2 OPCIONES.
1ª OPCIÓN.
PRIMERA LECTURA. Hechos 18,23-28.
23 Pasado algún tiempo, salió de allí y fue recorriendo por etapas la región de Galacia y Frigia, afianzando a todos los discípulos.
24 Llegó a Éfeso cierto judío, de nombre Apolo, natural de Alejandría; era hombre elocuente y muy versado en la Escritura.
25 Éste había sido instruido en el Camino del Señor, hablaba con mucho entusiasmo y enseñaba con exactitud lo relativo a Jesús, aunque no conocía más bautismo que el de Juan.
26 Apolo se puso a hablar con valentía en la sinagoga; cuando lo oyeron Priscila y Áquila, lo tomaron por su cuenta y le explicaron con más exactitud el Camino de Dios.
27 Teniendo él intención de pasar a Grecia, los hermanos lo animaron y escribieron a los discípulos de allí que lo recibieran bien. Su presencia, con el favor de Dios, contribuyó mucho al proyecto de los creyentes,
28 pues rebatía vigorosamente en público a los judíos, demostrando con la Escritura que el Mesías es Jesús.
EXPLICACIÓN.
La segunda fase termina enumerando a la inversa las regiones que conformaban el nuevo ámbito de la misión (23, comp. con 16,5s).
Tercera fase de la misión: Asia (18,24-19,20): Comprende los orígenes de la iglesia de Éfeso (18,24-28), su constitución (19,1-7) y su expansión por la provincia de Asia (19,8-10); termina con un epílogo sobre la impotencia de la apologética judía (19, 11-19), seguido de una colofón (19,20).
24 - 28. La tercera fase empieza con la presentación de un nuevo personaje representativo (24: "Cierto judío"), de nombre Apolo, según la rec. ord. / Apolonio, según la rec. occ. (Apeles, según la egipcia): se trata de un judío alejandrino, muy versado en la Escritura (AT) y conocedor de la figura histórica de Jesús, conocimientos éstos que, según la rec. occ. había recibido en su patria, Alejandría, centro del pensamiento judío helenístico (24s).
Nótese que las tres fases de la misión dan comienzo con la presentación de un personaje representativo: Barjesús, la primera, en representación de los judeocreyentes que se oponen a la entrada de los paganos (13,6); Timoteo, la segunda, encarnación de los cristianos que vuelven, a los usos judíos (16,1); Apolo, la tercera, en representación de los discípulos de Juan conocedores de la figura de Jesús.
La pareja judía, constituida por Priscila y Áquila, de los que no se han dicho que fuesen creyentes (cf. 18,2.18b.19a), lo instruye en la calidad mesiánica de Jesús, sin que tampoco de él se diga en lo sucesivo que se haya hecho creyente (26-28). La descripción de este personaje y de su actividad en Éfeso y en Corinto sirve de elemento de contraste para enjuiciar tanto la actividad precedente de Pablo en Grecia como la subsiguiente en Asia. Se puede hablar de Jesús y de su mesianismo sin necesidad de hacerse cristiano.
SALMO. 47,2-3.8-10.
2 Pueblos todos, batid palmas,
aclamad a Dios con gritos de júbilo
3 porque el Señor es altísimo y terrible,
emperador de toda la tierra.
8 porque Dios es rey de toda la tierra:
tañed con maestría.
9 Dios reina sobre las naciones,
Dios se sienta en su santo trono.
10 Príncipes paganos se reúnen
con el pueblo del Dios de Abrahán,
porque de Dios son los escudos de la tierra
y él es sublime.
Explicación.
47,2 En un invitatorio clásico figuran como destinatarios todos los pueblos. Si debieran aclamar solo a ´elohim= Dios, no sería extraño; pero el verso inmediato individualiza. La invitación suena como hipérbole, quizá como utopía.
47,3 Nombre y títulos. Se llama Yhwh, es el "Altísimo": cfr. Gn 14,18-22, y 21 veces en el salterio. Es "terrible", impresionante, temible por su poder, respetable por su majestad. Es "emperador" universal: para el título humano, is 36,4.13.
47,9 El trono está en el cielo (Sal 93,2; 103,19; Is 66,1), en Jerusalén o SIón (Jr 17,12), en el templo (Is 6,1; Ez 43,7).
47,10a Acepto la lectura enmndada ´im ´am (haplografía). Los llama "príncipes" quizá para no llamarlos reyes (cfr. Sal 83,12). "Dios de Abrahán" abarca un horizonte universal, según Gn 17,5s.
47,10b. Los "escudos" pueden ser emblema de poder: 1 Re 10,17; 14,26s.
TRANSPOSICIÓN CRISTIANA
El tema de la realeza, de Dios Padre y de Jesucristo, atraviesa el NT y culmina en el Apocalipsis. El tema de la ascensión, sin perder su carácter de símbolo, adquiere un realismo nuevo aplicado a Cristo. Es el gran principio narrativo unificador de Lc 9,51 en adelante. También suena en Ef 4,9; Flp 2,5-11. La liturgia canta este salmo en la fiesta de la Ascensión.
EVANGELIO. Juan 16,23-28.
El amor del Padre. (Jn 16,23b-32)
16 23b. Sí, os lo aseguro: Si le pedís algo al Padre en unión conmigo, os lo dará.
24. Hasta el presente no habéis pedido nada en unión conmigo; pedid y recibiréis, así estaréis colmados de alegría.
25. Hasta aquí os he hablado en comparaciones. Se acerca la hora en que ya no os hablaré en comparaciones, sino que os informaré sobre el Padre claramente.
26. Ese día pediréis en unión conmigo; y no os digo que yo rogaré al Padre por vosotros,
27. porque el Padre mismo os quiere, ya que vosotros me queréis de verdad y creéis firmemente que yo salí de Dios.
28. Salí del Padre y he venido al mundo; ahora dejo el mundo y voy con el Padre.
Explicación.
Declaración solemne (23b): Los discípulos tienen pleno acceso al Padre, cuya paternidad los abraza a ellos. El acceso existe en unión con Jesús. No es Jesús un mediador que distancie del Padre; al contrario, lleva a los discípulos hasta él. Subraya la eficacia de la petición (os lo dará). Al poner como única condición que sea hecha en unión con él, su objeto ha de estar incluido en el ámbito de la obra de Jesús (10,10: yo he venido para que tengan vida y les rebose). Todo lo que contribuye a la vida individual o comunitaria, o a la comunicación de vida a otros, puede ser objeto de petición.
Exhorta a pedir con la seguridad de recibir (24). La experiencia del Padre asequible y generoso llena de alegría. Se refiere a la hora de su vuelta (25). Su información sobre el Padre no serán explicaciones de palabra, sino la que procura la experiencia del Espíritu. Éste hará superflua toda comparación, el conocimiento del Padre les será connatural.
No existe un Dios severo y un Jesús mediador (27: el Padre mismo os quiere), sino un Dios Padre que ama a los hombres y que hace presente su amor en Jesús. El amor del Padre a los discípulos tiene por fundamento la adhesión de éstos a Jesús, su cariño a él como amigos y su fe en su procedencia. Como Jesús (15,15), también el Padre quiere a los discípulos como a amigos (querer, no “amar”). Ni uno ni otro dominan al hombre; están a su favor y se ponen a su servicio (6,11: 13,4ss).
SÍNTESIS.
En medio de las dificultades futuras, experimentarán el amor y la ayuda del Padre, que está presente en la comunidad como amigo, lo mismo que para cada miembro es compañero de vida (14,23).
La adhesión a Jesús es incompleta mientras no se acepte su muerte, abandonando toda esperanza de triunfo terreno. Al comprender que la victoria consiste en superar el odio con el amor encuentra la fe su verdadero fundamento.
2ª OPCIÓN.
Primera Lectura. 1 Corintos 1,18-25
18De hecho, el mensaje de la Cruz para los que se pierden resulta una locura; en cambio, para los que se salvan, para nosotros, es un portento de Dios, 19pues dice la Escritura:
Anularé el saber de los sabios,
descartaré la cordura de los cuerdos (Is 29,14)
20¡A ver un sabio, a ver un letrado, a ver un estudioso del mundo este! ¿No ha demostrado Dios que el saber de este mundo es locura? 21Mirad, cuando Dios mostró su saber, el mundo no reconoció a Dios a través del saber; por eso Dios tuvo a bien salvar a los que creen con esa locura que predicamos. 22Pues mientras los judíos piden señales y los griegos buscan saber, 23nosotros predicamos un Mesías crucificado, para los judíos un escándalo, para los paganos una locura; 24en cambio, para los llamados, lo mismo judíos que griegos, un Mesías que es portento de Dios y saber de Dios: 25porque la locura de Dios es más sabia que los hombres, y la debilidad de Dios más potente que los hombres.
Explicación.
El interés principal de Pablo es exponer la doctrina de la cruz, la de un salvador crucificado. Perderse o salvarse dependen de la actitud del hombre: los que se salvan (18) son los que toman por modelo la entrega de Jesús para salvar a la humanidad. No se llega al conocimiento de Dios por vía meramente intelectual, se requiere una opción que permita al hombre recibir la comunicación divina (19).
El sabio corresponde más bien a la cultura pagana; el letrado, a la judía; el estudioso o "disputador" puede aplicarse a los dos (cf. Hch 6,9; 9,29; 28,29), aunque no hay que precisar demasiado. El mundo este, expresión peyorativa, designa la sociedad existente y se opone al mundo futuro (20). La inteligencia humana no ha comprendido el saber y amor de Dios manifestado en la creación (cf. Rom 1,19s); por eso Dios, para darse a conocer, ha escogido el mensaje de la cruz, manifestación "escandalosa" de su amor a los hombres (cf. v.1) (21). Los judíos no lo entienden: ellos esperaban un Mesías con poderes milagrosos; la muerte del Mesías, Jesús, que consideran un fracaso, es para ellos un escándalo. Los griegos buscan sabiduría, es decir, la verdad en términos filosóficos; que la divinidad pudiera manifestarse en un ejecutado es para ellos locura (22-23). Para los cristianos (24), la experiencia de salvación que han tenido por dar su adhesión a ese crucificado, los convence de que él representa la sabiduría y fuerza de Dios, incomparablemente superior a la humana (25).
Salmo. 34,2-9
2 Bendigo al Señor en todo momento,
su alabanza está siempre en mi boca.
3 Yo me glorío del Señor:
que lo escuchen los humildes y se alegren.
4 Engrandeced conmigo al Señor,
ensalcemos junto su nombre.
5 Consulté al Señor y me respondió
librándome de todas mis ansias.
6 Contempladlo y quedaréis radiantes,
vuestro rostro no se sonrojará.
7 Este pobre clamó y el Señor le escuchó,
lo salvó de todos sus peligros.
8 El ángel del Señor acampa
en torno a sus fieles protegiéndolos.
9 Gustad y apreciad que bueno es el Señor:
dichoso el varón que se acoge a él.
Explicación.
34,2 "En todo momento": varias veces insiste el orante en la totalidad: 5.7.18.20.21.
34,3 El hombre no debe gloriarse de méritos propios; su orgullo es el Señor su Dios: Jr 9,22s. Lo cual es otra forma de alabanza. Si los marginados pueden alegrarse de la experiencia del orante, es que él no es ajeno a la categoría.
34,4 "Engrandecer" es reconocer la grandeza, como enaltecer es reconocer la sublimidad. Dos dimensiones humanas o cósmicas se proyectan hacia Dios.
34,5 Consulta del hombre y oráculo de respuesta son práctica religiosa común: véase p.ej: el caso de Raquel en Gn 25. La respuesta divina serena, tranquiliza.
34,6 Éste es el verso más importante del salmo. Leo imperativo con versiones antiguas. "Radiante" como Is 60,5; "sonrojarse" o quedar sombrío, como Is 24,23; Jr 15,9 o Miq 3,7. Con vocabulario diverso, creo que la invitación apunta a tres momentos de la vida de Moisés: en la vocación (Éx 3,6), en los encuentros personales con el Señor (Éx 33,8 y 34,29-33), cuando volvía radiante. El privilegio de Moisés se ofrece hoy a cualquiera: quien "contemple" a Dios, en el templo o en la oración, saldrá "radiante", no estará "sombrío" por el fracaso. Se podría tomar este verso como lema de la oración contemplativa.
34,7 Simple secuencia personalizada: clamar - escuchar - salvar.
34,8 "Acampar protegiendo" puede pertenecer al lenguaje militar. Implica que el "ángel del Señor", como capitán, dispone un escuadrón que rodea. Resuenan relatos de Éx y Nm.
34,9-11 Creo encontrar cierta coherencia temática en estos tres versos: "gustar y pasar hambre", "carestía y bienes". Propongo una hipótesis de lectura: aun cuando "ricos y poderosos" (corregido) "pasen hambre", los "fieles consagrados" al Señor "no carecerán de nada"; más aún, participando en el banquete sagrado "gustarán la bondad del Señor". Los versos invierten el orden cronológico, y cabe una lectura más genérica.
34,9 Es un caso de "aplicación de sentidos". Los sentidos corporales se toman como símbolo de experiencia espiritual. Se selecciona la inmediatez no discursiva y la duración pausada. Una traducción corpórea sonaría: "saboread lo sabroso que es el Señor". El símbolo pasa al lenguaje espiritual.
Transposición cristiana.
La primera carta de Pedro cita dos pasos del salmo; el gustar al Señor, vinculado al bautismo (2,2-3); y el bloque sapiencial en 3,10-12 exhortando a la concordia. Heb 6,2 recoge el símbolo del gusto espiritual. Y el tema del quedar radiantes domina el comentario de 2 Cor 3,7-18.
Evangelio. Mateo 5,13-19
13 Vosotros sois la sal de la tierra. Y si la sal se pone sosa, ¿con qué se salará? Ya no sirve más que para tirarla a la calle y que la pisotee la gente.
14 Vosotros sois la luz del mundo. No se puede ocultar una ciudad situada en lo alto de un monte;
15 ni se enciende una lámpara para ponerla en el candelero y que brille para todos los de la casa.
16 Empiece así a brillar vuestra luz ante los hombres; que vean el bien que hacéis y glorifiquen a vuestro Padre del cielo.
17 ¡No penséis que he venido a echar abajo la Ley ni los Profetas! No he venido a echar abajo, sino a dar cumplimiento:
18 porque os aseguro que antes que desaparezca el cielo y la tierra, ni una letra ni una coma desaparecerá de la Ley antes que todo se realice.
19 Por tanto, el que se exima de uno solo de esos mandamientos mínimos y los enseñe así a los hombres, será llamado mínimo en el reino de Dios; en cambio, el que los cumpla y enseñe, ése será llamado grande en el reino de Dios:
EXPLICACIÓN.
13 - 16. La sal, factor de incorruptibilidad, símbolo de la permanencia de la alianza (Lv 2,13; Nm 18,19; 2 Cr 13,5). La luz, la gloria o esplendor de Dios que había de brillar sobre Jerusalén (Is 60,1-3). Los discípulos son la nueva ciudad santa donde Dios habita (cf. 27,53). La gloria se manifiesta en su modo de obrar (5,7-9), en el que los hombres reconocen a Dios como Padre.
Deshace un malentendido y previene contra una decepción. Su misión no es echar abajo el AT (la Ley y los Profetas) en cuanto es profecía del reinado de Dios, sino dar cumplimiento a esa promesa (cf. 1,22; 2,15.17.23; 4,14, etc.). La Ley (18), el Pentateuco, tenía por eje el éxodo de Egipto y la entrada en la tierra prometida; esto era figura de la obra del Mesías. El éxodo definitivo se realizará antes que desaparezca el mundo visible (18); comenzará con la muerte de Jesús y quedará abierto para toda la humanidad. De ahí la necesidad de practicar cada una de las bienaventuranzas antes propuestas (esos mandamientos mínimos), que toman el lugar de los mandamientos de la antigua Ley. Será llamado grande/mínimo, según realice o no la condición de hijo de Dios (5,9: serán llamados hijos de Dios).
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