2 OPCIONES.
1ª OPCIÓN.
Primera Lectura. 2 Pedro 3,12-15.17-18
12Mientras aguardáis y apresuráis la llegada del día de Dios? Ese día incendiará los cielos hasta desintegrarlos, abrasará los elementos hasta fundirlos. 13 Ateniéndonos a su promesa, aguardamos un cielo nuevo y una tierra nueva en los que habite la justicia (Is 65,17; 66,22). 14Por eso, amigos, mientras aguardáis esto, poned empeño en estar en paz con él, libres de mancha y defecto.
15Considerad que la paciencia de Dios es nuestra salvación, como os escribió nuestro querido hermano Pablo con el saber que Dios le dio.
17 Así pues, amigos, vosotros estáis prevenidos; estad en guardia para que no os arrastre el error de esos hombres sin principios y perdáis pie. 18Creced en el favor y el conocimiento de nuestro Señor Jesús el Mesías, a quien sea la gloria ahora y hasta el día eterno, amén.
EXPLICACIÓN.
Consecuencias morales que se derivan de la expectación del mundo nuevo (Is 65,17; 66,22) (11-13). La paciencia de Dios (15), cf. Rom 2,4. La oscuridad de algunos pasajes de Pablo no hace que el autor considere su profundidad, sino sólo el peligro que representan (14-16). Exhortación final (17-18).
Salmo. 90,2-4.10.14.16
2Antes de que naciesen las montañas
o fuera engendrado el orbe de la tierra,
desde siempre y por siempre tú eres Dios.
3Tú devuelves el hombre al polvo, diciendo:
¡Volved, hijos de Adán!
desde siempre y por siempre tú eres Dios.
3Tú devuelves el hombre al polvo, diciendo:
¡Volved, hijos de Adán!
4Para ti mil años son un ayer que pasó,
una vela nocturna.
una vela nocturna.
10Aunque vivamos setenta años
y los más robustos hasta ochenta,
su afán es fatiga inútil,
su afán es fatiga inútil,
pues pasan aprisa y nosotros volamos.
14Sácianos por la mañana de tu misericordia,
y todos nuestros días serán alegría y júbilo.
16Que tu acción se manifieste a tus siervos
y a sus hijos tu gloria.
Explicación.
90,2 De un salto hacia atrás tropieza la vista con las montañas que ya estaban allí antes del hombre. Es su territorio y dura más que él. La creación de la tierra, por los verbos escogidos, es como un parto.
90,3 La historia del Génesis es evocada en un verso. El que modeló al hombre, dando le consistencia, lo hizo deleznable; el que integró sus partes lo deja desintegrarse: Job 10,9.
90,4 Las medidas humanas del tiempo no sirven, de ninguna manera, para medir a Dios (2 Pe 3,8). Tal inmensidad refuerza la melancolía del orante.
90,10 Hacemos la prueba contando los años de personas no malogradas, robustas, y tropezamos con un límite. Pesemos su sustancia, y obtenemos un afanarse en vano: Job 5,6s.
90,14-15 La petición es modesta: equilibrar en la balanza de la vida penas y gozos. Pero Dios puede alumbrar una mañana realmente nueva, puede desequilibrar la balanza.
90,16-17 En un modelo doméstico, los siervos piden al amo que comience actuando y que dé eficacia a la tarea encomendada; algo semejante en un modelo político. De ahí se sube a la visión teológica: el hombre será lo que haya hecho: él y Dios en él.
Transposición cristiana.
La "vuelta" de Dios de la ira a la misericordia sucede en Jesucristo: Ef 2,4-7. Las obras del cristiano, vitalizadas por la fuerza de la resurrección (Flp 3,10), cobran consistencia y fecundidad (Flp 2,13), Y al final lo acompañarán (Ap 14,13).
Evangelio. Marcos 12,13-17
Emboscada de los dirigentes: El tributo al César (Mt 22,15-22; Lc 20,20-26)
13Entonces le enviaron unos fariseos y herodianos para cazarlo con una pregunta. 14Llegaron y le dijeron:
-Maestro, sabemos que eres sincero y que no te importa de nadie, porque tú no miras lo que la gente sea. No, tú enseñas el camino de Dios de verdad. ¿Está permitido pagar el tributo al César? ¿Pagamos o no pagamos?
15Jesús, consciente de su hipocresía, les repuso:
-¡Cómo!, ¿queréis tentarme? Traedme una moneda que yo la vea.
16 Se la llevaron, y él les preguntó:
-¿De quién son esta efigie y esta leyenda?
Le contestaron:
-Del César.
17Jesús les dijo:
-Lo que es del César, devolvédselo al César, y lo que es de Dios, a Dios.
EXPLICACIÓN.
c) (12,13-17): Estratagema de los dirigentes para desacreditar a Jesús. Envían fariseos (observantes de la Ley) y partidarios de Herodes (3,6; 8,15; cf. 6,2n (13). Adulación, para que se le vaya la lengua, y pregunta comprometedora, presentada como escrúpulo de conciencia: pagar el tributo, señal de sumisión; la respuesta afirmativa (acatamiento al César, posición de los herodianos) produciría el descrédito ante el pueblo, contrario al régimen romano; la negativa (declaración de rebeldía, ideología farisea y zelota) provocaría la detención de Jesús por parte de la autoridad romana (14).
Tentación de poder (1,13): si Jesús quiere conservar su prestigio ante el pueblo (11,18; 12,12) tiene que dar respuesta negativa, dispuesto a acaudillar un movimiento nacionalista (cf. 1,24.34; 11,9s) (15). La moneda, propiedad del César (efigie y leyenda); el dominio político, basado sobre la dependencia económica; aceptar el dinero significa reconocer la soberanía (16). Respuesta de Jesús: cambia «pagar» (14) por devolver; objetivo de los dirigentes, su propio lucro: pretenden rebelarse contra el dominio del César despojándolo de su dinero, como se han rebelado contra Dios despojándolo de su pueblo (12,2ss). Pero ese dinero no pertenece a Israel ni debe permanecer en Israel; rechazándolo, dejarán de reconocer al César como señor y no tendrán que pagarle el tributo; la verdadera esclavitud de los dirigentes no es al César, sino al dinero. Deben romper con el César renunciando a la dependencia económica y al beneficio que de ella obtienen; y ser fieles a Dios, renunciando a explotar al pueblo en beneficio propio (11 ,17). Sorpresa ante la respuesta (16-17).
2ª OPCIÓN.
Primera lectura. 2 Macabeos 7,1-2.9-14
1Arrestaron a siete hermanos con su madre. El rey los hizo azotar con látigos y nervios para forzarles a comer carne de cerdo, prohibida por la Ley. 2Uno de ellos habló en nombre de los demás:
-¿Qué pretendes sacar de nosotros? Estamos dispuestos a morir antes que quebrantar la Ley de nuestros padres.
9Y estando para morir, dijo:
-Tú, malvado, nos arrancas la vida presente. Pero cuando hayamos muerto por su Ley, el rey del universo nos resucitará para una vida eterna.
10Después se divertían con el tercero. Invitado a sacar la lengua, lo hizo en seguida, y alargó las manos con gran valor. 11Y habló dignamente:
-De Dios las recibí, y por sus leyes las desprecio. Espero recobrarlas del mismo Dios.
12El rey y su corte se asombraron del valor con que el joven despreciaba los tormentos. 13Cuando murió éste, torturaron de modo semejante al cuarto. 14Y cuando estaba para morir, dijo:
-Vale la pena morir a manos de los hombres cuando se espera que Dios mismo nos resucitará. En cambio, tú no resucitarás para la vida.
Explicación.
7,11 Tres tiempos muy marcados: el don inicial, el sacrificio actual y la recompensa próxima.
7,14 Comienza el ataque verbal al tirano en una frase ambigua: ¿Insinúa que resucitará, pero no para la vida? Tal es la doctrina de Dn 12,2, que opone dos tipos de resurrección; en cambio, el joven opone resucitar a no resucitar para la vida.
Salmo. 124,2-5.7-8
2si el Señor no hubiera estado de nuestra parte,
cuando unos hombres nos asaltaban,
3nos habrían tragado vivos,
ardiendo en cólera contra nosotros;
4nos habrían arrollado las aguas,
y el torrente nos llegaría al cuello.
5nos llegaría al cuello el agua espumeante.
7Salvamos la vida como un pájaro
de la trampa del cazador:
la trampa se rompió,
nosotros escapamos.
8Nuestro auxilio es el nombre del Señor
que hizo el cielo y la tierra.
Explicación.
124 Género y composición. El v. 6 nos dice que el salmo es una acción de gracias por la liberación de un peligro extremo. Es difícil definir el peligro concreto o la época de composición. Es probable que sea postexílico. La composición se destaca por el desarrollo, a lo largo de cinco versos, de una oración condicional con apódosis, de sonoridad muy elaborada. La condicional irreal es más expresiva que la constatación: puede deberse a distancia intelectual razonadora o bien a una emoción intensa que rompe a expresarse apenas pasado el peligro. La forma sintáctica no es frecuente: Jue 14,18; Is 1,9; Sal 94,17.
Imágenes. Primero agua y fuego. Si en la realidad los dos elementos se excluyen, en el plano simbólico se acoplan y se funden: Is 43,2; Eclo 51,3-5. "Tragar vivos" se dice del seol o el hades: Nm 16,30-33, texto que añade el castigo del fuego. Se añaden dos imágenes opuestas y correlativas: la fiera que desgarra con los dientes y el cazador que atrapa en la trampa. Si en términos descriptivos el poema carece de precisión, en términos expresivos la acumulación de imágenes es válida.
El ámbito psicológico es el espacio donde se revela la acción de Dios. En el límite vivido de nuestro ser, que es la contingencia, surge el ser total y absoluto que nos sostiene.
124,1-2 Comienza de repente, de modo que el invitatorio retrasado interrumpe. Ocupan los puestos extremos Yhwh, Israel y "hombre".
124,5 Para la imagen léase Is 8,8 en su contexto.
124,7 Imagen de sapienciales: Prov 6,5; 7,23.
124,8 Casi repetición de Sal 121 ,2; ha cuajado como fórmula litúrgica.
Transposición cristiana.
Sobre el peligro de fuego yagua véase Mt 17,15. Agustín pone el salmo en boca de cristianos glorificados, especialmente de mártires.
Evangelio. Mateo 5,1-12
1 Al ver Jesús las multitudes subió al monte, se sentó y se le acercaron sus discípulos.
2 Él tomó la palabra y se puso a enseñarles así:
3 Dichosos los que eligen ser pobres,
porque ésos tienen a Dios por rey.
4 Dichosos los que sufren,
porque ésos van a recibir el consuelo.
5 Dichosos los sometidos,
porque ésos van a heredar la tierra.
6 Dichosos los que tienen hambre y sed de esa justicia,
porque ésos van a ser saciados.
7 Dichosos los que prestan ayuda,
porque ésos van a recibir ayuda.
8 Dichosos los limpios de corazón.
porque ésos van a ver a Dios.
9 Dichosos los que trabajan por la paz,
porque a ésos los va a llamar Dios hijos suyos.
10 Dichosos los que viven perseguidos por su fidelidad,
porque ésos tienen a Dios por rey.
11 Dichosos vosotros cuando os insulten, os persigan y os calumnien de cualquier modo por causa mía.
12 Estad alegres y contentos, que grande es la recompensa que Dios os da; porque lo mismo persiguieron a los profetas que os han precedido.
EXPLICACIÓN.
4,25-5,12. Multitudes judías y paganas. La actividad de Jesús rompe las fronteras entre los pueblos (4,25). Reacción de Jesús, subir al monte, lugar de la presencia y actividad divinas. Va a promulgar el estatuto del Reino, a definir la nueva alianza y a constituir el nuevo pueblo. Sube al monte como Moisés y habla desde él como Dios: el Hombre-Dios.
"Pobres" (3), en la tradición judía, los pobres sociológicos; "eligen", lit. "por el/su espíritu", que indica un acto interior del hombre, de inteligencia, voluntad o sentimiento; en este contexto, de voluntad (= decisión, opción). "Los pobres por propia decisión" = los que eligen ser pobres. Jesús mismo lo interpreta en 6,24 (opción entre Dios y el dinero). Tienen a Dios por rey (lit. "de ellos es el reinado de Dios"), es decir, sólo con ellos actúa Dios como rey. El reinado de Dios pone fin a la miseria; no carecerán de lo necesario ni tendrán que someterse a otros para obtener el sustento (6,25-34). Esta pobreza se opone al acumular y retener bienes (6,19-21) y supone la disposición a compartir lo propio (6,22). Ésta es la buena noticia a los pobres (Is 61,1; Mt 11,15).
Las tres bienaventuranzas siguientes contienen una promesa de liberación, efecto de la opción por la pobreza.
Los que sufren (4), alusión a Is 61,1 donde se trata de la opresión de Israel. Jesús anuncia el fin de la opresión para la humanidad entera.
Los sometidos (5), según el texto de Sal 37,11: los que han perdido su independencia económica y su libertad y tienen que vivir sometidos a los poderosos que los han despojado. La tierra, universal: plena restitución de la libertad e independencia.
Esa justicia (6) condensa las dos bienaventuranzas anteriores: verse libres de la opresión, gozar de independencia y libertad.
Las tres bienaventuranzas siguientes definen la labor del grupo cristiano en medio de la sociedad.
Los que prestan ayuda (7), la misericordia expresada en obras.
Los limpios de corazón (8), cf. Sal 24,4, en paralelo con "el de manos inocentes": buena intención que se traduce en conducta sincera. Ver a Dios, la experiencia constante de su presencia. No cuenta ya la pureza de la ley, sino la del comportamiento, ni el encuentro con Dios en el templo (Sal 24,3; 42,3.5; 43,3), sino en la vida.
La paz (9): prosperidad, tranquilidad, derecho, justicia; en suma, la felicidad individual y social. Condensa las dos bienaventuranzas anteriores. Tal actividad hace al hombre semejante a Dios, por ser la misma que él ejerce con los hombres. No relación de siervo a señor, sino de hijo a Padre (cf. Os 2,1).
La última bienaventuranza (10) completa la primera (3) (ambas en presente y con el segundo miembro igual). La persecución no es un fracaso, y es consecuencia de la fidelidad a la opción inicial (5,3). La sociedad, basada en la ambición de poder, gloria y riqueza, no la tolera.
Las promesas de futuro (vv. 4-9) son efecto de la opción y fidelidad presentes (vv. 3,10). Liberación progresiva de los oprimidos por la existencia del grupo humano que opta contra los valores de la sociedad y crea una alternativa.
Para los discípulos (11s) desarrolla la última bienaventuranza. La sociedad ejercerá sobre ellos una presión más o menos cruenta. La reacción ha de ser de alegría. Su recompensa será la experiencia de que Dios reina sobre ellos. Con su modo de vivir, los discípulos toman el puesto de los profetas de antaño: hacen visible una nueva relación humana, que denuncia la injusticia existente.
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