Primera Lectura: Filipenses 1:18-26
18¿Qué más da? Al fin y al cabo, de la manera que sea, con segundas intenciones o con sinceridad, se anuncia a Cristo y yo me alegro; 19más aún, me seguiré alegrando, porque sé que todo será para mi bien, gracias a vuestras oraciones y al espíritu de Jesús el Mesías que me socorre. 20Tal es mi expectación y mi esperanza, que en ningún caso saldré fracasado, sino que, viva o muera, ahora como siempre se manifestará públicamente en mi persona la grandeza de Cristo. 21Porque para mí vivir es Cristo y morir ganancia. 22Por otra parte, si vivir en este mundo me supone trabajar con fruto, ¿qué elegir? No lo sé. 23Las dos cosas tiran de mí: deseo morirme y estar con Cristo (y esto es con mucho lo mejor); 24sin embargo, quedarme en este mundo es más necesario por vosotros. 25Convencido de esto, siento que me quedaré y estaré a vuestro lado, para que avancéis alegres en la fe, 26de modo que vuestro orgullo de ser cristianos rebose por causa mía cuando me encuentre de nuevo entre vosotros.
EXPLICACIÓN.
Reacción de Pablo: su fama le importa poco, lo único que le interesa es que Jesús Mesías sea conocido; ante eso, no cuenta la actitud que tenga respecto a él. Con realismo, reconoce las mañas de sus antagonistas, pero no les guarda rencor (18). Será para bien, lit. "resultará en salvación", referido al resultado del juicio (19). Éste, sin embargo, no es seguro: puede obtener la libertad o ser condenado a muerte. Pablo no se espanta, para él la muerte es cosa accidental, pues lleva dentro de sí la vida de Cristo, por la fe o adhesión total a él. La grandeza del Mesías, que da la fortaleza para arrostrar la persecución, es ya visible en la persona de Pablo (20). Dilema: vida o muerte. Expresa sus propios sentimientos: morir es ganancia, porque significa estar con el Señor; pr otra parte, vivir es más necesario, por el bien de los demás. El criterio de preferencia es el progreso del evangelio (21-24). Perspectiva de futuro; espera trabajar entre los filipenses. Avanzar alegres en la fe, crecimiento en la madurez cristiana; la alegría es efecto del Espíritu (Gál 5,22).Orgullo de ser cristianos, lit, "orgullo... en Cristo JEsús", cf. 1,8 (25-26).
Salmo Responsorial: Salmo 42:2-3, 5
2 Como ansía la cierva corrientes de agua,
así mi alma te ansía, oh Dios.
3 Mi alma está sedienta de Dios,
del Dios vivo.
¿Cuándo entraré a ver
el rostro de Dios?
5 Recordándolo me desahogo conmigo:
cómo pasaba al recinto
y avanzaba hasta la casa de Dios,
entre gritos de júbilo y acción de gracias,
en el bullicio festivo.
EXPLICACIÓN.
42,3 "Alma": nepesh es la garganta como órgano que experimenta la sed y como sede de la respiración / vida; es también símbolo del espíritu.
42,5 Se desahoga hacia dentro: la soledad ilumina la interioridad. Del culto recuerda los aspectos sonoro y festivo.
TRANSPOSICIÓN CRISTIANA.
Para el cristiano la presencia de Dios está en Jesucristo, verdadero y definitivo templo. Con todo, no puede decir que Dios esté siempre a su disposición. Hay en la vida cristiana tiempos de ausencia sentida, de noche oscura y escondimiento. Y en esta vida, nunca la presencia será total; tendremos que contar con la polaridad de ausencia y presencia. Eso enseñan los maestros espirituales y los místicos.
Evangelio: Lucas 14:1, 7-11
1 Un día de precepto fue a comer a casa de uno de los jefes fariseos, y ellos lo estaban acechando.
7 Notando que los convidados escogían los primeros puestos, les propuso estas máximas:
8 -Cuando alguien te convide a una boda, no te sientes en el primer puesto, que a lo mejor han convidado a otro de más categoría que tú;
9 se acercará el que os invitó a ti y a él y te dirá: "Déjale el puesto a éste". Entonces, avergonzado, tendrás que ir bajando hasta el último puesto.
10 Al revés, cuando te conviden, ve a sentarte en el último puesto, para que, cuando se acerque el que te convidó, te diga: "Amigo, sube más arriba". Así quedarás muy bien ante los demás comensales.
11 Porque a todo el que se encumbra, lo abajarán, y al que se abaja, lo encumbrarán.
EXPLICACIÓN.
Centro del tríptico. Comienza el convite (7). Deseo de precedencia (condenado por Jesús en 11,43; cf. Prov 25,6s). Instrucción sobre el banquete del reino mediante dos analogías (en correspondencia con las dos parábolas de la secuencia paralela, 13,18-21). Afán por la precedencia (8-10).
Principio: lo que sucede a nivel humano, sucede también a nivel divino (cf. 1,51-53; 3,5; 18,14). Renunciar a la ambición de honores, condición para entrar en el Reino (11).
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