lunes, 3 de junio de 2019

LECTURAS DEL LUNES 3 DE JUNIO DEL AÑO 2019

2 OPCIONES.

1ª OPCIÓN.


PRIMERA LECTURA. Hechos 19,1-8.

1 Mientras Apolo estaba en Corinto, Pablo, después de atravesar la meseta interior, llegó a Éfeso; dio con algunos discípulos
2 y les preguntó:
                       - ¿Recibisteis Espíritu Santo cuando creísteis?
                      Contestaron:
                      - Ni siquiera nos hemos enterado de que se dé Espíritu Santo.
                     3 Él volvió a preguntarles:
                     - Entonces, ¿qué clase de bautismo habéis recibido?
                     Respondieron:
                     - El bautismo de Juan.
                     4 Pablo les dijo:
                     - El bautismo de Juan era un bautismo en señal de enmienda, pero diciendo al pueblo que diesen su adhesión al que llegaba detrás de él, es decir, a Jesús.
                     5 Al oír esto, se bautizaron, vinculándose al Señor Jesús,
6 y al imponerles Pablo las manos, vino sobre ellos el Espíritu Santo y empezaron a hablar en otras lenguas y a profetizar.
7 Eran en total como doce hombres.
8 Pablo fue a la sinagoga y, durante tres meses, habló con valentía, discutiendo sobre el reino de Dios e intentando persuadirlos.

EXPLICACIÓN.

1 - 7.              Llegada de Pablo a Éfeso (1). La variante occ. es digna de ser tenida en cuenta: "Queriendo Pablo por propia iniciativa ir a la ciudad de Jerusalén, le dijo el Espíritu que volviera a la provincia de Asia; después de atravesar la meseta interior etc.". La misión de Pablo en Asia, desaconsejada hasta ahora (cf. 16,6; 18,20s), obedecería según esta recensión a la iniciativa tomada por el Espíritu Santo.

                    Como era de esperar, tras el paso de Áquila y Priscila y de Apolo (cf. 18,19a.24-26), los discípulos que Pablo encuentran en Éfeso son simplemente discípulos del Bautista, sin que hayan oído hablar siquiera, como aclara la rec. occ. "de que algunos reciban Espiritu Santo" (2-4, cf. 1,5). Bautismo, don del Espíritu y manifestación (5s). La mención del número "doce" (7: "como/en cuanto doce hombres", cf. 2,15: "como/en cuanto ciento veinte"), típico de Israel, insinúa que la nueva comunidad está fundada sobre una base judaizante.

Pablo sigue sin dirigirse directamente a los paganos; al igual que Apolo (18,26), "habla con valentía" discutiendo con los judíos e intentando persuadirlos sobre la llegada del reinado de Dios (8).  

SALMO. 68,2-7.


2Se levanta Dios, se dispersan sus enemigos, 
huyen sus rivales.
3Como se disipa el humo, se disipan, 
como se derrite la cera ante el fuego, 
perecen los malvados ante Dios.
4Los honrados se alegran, se alborozan ante Dios, 
lo festejan con alegría.
5-Cantad a Dios, tañed en su honor,
apisonad un camino al que cabalga en la estepa; 
en nombre del Señor regocijaos ante él. 
6Padre de huérfanos, protector de viudas
es Dios en su santa morada.
7Dios da un hogar a los que están solos, 
saca de la prisión a los cautivos;

solos los rebeldes se quedan en el yermo. 

Explicación.


68,2-7 La primera sección anticipa temas y presenta personajes. Dios "se levanta": ¿de dónde? -El contexto y la alusión a Nm 10 nos dicen que de un alojamiento provisorio. Hay unos "malvados enemigos" que huyen derrotados; hay unos "rebeldes" que "se quedan" y no avanzan; hay unos "honrados" que parecen identificarse con las clases sociales marginadas: "viudas, huérfanos, solitarios, cautivos". Por ahora los grupos no se identifican con pueblos determinados.  



68,2 El "alzarse" puede ser genérico, judicial (Is 33,10; Sal S2,2) o bélico (Is 14,22; Sal 35,2).  



68,3 El fuego es elemento de la divinidad (Is 33,14; Sal 50,2); de él brotan las imágenes de cera (Sal 22,15; 97,5) Y humo (Sal 37,20; 102,4).  



68,5 "Apisonad" o allanad, porque en el desierto no hay caminos hechos: Is 57,14; 62,10. "Cabalga" o marcha en carroza: compárese con Sal 104,3. Se pronuncia por primera vez el nombre del Dios en la forma apocopada Yh.  



68,7 "Solos": la palabra en singular designa al único: Gn 22; Jue 11,34; Zac 12, 10. Es extraño encontrarlo en plural: ¿quiere sugerir que todos son hijos únicos? "Prisión": 
palabra de significado discutido. "Rebeldes" o insubordinados: Sal 7S,S. Son israelitas que se quedan en el terreno inhabitable como explica Nm 14. 



EVANGELIO. Juan 16,29-33.


29. Sus discípulos le dijeron:
- Ahora sí que hablas claro, sin usar comparaciones.
30. Ahora sabemos que lo sabes todo y que no necesitas que nadie te haga preguntas. Por eso creemos que procedes de Dios.
31. Jesús le replicó:
- ¿Qué ahora creéis?
32. Mirad, se acerca la hora, y ya está aquí, de que os disperséis cada uno por vuestro lado y a mí me dejéis solo; aunque yo no estoy solo, porque el Padre está conmigo.

Colofón. La victoria sobre el mundo.
(Jn 16,33)

16, 33. Os voy a decir esto para que, unidos a mí, tengáis paz: en medio del mundo tendréis apreturas; pero, ánimo, que yo he vencido al mundo.

EXPLICACIÓN.

Los discípulos se figuran entender ya del todo (cf. 25) (29). Interpretan mal las palabras de Jesús (30). Creen que ha contestado a su pregunta no formulada (16,19) y se admiran de su saber; por eso creen que procede de Dios. Su fe no se apoya en el único argumento que Jesús ha dado: sus obras (5,36; 10,38; 14,11), sino en una pretendida ciencia que le atribuyen.

Jesús se muestra escéptico (31). La fe verdadera tiene por objeto a Jesús en la cruz (19,35) como manifestación suprema del amor de Dios (3,16) y su fuerza salvadora (3,14s). Jesús los conoce mejor que ellos mismos (32). La inadecuación de su fe se va a mostrar cuando se enfrenten con la realidad de la muerte de Jesús. Evoca la imagen del rebaño disperso: ante su detención y muerte, que van a destruir toda esperanza de triunfo terreno, todos desertarán.


SÍNTESIS.


En medio de las dificultades futuras, experimentarán el amor y la ayuda del Padre, que está presente en la comunidad como amigo, lo mismo que para cada miembro es compañero de vida (14,23).

La adhesión a Jesús es incompleta mientras no se acepte su muerte, abandonando toda esperanza de triunfo terreno. Al comprender que la victoria consiste en superar el odio con el amor encuentra la fe su verdadero fundamento.  

16,33. Este versículo termina el desarrollo sobre la persecución, comenzado en 15,18. Jesús quiere tranquilizar a los suyos (cf. 14,1.27). La paz que les deseaba como despedida (14,27) debe ser una realidad en ellos gracias a la unión con él. Esta paz está cercada por la presión del orden injusto en medio del cual se encuentran (12,25; 13,1). La persecución es inevitable (tendréis apreturas), pero no es señal de derrota; cada vez que el mundo cree vencer, confirma su fracaso.


2ª OPCIÓN.

Primera Lectura.2 Macabeos 7,1-2.9-14

1Arrestaron a siete hermanos con su madre. El rey los hizo azotar con látigos y nervios para forzarles a comer carne de cerdo, prohibida por la Ley. 2Uno de ellos habló en nombre de los demás:
-¿Qué pretendes sacar de nosotros? Estamos dispuestos a morir antes que quebrantar la Ley de nuestros padres. 
9Y estando para morir, dijo:
-Tú, malvado, nos arrancas la vida presente. Pero cuando hayamos muerto por su Ley, el rey del universo nos resucitará para una vida eterna.
10Después se divertían con el tercero. Invitado a sacar la lengua, lo hizo en seguida, y alargó las manos con gran valor. 11Y habló dignamente:
-De Dios las recibí, y por sus leyes las despreció. Espero recobrarlas del mismo Dios.
12El rey y su corte se asombraron del valor con que el joven despreciaba los tormentos. 13Cuando murió éste, torturaron de modo semejante al cuarto. 14Y cuando estaba para morir, dijo:
-Vale la pena morir a manos de los hombres cuando se espera que Dios mismo nos resucitará. En cambio, tú no resucitarás para la vida.

Explicación.

Después del anciano vienen otras dos generaciones: una madre con sus hijos, hasta el menor; después del letrado, personaje oficial, una mujer anónima, representando al pueblo.

El martirio de una madre con sus siete hijos es un tema dramático para un autor como el nuestro capaz de conmover a sus lectores. Además de ello, es una figura significativa para oyentes judíos. Porque la madre del pueblo es Sión, según la tradición profética. Sión es la madre de siete hijos en Jr 15,9. El anonimato refuerza esta función simbólica.

Salmo. 124,2-5.7-8

2si el Señor no hubiera estado de nuestra parte, 
cuando unos hombres nos asaltaban,
3nos habrían tragado vivos,
ardiendo en cólera contra nosotros; 
4nos habrían arrollado las aguas,
y el torrente nos llegaría al cuello.
5nos llegaría al cuello el agua espumeante.
7Salvamos la vida como un pájaro 
de la trampa del cazador:
la trampa se rompió,
nosotros escapamos.
8Nuestro auxilio es el nombre del Señor 
que hizo el cielo y la tierra.
Explicación.
124,1-2 Comienza de repente, de modo que el invitatorio retrasado interrumpe. Ocupan los puestos extremos Yhwh, Israel y "hombre".
124,5 Para la imagen léase Is 8,8 en su contexto.
124,7 Imagen de sapienciales: Prov 6,5; 7,23.
124,8 Casi repetición de Sal 121 ,2; ha cuajado como fórmula litúrgica.
Transposición cristiana.

 Sobre el peligro de fuego yagua véase Mt 17,15. Agustín pone el salmo en boca de cristianos glorificados, especialmente de mártires.

Evangelio.Mateo 5,1-12


 1 Al ver Jesús las multitudes subió al monte, se sentó y se le acercaron sus discípulos.
2 Él tomó la palabra y se puso a enseñarles así:
                    3 Dichosos los que eligen ser pobres,
                       porque ésos tienen a Dios por rey.
                    4 Dichosos los que sufren,
                       porque ésos van a recibir el consuelo.
                    5 Dichosos los sometidos,
                       porque ésos van a heredar la tierra.
                    6 Dichosos los que tienen hambre y sed de esa justicia,
                       porque ésos van a ser saciados.
                    7 Dichosos los que prestan ayuda,
                       porque ésos van a recibir ayuda.
                    8 Dichosos los limpios de corazón.
                       porque ésos van a ver a Dios.
                    9 Dichosos los que trabajan por la paz,
                       porque a ésos los va a llamar Dios hijos suyos.
                  10 Dichosos los que viven perseguidos por su fidelidad,
                       porque ésos tienen a Dios por rey.
                  11 Dichosos vosotros cuando os insulten, os persigan y os calumnien de cualquier modo por causa mía.
12 Estad alegres y contentos, que grande es la recompensa que Dios os da; porque lo mismo persiguieron a los profetas que os han precedido.

EXPLICACIÓN.

Multitudes judías y paganas. La actividad de Jesús rompe las fronteras entre los pueblos (4,25). Reacción de Jesús, subir al monte, lugar de la presencia y actividad divinas. Va a promulgar el estatuto del Reino, a definir la nueva alianza y a constituir el nuevo pueblo. Sube al monte como Moisés y habla desde él como Dios: el Hombre-Dios.

                  "Pobres" (3), en la tradición judía, los pobres sociológicos; "eligen", lit. "por el/su espíritu", que indica un acto interior del hombre, de inteligencia, voluntad o sentimiento; en este contexto, de voluntad (= decisión, opción). "Los pobres por propia decisión" = los que eligen ser pobres. Jesús mismo lo interpreta en 6,24 (opción entre Dios y el dinero). Tienen a Dios por rey (lit. "de ellos es el reinado de Dios"), es decir, sólo con ellos actúa Dios como rey. El reinado de Dios pone fin a la miseria; no carecerán de lo necesario ni tendrán que someterse a otros para obtener el sustento (6,25-34). Esta pobreza se opone al acumular y retener bienes (6,19-21) y supone la disposición a compartir lo propio (6,22). Ésta es la buena noticia a los pobres (Is 61,1; Mt 11,15).

                Las tres bienaventuranzas siguientes contienen una promesa de liberación, efecto de la opción por la pobreza.

                Los que sufren (4), alusión a Is 61,1 donde se trata de la opresión de Israel. Jesús anuncia el fin de la opresión para la humanidad entera.

                Los sometidos (5), según el texto de Sal 37,11: los que han perdido su independencia económica y su libertad y tienen que vivir sometidos a los poderosos que los han despojado. La tierra, universal: plena restitución de la libertad e independencia.

               Esa justicia (6) condensa las dos bienaventuranzas anteriores: verse libres de la opresión, gozar de independencia y libertad.

              Las tres bienaventuranzas siguientes definen la labor del grupo cristiano en medio de la sociedad.

              Los que prestan ayuda (7), la misericordia expresada en obras.

             Los limpios de corazón (8), cf. Sal 24,4, en paralelo con "el de manos inocentes": buena intención que se traduce en conducta sincera. Ver a Dios, la experiencia constante de su presencia. No cuenta ya la pureza de la ley, sino la del comportamiento, ni el encuentro con Dios en el templo (Sal 24,3; 42,3.5; 43,3), sino en la vida.

            La paz (9): prosperidad, tranquilidad, derecho, justicia; en suma, la felicidad individual y social. Condensa las dos bienaventuranzas anteriores. Tal actividad hace al hombre semejante a Dios, por ser la misma que él ejerce con los hombres. No relación de siervo a señor, sino de hijo a Padre (cf. Os 2,1).

          La última bienaventuranza (10) completa la primera (3) (ambas en presente y con el segundo miembro igual). La persecución no es un fracaso, y es consecuencia de la fidelidad a la opción inicial (5,3). La sociedad, basada en la ambición de poder, gloria y riqueza, no la tolera.

          Las promesas de futuro (vv. 4-9) son efecto de la opción y fidelidad presentes (vv. 3,10). Liberación progresiva de los oprimidos por la existencia del grupo humano que opta contra los valores de la sociedad y crea una alternativa.




          Para los discípulos (11s) desarrolla la última bienaventuranza. La sociedad ejercerá sobre ellos una presión más o menos cruenta. La reacción ha de ser de alegría. Su recompensa será la experiencia de que Dios reina sobre ellos. Con su modo de vivir, los discípulos toman el puesto de los profetas de antaño: hacen visible una nueva relación humana, que denuncia la injusticia existente.

domingo, 2 de junio de 2019

LECTURAS DEL DOMINGO 2 DE JUNIO DEL AÑO 2019


PRIMERA LECTURA. Hechos 1,1-11.

1 1 En mi primer libro, querido Teófilo, traté de todo lo que hizo y enseñó Jesús desde el principio
2 hasta el día en que, después de dar instrucciones a los apóstoles que había escogido movido por el Espíritu Santo, se lo llevaron a lo alto.
3 Fue a ellos a quienes se presentó después de su pasión, dándoles numerosas pruebas de que estaba vivo y, dejándose ver de ellos durante cuarenta días, les habló acerca del reino de Dios.
4 Mientras comía con ellos les mandó:
- No os alejéis de la ciudad de Jerusalén; al contrario, aguardad a que se cumpla la Promesa del Padre, de la que yo os he hablado;
5 porque Juan bautizó con agua; vosotros, en cambio, de aquí a pocos días seréis bautizados con Espíritu Santo.
6 Ellos, por su parte, se reunieron para preguntarle:
- Señor, ¿es en esta ocasión cuando vas a restaurar el reino para Israel?
7 Pero él les repuso:
- No es cosa vuestra conocer ocasiones o momentos que el Padre ha reservado a su propia autoridad;
8 al contrario, recibiréis fuerza, cuando el Espíritu Santo venga sobre vosotros, y así seréis testigos míos en Jerusalén y también en toda Judea y Samaría, y hasta los confines de la tierra.
9 Dicho esto, lo vieron subir, hasta que una nube lo ocultó a sus ojos.
10 Mientras miraban fijos al cielo cuando se marchaba, dos hombres vestidos de blanco que se habían presentado a su lado
11 les dijeron:
- Galileos, ¿qué hacéis ahí plantados mirando al cielo? El mismo Jesús que se han llevado a lo alto de entre vosotros vendrá tal como lo habéis visto marcharse al cielo.

EXPLICACIÓN.

Segunda parte de la obra lucana: después de exponer en el primer libro el nuevo modelo a imitar, Jesús, Lc se propone ahora seguir paso a paso las diversas vicisitudes que tanto las comunidades creyentes como los personajes más representativos tuvieron que afrontar hasta lograr la plena asimilación del mensaje de Jesús. Se trata de un género literario único entre los escritos del NT, de corte muy parecido al género "evangelio".

Excepcionalmente el libro de los Hechos se presenta en dos versiones ligeramente distintas: el texto ordinario, común a la mayoría de ediciones y base de todas las traducciones modernas, y el llamado "texto occidental" (en adelante, rec. occ), atestiguado en la época prenicena por la mayoría de traducciones antiguas y relegado hoy a unos pocos códices. Tanto en la traducción como en las notas se parte del texto ordinario, si bien incidentalmente se dan en nota las lecturas más significativas del segundo.

Prólogo (1,1,s): Obviamente el segundo libro, por formar parte de la misma obra, ha sido dedicado también a Teófilo. Las obras de Jesús prevalecen sobre su enseñanza. La alusión al Espíritu Santo, que muchos traductores unen con la frase "después de las instrucciones" (2), debe ser referida a la elección de los apóstoles por parte de Jesús (Lc 6,13); tiene como función prevenir al lector para que pueda enjuiciar la elección de Matías que realizarán los discípulos sin discernimiento del Espíritu.

Perícopa puente (3-11): A modo de bisagra entre el primero y el segundo libro, Lc repite unos mismos temas al final del Ev. (24,36-53) y al principio de Hch. "Cuarenta días" en Lc 24,1.13.29.33.36 se habla de un único día que engloba las apariciones y la ascensión. Se trata de un período simbólico. Alude a la prueba de Israel en el desierto y al tiempo de las tentaciones de Jesús (Lc 4,1-13); en paralelo con este último caso (cf. Lc 22,28), representa todo el tiempo de la actividad de los discípulos, en que se va a poner a prueba su fidelidad al encargo de Jesús (3).

Recomendación de permanecer en "la ciudad de Jerusalén" (gr. Hierosolyma, en sentido meramente geográfico; el simple "Jerusalén", gr. Ierousalêm, tiene sentido teológico, designando la institución judía) hasta que reciban el Espíritu, personificación de la Promesa hecha por Dios a los padres (4, cf. Lc 24,49a). El tiempo de espera e inactividad será muy breve: de ahí la insistencia en que no emprendan acción alguna (cf. Lc 24,49b: lit. "quedaos sentados") (5).

Los discípulos, sin embargo, no han renunciado a los ideales de grandeza de Israel (6). En su respuesta, Jesús distingue dos aspectos: 1) preguntado por su intención, se remite al designio del Padre, pasando del horizonte inmediato ("ahora") al del futuro ilimitado: cuándo y cómo va a intervenir Dios en la historia, es cosa suya, nadie puede manipular sus planes; y él respeta y secunda la libertad de los hombres (7);    2) les expone la misión de Israel en el mundo, que no es la restauración de la gloria nacional, sino el servicio a la humanidad; son los hombres los que han de hacer la historia, y en ella se insertará la acción de Dios. Les promete el Espíritu, que les dará fuerzas para realizar su encargo: la misión universal a partir de "Jerusalén" (la institución judía), pasando por judea y Samaría (los dos reinos de Israel), hasta alcanzar los confines de la tierra (simbolizados por Roma, al final de Hch) (8).

Ascensión (cf. Lc 24,50s). "Dos hombres" (10), cf. Lc 9,30s (Moisés y Elías) y 24,4. La vuelta de Jesús, como la ascensión, se verificará sin manifestación de gloria ni poder (11), y se realizará en la efusión del Espíritu. 

SALMO. 47,2-3.6-9.

2 Pueblos todos, batid palmas,
aclamad a Dios con gritos de júbilo
3 porque el Señor es altísimo y terrible,
emperador de toda la tierra.
6 Ascendió Dios entre aclamaciones,
el Señor a toque de trompeta.
7 Tañed para Dios, tañed,
tañed para nuestro rey, tañed,
8 porque Dios es rey de toda la tierra:
tañed con maestría.
9 Dios reina sobre las naciones,
Dios se sienta en su santo trono.

Explicación.

47,2 En un invitatorio clásico figuran como destinatarios todos los pueblos. Si debieran aclamar solo a ´elohim= Dios, no sería extraño; pero el verso inmediato individualiza. La invitación suena como hipérbole, quizá como utopía.

47,3 Nombre y títulos. Se llama Yhwh, es el "Altísimo": cfr. Gn 14,18-22, y 21 veces en el salterio. Es "terrible", impresionante, temible por su poder, respetable por su majestad. Es "emperador" universal: para el título humano, is 36,4.13.

47,6 El verbo está en perfecto; es uno de los verbos clásicos de la salida de Egipto hacia Canaán. Sueja a paradoja que el Dios "Altísmo" ascienda.

47,9 El trono está en el cielo (Sal 93,2; 103,19; Is 66,1), en Jerusalén o SIón (Jr 17,12), en el templo (Is 6,1; Ez 43,7).

TRANSPOSICIÓN CRISTIANA

El tema de la realeza, de Dios Padre y de Jesucristo, atraviesa el NT y culmina en el Apocalipsis. El tema de la ascensión, sin perder su carácter de símbolo, adquiere un realismo nuevo aplicado a Cristo. Es el gran principio narrativo unificador de Lc 9,51 en adelante. También suena en Ef 4,9; Flp 2,5-11. La liturgia canta este salmo en la fiesta de la Ascensión.   

SEGUNDA LECTURA. Efesios 1,17-23 o Hebreos 9,24-28; 10,19-23

Efesios 1,17-23



17Que el Dios de nuestro Señor Jesús Mesías, el Padre que posee la gloria, os dé un saber y una revelación interior con profundo conocimiento de él; 18que tenga iluminados los ojos de vuestra alma, para que comprendáis qué esperanza abre su llamamiento, qué tesoro es la gloriosa herencia destinada a sus consagrados 19y qué extraordinaria su potencia en favor de los que creemos, conforme a la eficacia de su poderosa fuerza.
20Desplegó esa eficacia con el Mesías, resucitándolo y sentándolo a su derecha en el cielo, 21por encima de toda soberanía y autoridad y poder y dominio, y de todo título reconocido no sólo en esta edad, sino también en la futura. 22Sí, todo lo sometió bajo sus pies (Sal 8,7), y a él lo hizo, por encima de todo, cabeza de la Iglesia, 23que es su cuerpo, el complemento del que llena totalmente el universo.

EXPLICACIÓN.

Añade una petición o bendición (17-19): El Dios de Jesús es el Padre, es decir, el que por amor comunica su propia vida (el Espíritu); gloria, riqueza que puede conceder toda clase de dones; saber/sabiduría que nace de la revelación interior; ésta se identifica con la experiencia viva del Espíritu, que pone en comunión con el Padre. La experiencia de su amor y su fuerza hará comprender su proyecto sobre el hombre y dará la seguridad de su realización. Tenga iluminados los ojos de vuestra alma, lit. "de vuestro corazón" (cf. Sal 13,4; 19,19), término que, en la antropología semítica, designa la interioridad del hombre (alma).

La potencia de Dios se ha manifestado en la exaltación de Jesús Mesías. Alude el autor a Sal 110,1: "Dice el Señor a mi Señor: Siéntate a mi derecha, mientras hago de tus enemigos estrado de tus pies", y a Sal 8,7: "Todo lo sometiste bajo sus pies". Los términos soberanía, autoridad, etc. designaban potencias supramundanas; pero en los escritos del NT, también a los poderes de este mundo, concreción de las potencias que dominan al hombre; ésos son los enemigos que dieron muerte al Mesías y que Dios somete debajo de sus pies. La exaltación del Mesías no lo separa de la humanidad; al contrario, está conectado a ella por medio de la iglesia/comunidad, que es su cuerpo (1,20-23). Complemento, gr. plêrôma, "plenitud", interpretada en sentido activo: "lo que llena/completa". 


Hebreos 9,24-28; 10,19-23

924y de hecho el Mesías no entró en un santuario hecho por hombres, copia del verdadero, sino en el mismo cielo, para presentarse ahora ante Dios en favor nuestro. 25Y no era tampoco para ofrecerse repetidas veces, como el sumo sacerdote, que entra año tras año en el santuario, llevando una sangre que no es la suya; 26si no habría tenido que sufrir muchas veces desde que se creó el mundo. De hecho, su manifestación ha tenido lugar una sola vez, al final de la historia, para abolir con su sacrificio el pecado.
           27Por cuanto es destino de cada hombre morir una vez, y luego un juicio, 28así también el Mesías se ofreció una sola vez, para quitar los pecados de tantos; la segunda vez, ya sin relación con el pecado, se manifestará a los que lo aguardan para salvarlos.

1019Hermanos, tenemos libertad para entrar en el santuario llevando la sangre de Jesús, 20y tenemos un acceso nuevo y viviente que él nos ha abierto a través de la cortina, que es su carne, 21y tenemos además un gran sacerdote al frente de la familia de Dios.
              22Acerquémonos, pues, con sinceridad y plenitud de fe, purificados en lo íntimo de toda conciencia de mal y lavados por fuera con agua pura; 23aferrémonos a la esperanza inamovible que profesamos, pues fiel es quien hizo la promesa, 

Explicación.


También la primera alianza exigió sangre/muerte (Éx 24,8) (18-22), pero aquellos ritos materiales servían para las cosas de la tierra. Para purificar la realidad celeste, es decir, la humanidad nueva, la comunidad cristiana, anulando el pecado, hacía falta algo de más valor (23). El único sacrificio del Mesías, su muerte, expresión suprema del amor, bastó de una vez para todas (24-26).

          Los pecados hacían de la muerte y el juicio motivos de temor. La situación ha cambiado: la única entrega de Jesús ha cancelado los múltiples pecados, y su segunda venida será sólo para salvación (27-28). 

    Gracias a Jesús, está abierto el acceso a Dios; cada cristiano tiene el privilegio del antiguo sumo sacerdote (19-21). El acceso a Dios se abre por la fe, que ha obtenido el perdón; en lo íntimo, por la experiencia interior del Espíritu; lavados, el rito del bautismo; por la esperanza, basada en la fidelidad a Dios; por el amor a todos, expresado en la acción y en la reunión eucarística (22-24)

Evangelio: Lucas 24,46-53

46 Y añadió:
- Así estaba escrito: El Mesías padecerá, pero al tercer día resucitará de la muerte;
47 y en su nombre se predicará la enmienda y el perdón de los pecados a todas naciones. Empezando por Jerusalén
48 vosotros seréis testigos de todo esto.
49 Yo voy a enviar sobre vosotros la Promesa de mi Padre; por vuestra parte, quedaos en la ciudad hasta que de lo alto os revistan de fuerza.
50 Después los condujo fuera hasta las inmediaciones de Betania y, levantando las manos, los bendijo.
51 Mientras los bendecía, se separó de ellos y se lo llevaron al cielo.
52 Ellos se postraron ante él y se volvieron a Jerusalén llenos de alegría.
53 Y estaban continuamente en el templo bendiciendo a Dios.

EXPLICACIÓN.

 Los términos de la misión, en paralelo con los de Juan Bautista (3,3): el deseo de justicia y la solidaridad humana son la condición preparatoria para el encuentro con Jesús (46-48).

La misión, empresa del Padre, que dará para ella la fuerza del Espíritu (49). Es Jesús mismo el dador del Espíritu (cf. 3,16; 23,46). Este don será el cumplimiento definitivo de la promesa hecha a Abrahán (Gn 15) e interpretada por los profetas (cf. Is 44,3; Ez 36,27; Jl 2,18; Zac 12,10).

Último acto, la bendición, prenda del don del Espíritu. Tanto el verbo separarse como llevárselo al cielo corresponden a la escena de la ascensión de Elías (2 Re 2,9-11). La vuelta a Jerusalén (sentido sacral, diverso de "Jerosólima", que denota la ciudad de Jerusalén sin connotaciones religiosas ni políticas), de donde Jesús los había sacado (v.50), y la frecuentación del templo (19,46: "cueva de bandidos") hacen ver que los discípulos no han roto aún con las categorías religiosas de Israel. Esta incomprensión aparecerá claramente en el libro de los Hechos.

sábado, 1 de junio de 2019

LECTURAS DEL SÁBADO 1 DE JUNIO DEL AÑO 2019

2 OPCIONES.

1ª OPCIÓN.

PRIMERA LECTURA. Hechos 18,23-28.

23 Pasado algún tiempo, salió de allí y fue recorriendo por etapas la región de Galacia y Frigia, afianzando a todos los discípulos.
24 Llegó a Éfeso cierto judío, de nombre Apolo, natural de Alejandría; era hombre elocuente y muy versado en la Escritura.
25 Éste había sido instruido en el Camino del Señor, hablaba con mucho entusiasmo y enseñaba con exactitud lo relativo a Jesús, aunque no conocía más bautismo que el de Juan.
26 Apolo se puso a hablar con valentía en la sinagoga; cuando lo oyeron Priscila y Áquila, lo tomaron por su cuenta y le explicaron con más exactitud el Camino de Dios.
27 Teniendo él intención de pasar a Grecia, los hermanos lo animaron y escribieron a los discípulos de allí que lo recibieran bien. Su presencia, con el favor de Dios, contribuyó mucho al proyecto de los creyentes, 
28 pues rebatía vigorosamente en público a los judíos, demostrando con la Escritura que el Mesías es Jesús.

EXPLICACIÓN.

 La segunda fase termina enumerando a la inversa las regiones que conformaban el nuevo ámbito de la misión (23, comp. con 16,5s).

Tercera fase de la misión: Asia (18,24-19,20): Comprende los orígenes de la iglesia de Éfeso (18,24-28), su constitución (19,1-7) y su expansión por la provincia de Asia (19,8-10); termina con un epílogo sobre la impotencia de la apologética judía (19, 11-19), seguido de una colofón (19,20).

24 - 28.       La tercera fase empieza con la presentación de un nuevo personaje representativo (24: "Cierto judío"), de nombre Apolo, según la rec. ord. / Apolonio, según la rec. occ. (Apeles, según la egipcia): se trata de un judío alejandrino, muy versado en la Escritura (AT) y conocedor de la figura histórica de Jesús, conocimientos éstos que, según la rec. occ. había recibido en su patria, Alejandría, centro del pensamiento judío helenístico (24s).

                 Nótese que las tres fases de la misión dan comienzo con la presentación de un personaje representativo: Barjesús, la primera, en representación de los judeocreyentes que se oponen a la entrada de los paganos (13,6); Timoteo, la segunda, encarnación de los cristianos que vuelven, a los usos judíos (16,1); Apolo, la tercera, en representación de los discípulos de Juan conocedores de la figura de Jesús.

               La pareja judía, constituida por Priscila y Áquila, de los que no se han dicho que fuesen creyentes (cf. 18,2.18b.19a), lo instruye en la calidad mesiánica de Jesús, sin que tampoco de él se diga en lo sucesivo que se haya hecho creyente (26-28). La descripción de este personaje y de su actividad en Éfeso y en Corinto sirve de elemento de contraste para enjuiciar tanto la actividad precedente de Pablo en Grecia como la subsiguiente en Asia. Se puede hablar de Jesús y de su mesianismo sin necesidad de hacerse cristiano.  

SALMO. 47,2-3.8-10.

2 Pueblos todos, batid palmas,
aclamad a Dios con gritos de júbilo
3 porque el Señor es altísimo y terrible,
emperador de toda la tierra.
8 porque Dios es rey de toda la tierra:
tañed con maestría.
9 Dios reina sobre las naciones,
Dios se sienta en su santo trono.
10 Príncipes paganos se reúnen
con el pueblo del Dios de Abrahán,
porque de Dios son los escudos de la tierra
y él es sublime.

Explicación.

47,2 En un invitatorio clásico figuran como destinatarios todos los pueblos. Si debieran aclamar solo a ´elohim= Dios, no sería extraño; pero el verso inmediato individualiza. La invitación suena como hipérbole, quizá como utopía.

47,3 Nombre y títulos. Se llama Yhwh, es el "Altísimo": cfr. Gn 14,18-22, y 21 veces en el salterio. Es "terrible", impresionante, temible por su poder, respetable por su majestad. Es "emperador" universal: para el título humano, is 36,4.13.

47,9 El trono está en el cielo (Sal 93,2; 103,19; Is 66,1), en Jerusalén o SIón (Jr 17,12), en el templo (Is 6,1; Ez 43,7).

47,10a Acepto la lectura enmndada ´im ´am (haplografía). Los llama "príncipes" quizá para no llamarlos reyes (cfr. Sal 83,12). "Dios de Abrahán" abarca un horizonte universal, según Gn 17,5s.

47,10b. Los "escudos" pueden ser emblema de poder: 1 Re 10,17; 14,26s.

TRANSPOSICIÓN CRISTIANA

El tema de la realeza, de Dios Padre y de Jesucristo, atraviesa el NT y culmina en el Apocalipsis. El tema de la ascensión, sin perder su carácter de símbolo, adquiere un realismo nuevo aplicado a Cristo. Es el gran principio narrativo unificador de Lc 9,51 en adelante. También suena en Ef 4,9; Flp 2,5-11. La liturgia canta este salmo en la fiesta de la Ascensión.  

EVANGELIO. Juan 16,23-28.

 El amor del Padre. (Jn 16,23b-32)

16 23b. Sí, os lo aseguro: Si le pedís algo al Padre en unión conmigo, os lo dará.
24. Hasta el presente no habéis pedido nada en unión conmigo; pedid y recibiréis, así estaréis colmados de alegría.
25. Hasta aquí os he hablado en comparaciones. Se acerca la hora en que ya no os hablaré en comparaciones, sino que os informaré sobre el Padre claramente.
26. Ese día pediréis en unión conmigo; y no os digo que yo rogaré al Padre por vosotros,
27. porque el Padre mismo os quiere, ya que vosotros me queréis de verdad y creéis firmemente que yo salí de Dios.
28. Salí del Padre y he venido al mundo; ahora dejo el mundo y voy con el Padre.

Explicación.

Declaración solemne (23b): Los discípulos tienen pleno acceso al Padre, cuya paternidad los abraza a ellos. El acceso existe en unión con Jesús. No es Jesús un mediador que distancie del Padre; al contrario, lleva a los discípulos hasta él. Subraya la eficacia de la petición (os lo dará). Al poner como única condición que sea hecha en unión con él, su objeto ha de estar incluido en el ámbito de la obra de Jesús (10,10: yo he venido para que tengan vida y les rebose). Todo lo que contribuye a la vida individual o comunitaria, o a la comunicación de vida a otros, puede ser objeto de petición.

Exhorta a pedir con la seguridad de recibir (24). La experiencia del Padre asequible y generoso llena de alegría. Se refiere a la hora de su vuelta (25). Su información sobre el Padre no serán explicaciones de palabra, sino la que procura la experiencia del Espíritu. Éste hará superflua toda comparación, el conocimiento del Padre les será connatural.

No existe un Dios severo y un Jesús mediador (27: el Padre mismo os quiere), sino un Dios Padre que ama a los hombres y que hace presente su amor en Jesús. El amor del Padre a los discípulos tiene por fundamento la adhesión de éstos a Jesús, su cariño a él como amigos y su fe en su procedencia. Como Jesús (15,15), también el Padre quiere a los discípulos como a amigos (querer, no “amar”). Ni uno ni otro dominan al hombre; están a su favor y se ponen a su servicio (6,11: 13,4ss).

 SÍNTESIS.

En medio de las dificultades futuras, experimentarán el amor y la ayuda del Padre, que está presente en la comunidad como amigo, lo mismo que para cada miembro es compañero de vida (14,23).


La adhesión a Jesús es incompleta mientras no se acepte su muerte, abandonando toda esperanza de triunfo terreno. Al comprender que la victoria consiste en superar el odio con el amor encuentra la fe su verdadero fundamento. 

2ª OPCIÓN.

Primera Lectura. 1 Corintos 1,18-25

 18De hecho, el mensaje de la Cruz para los que se pierden resulta una locura; en cambio, para los que se salvan, para nosotros, es un portento de Dios, 19pues dice la Escritura:

                 Anularé el saber de los sabios,
                 descartaré la cordura de los cuerdos (Is 29,14)

         20¡A ver un sabio, a ver un letrado, a ver un estudioso del mundo este! ¿No ha demostrado Dios que el saber de este mundo es locura? 21Mirad, cuando Dios mostró su saber, el mundo no reconoció a Dios a través del saber; por eso Dios tuvo a bien salvar a los que creen con esa locura que predicamos. 22Pues mientras los judíos piden señales y los griegos buscan saber, 23nosotros predicamos un Mesías crucificado, para los judíos un escándalo, para los paganos una locura; 24en cambio, para los llamados, lo mismo judíos que griegos, un Mesías que es portento de Dios y saber de Dios: 25porque la locura de Dios es más sabia que los hombres, y la debilidad de Dios más potente que los hombres.

Explicación.

 El interés principal de Pablo es exponer la doctrina de la cruz, la de un salvador crucificado. Perderse o salvarse dependen de la actitud del hombre: los que se salvan (18) son los que toman por modelo la entrega de Jesús para salvar a la humanidad. No se llega al conocimiento de Dios por vía meramente intelectual, se requiere una opción que permita al hombre recibir la comunicación divina (19).

               El sabio corresponde más bien a la cultura pagana; el letrado, a la judía; el estudioso o "disputador" puede aplicarse a los dos (cf. Hch 6,9; 9,29; 28,29), aunque no hay que precisar demasiado. El mundo este, expresión peyorativa, designa la sociedad existente y se opone al mundo futuro (20). La inteligencia humana no ha comprendido el saber y amor de Dios manifestado en la creación (cf. Rom 1,19s); por eso Dios, para darse a conocer, ha escogido el mensaje de la cruz, manifestación "escandalosa" de su amor a los hombres (cf. v.1) (21). Los judíos no lo entienden: ellos esperaban un Mesías con poderes milagrosos; la muerte del Mesías, Jesús, que consideran un fracaso, es para ellos un escándalo. Los griegos buscan sabiduría, es decir, la verdad en términos filosóficos; que la divinidad pudiera manifestarse en un ejecutado es para ellos locura (22-23). Para los cristianos (24), la experiencia de salvación que han tenido por dar su adhesión a ese crucificado, los convence de que él representa la sabiduría y fuerza de Dios, incomparablemente superior a la humana (25).

Salmo. 34,2-9

2 Bendigo al Señor en todo momento,
su alabanza está siempre en mi boca.
3 Yo me glorío del Señor:
que lo escuchen los humildes y se alegren.
4 Engrandeced conmigo al Señor,
ensalcemos junto su nombre.

5 Consulté al Señor y me respondió
librándome de todas mis ansias.
6 Contempladlo y quedaréis radiantes,
vuestro rostro no se sonrojará.
7 Este pobre clamó y el Señor le escuchó,
lo salvó de todos sus peligros.
8 El ángel del Señor acampa
en torno a sus fieles protegiéndolos.
9 Gustad y apreciad que bueno es el Señor:
dichoso el varón que se acoge a él.

Explicación.

34,2 "En todo momento": varias veces insiste el orante en la totalidad: 5.7.18.20.21.

34,3 El hombre no debe gloriarse de méritos propios; su orgullo es el Señor su Dios: Jr 9,22s. Lo cual es otra forma de alabanza. Si los marginados pueden alegrarse de la experiencia del orante, es que él no es ajeno a la categoría.

34,4 "Engrandecer" es reconocer la grandeza, como enaltecer es reconocer la sublimidad. Dos dimensiones humanas o cósmicas se proyectan hacia Dios.

34,5 Consulta del hombre y oráculo de respuesta son práctica religiosa común: véase p.ej: el caso de Raquel en Gn 25. La respuesta divina serena, tranquiliza.

34,6 Éste es el verso más importante del salmo. Leo imperativo con versiones antiguas. "Radiante" como Is 60,5; "sonrojarse" o quedar sombrío, como Is 24,23; Jr 15,9 o Miq 3,7. Con vocabulario diverso, creo que la invitación apunta a tres momentos de la vida de Moisés: en la vocación (Éx 3,6), en los encuentros personales con el Señor (Éx 33,8 y 34,29-33), cuando volvía radiante. El privilegio de Moisés se ofrece hoy a cualquiera: quien "contemple" a Dios, en el templo o en la oración, saldrá "radiante", no estará "sombrío" por el fracaso. Se podría tomar este verso como lema de la oración contemplativa.

34,7 Simple secuencia personalizada: clamar - escuchar - salvar.

34,8 "Acampar protegiendo" puede pertenecer al lenguaje militar. Implica que el "ángel del Señor", como capitán, dispone un escuadrón que rodea. Resuenan relatos de Éx y Nm.

34,9-11 Creo encontrar cierta coherencia temática en estos tres versos: "gustar y pasar hambre", "carestía y bienes". Propongo una hipótesis de lectura: aun cuando "ricos y poderosos" (corregido) "pasen hambre", los "fieles consagrados" al Señor "no carecerán de nada"; más aún, participando en el banquete sagrado "gustarán la bondad del Señor". Los versos invierten el orden cronológico, y cabe una lectura más genérica.

34,9 Es un caso de "aplicación de sentidos". Los sentidos corporales se toman como símbolo de experiencia espiritual. Se selecciona la inmediatez no discursiva y la duración pausada. Una traducción corpórea sonaría: "saboread lo sabroso que es el Señor". El símbolo pasa al lenguaje espiritual.

Transposición cristiana.

La primera carta de Pedro cita dos pasos del salmo; el gustar al Señor, vinculado al bautismo (2,2-3); y el bloque sapiencial en 3,10-12 exhortando a la concordia. Heb 6,2 recoge el símbolo del gusto espiritual. Y el tema del quedar radiantes domina el comentario de 2 Cor 3,7-18.

Evangelio. Mateo 5,13-19

 13 Vosotros sois la sal de la tierra. Y si la sal se pone sosa, ¿con qué se salará? Ya no sirve más que para tirarla a la calle y que la pisotee la gente.
                   14 Vosotros sois la luz del mundo. No se puede ocultar una ciudad situada en lo alto de un monte;
15 ni se enciende una lámpara para ponerla en el candelero y que brille para todos los de la casa.
16 Empiece así a brillar vuestra luz ante los hombres; que vean el bien que hacéis y glorifiquen a vuestro Padre del cielo.
17 ¡No penséis que he venido a echar abajo la Ley ni los Profetas! No he venido a echar abajo, sino a dar cumplimiento:
18 porque os aseguro que antes que desaparezca el cielo y la tierra, ni una letra ni una coma desaparecerá de la Ley antes que todo se realice.
                  19 Por tanto, el que se exima de uno solo de esos mandamientos mínimos y los enseñe así a los hombres, será llamado mínimo en el reino de Dios; en cambio, el que los cumpla y enseñe, ése será llamado grande en el reino de Dios:

EXPLICACIÓN.

13 - 16. La sal, factor de incorruptibilidad, símbolo de la permanencia de la alianza (Lv 2,13; Nm 18,19; 2 Cr 13,5). La luz, la gloria o esplendor de Dios que había de brillar sobre Jerusalén (Is 60,1-3). Los discípulos son la nueva ciudad santa donde Dios habita (cf. 27,53). La gloria se manifiesta en su modo de obrar (5,7-9), en el que los hombres reconocen a Dios como Padre.

 Deshace un malentendido y previene contra una decepción. Su misión no es echar abajo el AT (la Ley y los Profetas) en cuanto es profecía del reinado de Dios, sino dar cumplimiento a esa promesa (cf. 1,22; 2,15.17.23; 4,14, etc.). La Ley (18), el Pentateuco, tenía por eje el éxodo de Egipto y la entrada en la tierra prometida; esto era figura de la obra del Mesías. El éxodo definitivo se realizará antes que desaparezca el mundo visible (18); comenzará con la muerte de Jesús y quedará abierto para toda la humanidad. De ahí la necesidad de practicar cada una de las bienaventuranzas antes propuestas (esos mandamientos mínimos), que toman el lugar de los mandamientos de la antigua Ley. Será llamado grande/mínimo, según realice o no la condición de hijo de Dios (5,9: serán llamados hijos de Dios).