Ozías dijo a Judit:
<<Que el Altísimo te bendiga, hija,
más que a todas las mujeres
de la tierra.
Bendito el Señor,
creador del cielo y tierra,
que enderezó tu golpe contra
la cabeza del general enemigo.
19Los que recuerden
esta hazaña de Dios
jamás perderán la confianza 
que tú inspiras.

Explicación.

13,18 El primer verso es como la bendición de Melquisedec Gn 14,19-20; el segundo como la alabanza de Yael, Jue 5,24: "Bendita entre las mujeres, Yael... bendita entre las que habitan en tiendas". En la tradición cristiana estos versos de Ozías se han aplicado a María, enlazando "la cabeza del enemigo" con la cabeza de la serpiente de Gn 3,15.

Evangelio. Lucas 11,27-28


LA VERDADERA DICHA.

27 Mientras él decía estas cosas, una mujer de entre la multitud alzó la voz y le dijo:
- ¡Dichoso el vientre que te llevó y los pechos que te criaron!
28 Pero él repuso:
- Mejor: ¡dichosos los que escuchan el mensaje de Dios y lo cumplen!


Explicación.


27s. Centro del tríptico: Reacción favorable. Dichoso (27), del pasado/origen de Jesús (madre). Jesús completa lo dicho, interpretando la predicción de su madre (1,48: "me llamarán dichosa todas las generaciones") (28): se refiere al presente y prescinde del parentesco de sangre: la verdadera dicha está en la fidelidad al mensaje; lo cumplen: nueva norma de conducta (cf. 1,48; 6,47; 8,21). 

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