3 OPCIONES.
1ª OPCIÓN.
Primera Lectura. 1 Reyes 2,1-4.10-12.
1Estando ya próximo a morir, David hizo estas recomendaciones a su hijo Salomón:
2-Yo emprendo el viaje de todos. ¡Ánimo, sé un hombre! 3Guarda las consignas del Señor, tu Dios, caminando por sus sendas, guardando sus preceptos, mandatos, decretos y normas, como están escritos en la Ley de Moisés; para que tengas éxito en todas tus empresas, adondequiera que vayas; 4para que el Señor cumpla la promesa que me hizo: "Si tus hijos saben comportarse, procediendo sinceramente de acuerdo conmigo, con todo el corazón y con toda el alma, no te faltará un descendiente en el trono de Israel.
10David fue a reunirse con sus antepasados y lo enterraron en la Ciudad de David. 11Reinó en Israel cuarenta años: siete en Hebrón y treinta y tres en Jerusalén. 12Salomón le sucedió en el trono, y su reino se consolidó.
Explicación.
2,1-4 El testamento de David comienza con una exhortación en estilo deuteronomista. Se parece al primer cap. de Josué y recuerda el testamento de Samuel (1 Sm 12). El texto parece hacer sido añadido después de la reforma de Josías, cuando la "ley de Moisés" equivale al Deuteronomio; y también cuando ya ha sucedido el destierro que proyecta su sombra trágica sobre las últimas palabras de David. La generación del destierro ha de saber que la continuidad dinástica estaba subordinada al cumplimiento de la alianza y también debe saber que todavía es posible el restablecimiento de dicha promesa por el camino de la fidelidad a la alianza. A la luz de estos sucesos tremendos se ha de leer la historia de la monarquía -nos dice el que insertó esetas palabras.
2,2 Jos 23,14; Dt 17,18s.
2,4 2 Sm 7,12-16.
2,10 Lo que hoy se nos muestra y venera como sepulcro de David es una ficción tardía, pero refleja la estima incomparable del pueblo por su gran monarca y fundador de la dinastía. No lo entierran en el sepulcro de familia (como a los jueces y a Saúl), sino en la nueva capital, como perpetuando en muerte la posesión adquirida: algo semejante al venerable sepulcro del patriarca Abrahán en Hebrón. El sepulcro de David añade prestancia y fuerza de atracción a la capital del reino unificado.
2,11 Véase 2 Sm 5,5. Se coloca hoy la sucesión de Salomón en el año 971; la muerte de David sobrevendría algo más tarde.
2,12 El reino que se consolida es el fundado por David : es la obra entera de la monarquía unificada, de la soberanía sobre reinos vasallos, del nuevo régimen monárquico.
Para consolidar su posición, Salomón se adelanta a eliminar enemigos presentes y potenciales, en parte cumpliendo el testamento de su padre, en parte vigilando a su rival. Esta primera etapa sangrienta de consolidación es el tema del capítulo. Que la continuidad dinástica y el reino del rey prodentes se tengan que asegurar con un baño de sangre, es algo que el narrador ni disimula ni encuentra escandaloso.
Se trata de cuatro figuras insignes y representativas: Adonías por la casa real, Joab por el ejército, Abiatar por el sacerdocio, Semeí por la tribu de Saúl. Cada uno poderoso a su manera; unidos, capaces de derrumbar la casa del rey.
Salmo. 1 Crónicas 29,10-12.
Oración de David.
10Entonces bendijo al Señor en presencia de toda la comunidad y dijo:
-Bendito seas, Señor, Dios de nuestro padre Israel, desde siempre y para siempre. 11 A ti, Señor, la grandeza, el poder, el honor, la majestad y la gloria, porque tuyo es cuanto hay en cielo y tierra. 12Tuyo el reino y el que está por encima de todos. Riqueza y gloria vienen de ti. Todo lo gobiernas. En tus manos están la fuerza y el poder, en tus manos engrandecer y fortalecer a quien quieras.
Explicación.
29,10 Al principio nombra al patriarca Israel; al final, a los tres patriarcas, en inclusión poco marcada.
29,11 Empieza con el reconocimiento (que inspirará diversos himnos insertos en el Apocalipsis del NT). El "reino y el que está por encima" son la nación israelita y su rey; son la posesión particular del Señor en la tierra. Por tanto, el reino no es propiedad del rey, sino que, referidos ambos a Dios, muestran una diferencia muy relativa.
29,12 Dios comunica a otros de lo suyo, eligiendo hombres y manteniendo la soberanía de la historia. (Se evita el título de "rey" para el hombre y para Dios; no así en el salmo citado en el cap. 16).
Evangelio. Marcos 6,7-13.
(Mt 10,1.5-15; Lc 9,1-6)
7Convocó a los Doce y comenzó a enviarlos de dos en dos, dándoles autoridad sobre los espíritus inmundos. 8Les prohibió coger nada para el camino, sólo un bastón: ni pan, ni alforja, ni dinero en la faja; 9llevar sandalias, sí, pero no ponerse dos túnicas. 10Además les dijo:
-Cuando en algún sitio os alojéis en una casa, quedaos en ella hasta que os vayáis del lugar. 11Y si un lugar no os acoge ni os escucha, al marcharos sacudíos el polvo de las suelas, como prueba contra ellos.
12Ellos se marcharon y se pusieron a predicar que se enmendaran; 13expulsaban muchos demonios y, además, aplicaban unturas de aceite a muchos enfermos y los curaban.
Explicación.
(6,7-13): Se realiza la misión anunciada en 3,14s. Los espíritus inmundos, el fanatismo de las ideologías (7). Los enviados no deberán confiar en el dinero, sino en la gente (8). La doble túnica era señal de riqueza (9). En caso de rechazo, el gesto que hacían los judíos al salir de tierra pagana, prueba de su alejamiento de Dios (10-11). La misión no refleja «el secreto del Reino» (4,11); predicar para obtener la enmienda era lo propio de Juan Bautista (1,4); para Jesús, la enmienda era solamente condición para el reinado de Dios (1,15).
2ª OPCIÓN.
Primera Lectura. Gálatas 2,19-20
Explicación.
Cuando era judío, Pablo vivía para la Ley, pues ésta concentra la atención del hombre en la observancia de sus preceptos; es ahora cuando, libre de la Ley, vive para Dios. Está identificado con la muerte de Jesús y la adhesión a él en su vida. Decisión irreversible (19-21).
Salmo. 126,1-6
1Cuando cambió el Señor la suerte de Sión,
creíamos soñar;
2se nos llenaba de risas la boca,
la lengua de júbilo.
Hasta los paganos comentaban:
«El Señor ha estado grande con ellos».
3-EI Señor ha estado grande con nosotros,
y celebramos fiesta.
4Cambia, Señor, nuestra suerte,
como los cauces del Negueb.
5Los que siembran con lágrimas
cosechan con júbilo.
6AI ir iba llorando
llevando la bolsa de semilla;
al volver vuelve cantando
llevando sus gavillas.
Explicación
126 Género y situación. Acción de gracias por una restauración y petición para que se complete. En la mayoría de los textos en que aparece la fórmula "cambiar la suerte", se refiere a la vuelta del destierro de Babilonia: Dt 30,3; ocho veces en el bloque Jr 29,14-33,26. Parece bastante probable que el salmo expresa el gozo por la vuelta del destierro en la primera repatriación, o en tiempo de Nehemías.
El gozo y el sueño. Tan grande es el gozo, que les parece un sueño. ¿Es pesimismo?: en la vida las dichas son sueño. ¿Es cautela?: por si acaso, no entregarse al gozo.
¿Realistas o soñadores? El salmo confiesa entre líneas que los soñadores tenían razón: como Isaías Segundo, como cuantos preparan los grandes cambios de la suerte.
Dos imágenes. a) Una lluvia torrencial puede llenar los cauces de torrentes y fertilizar algunas zonas de páramos (Job 38,25-27). Del mismo modo se llenarán los cauces de Judá con las corrientes de nuevos repatriados. b) Había años en que los labradores tenían que quitarse el pan de la boca para reservar simiente. Sembrar, aparte la fatiga del trabajo, era pasar hambre; pero no era estéril. Así la marcha al destierro, vista desde el retorno, no aparece estéril: fue siembra costosa para una cosecha gozosa. La palabra hebrea significa semilla vegetal y estirpe humana: Is 65,9; Jr 31,27; Os 2,25.
126,1-2a Forma pareja con el 124 como faceta complementaria.
126,2b Los paganos han sido testigos de la acción del Señor a favor de su pueblo: Sal 98,2; Is 52,1.
126,5 Puede compararse con Is 9,2; Sal 4,8.
126,6 Léase Bar 5,5-6.9.
Transposición cristiana.
La resurrección de Cristo es el inaudito cambio de la suerte; tanto que los apóstoles, al ser testigos de ella, no acababan de creerlo. Su cuerpo muerto ha sido la semilla fecunda (Jn 12,24). Siembra y cosecha en Jn 4,36-38.
Evangelio. Mateo 28,16-20
(Mc 16,14-18; Lc 24,36-39; Jn 20,19-23; Hch 1,9-11)
16Los once discípulos fueron a Galilea al monte donde Jesús los había citado. 17 Al verlo se postraron ante él, los mismos que habían dudado. 18Jesús se acercó y les habló así:
-Se me ha dado plena autoridad en el cielo y en la tierra. 19Id y haced discípulos de todas las naciones bautizadlos rara vincularlos al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo 20 y ensenadles a guardar todo lo que os mandé; mirad que yo estoy con vosotros cada día, hasta el fin de esta edad.
EXPLICACIÓN.
16-20. Los once discípulos (cf. 10,1); falta uno, judas el traidor, representante del Israel histórico que ha pedido la muerte de Jesús. El Israel mesiánico se forma sin integrar al antiguo pueblo como tal. Habían dudado (16), como Pedro (cf. 14,21), el escándalo de la cruz. En su vida mortal, «el Hombre» tenía autoridad «en la tierra» (9,6); ahora (cf. 26,64) su autoridad es la del Padre mismo (18): plena condición divina. Misión universal (19), va a cumplirse la promesa hecha a Abrahán (Gn 17,4s; 22,18). Jerusalén, capital de Israel, queda atrás y no va a ser objeto de nueva misión (10,6; 15,24); Galilea abre el camino hacia los paganos. Primer medio para hacer discípulos: el bautismo, que vincula al Padre, fuente del Espíritu, al Hijo, de quien se recibe, y al Espíritu mismo, que potencia al hombre, completa su ser y lo pone en la línea del "Hombre» (cf. 3,16). Segundo medio, la instrucción o enseñanza sobre la práctica del mensaje. Cuanto os mandé, alusión a los «mandamientos mínimos» (5,19), las bienaventuranzas. Los que enseñan esto han de practicarlo (5,19). Promesa para la misión (20b). Así se cumplirá el contenido de su nombre, ¡ Emmanuel!: «Dios con nosotros».
3ª OPCIÓN.
Primera Lectura. Romanos 8,31-39
31¿Cabe decir más? Si Dios está a favor nuestro, ¿quién podrá estar en contra? 32Aquel que no escatimó a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo es posible que con él no nos lo regale todo? 33¿Quién será el fiscal de los elegidos de Dios? Dios, el que perdona. Y 34¿a quién tocará condenarlos? Al Mesías Jesús, el que murió, o, mejor dicho, resucitó, el mismo que está a la derecha de Dios, el mismo que intercede en favor nuestro. 35¿Quién podrá privarnos de ese amor del Mesías? ¿Dificultades, angustias, persecuciones, hambre, desnudez, peligros, espada? 36Dice la escritura:
Por ti estamos a la muerte todo el día,
nos tienen por ovejas de matanza (Sal 43,23).
37Pero todo eso lo superamos de sobra gracias al que nos amó. 38Porque estoy convencido de que ni muerte ni vida, ni ángeles ni soberanías, ni lo presente ni lo futuro, ni poderes, 39ni alturas, ni abismos, ni ninguna otra criatura podrá privarnos de ese amor de Dios, presente en el Mesías Jesús, Señor nuestro.
EXPLICACIÓN.
31-39. Ninguna intranquilidad para el cristiano, sobre él no pesa condena alguna (cf. 8,1). Dios, el ofendido, no acusa; Jesús Mesías, el presunto juez, se hace abogado defensor. En Dios no hay aspectos negativos. Él no sólo da la victoria sobre el pecado, sino también la posibilidad de superar los obstáculos externos. Tampoco los determinismos cósmicos (ángeles, soberanías) se imponen al hombre. No se excluye el esfuerzo, pero no hay temor al fracaso.
Salmo. 31,3-4.6-8.16-17
3 Préstame oído, ven aprisa a librarme,
sé mi roca de refugio, mi alcázar salvador;
4 que mi peña y alcázar eres tú:
por tu nombre dirígeme y guíame;
6 En tu mano encomendaba mi vida:
y me libraste, Señor, Dios fiel.
7 Odias a quienes veneran ídolos vanos,
yo en cambio confío en el Señor.
8 Festejaré, celebraré tu lealtad,
pues te fijaste en mi aflicción
velaste por mi vida en peligro.
16 En tu mano están mis azares:
líbrame de los enemigos que me persiguen.
17 Muestra a tu siervo tu rostro radiante,
sálvame por tu lealtad.
Explicación.
31, 2b-5. Se adensa la súplica en siete imperativos de liberación y cuatro sustantivos que componen un espacio metafórico militar o cinegético. El orante se imagina como animal indefenso, acosado por cazadores que intentan matarlo; salta a una peña, busca una roca, cae en la red; alguien lo saca y conduce a lugar seguro (véase v.9). Cabe también la imagen militar recordando las aventuras de David huido por las montañas: 1 Sm 22,4s; 24,23. El paso de una imagen a otra es fluido, las imágenes pierden precisión. "Por tu nombre": puede ser también título o fama; el orante no alega méritos propios, sino peligros, y la fama o prestigio de Dios.
31,6-9. Los verbos del orante. El hifil de pqd es confiar un depósito a un guardián (Lv 5,21.23). Implica que el guardián es fiel (6b) y que uno se fía de él (7b). El orante deposita, no una propiedad preciosa, sino el "aliento" o vida o espíritu (cfr. Nm 27,16). En fuerte contraste están (a la letra) "quienes guardan soplos vanos" (Jn 2,9). Con los verbos del Señor podemos componer una secuencia: libró - se fijó - se ocupó no entregó - estableció. Verbos ricos de paralelos. P. ej. "fijarse en la aflicción": Ex 3,7; 4,31; Dt 26,7; "entregar en poder" 1 Sm 23,11 "establecer", con resonancia de nombrar: Sal 18,34; 30,8. El "espacio" se opone a la estructura (de 8b y 10a). Llamar a los ídolos "soplos" se encuentra en Dt 32,21 y es corriente en Jr.
31,7 "Odias": leo segunda persona como pide el sentido y recomiendan versiones antiguas.
31,8 Demasiado pronto en el salmo se anticipa la celebración; prepara una pausa.
31,16 "Azares". La temporalidad, que se va gastando medida en años (11), ahora se mide en horas o instantes. Toda la vida, desmenuzada y cambiante, mantenida en su cambio y continuidad por Dios.
31,17 "Iluminar el rostro" es mostrarlo benévolo, como el sol un día sereno. La expresión es propia de la bendición (Nm 6,25) y de la súplica: Sal 67,2; 80,4.8.20. Si antes (2) invocaba la justicia, ahora invoca la "lealtad" o misericordia, su correlativa.
TRANSPOSICIÓN CRISTIANA.
El salmo se ha hecho famoso porque el v.6 lo pone Lucas en boca de Cristo agonizante (23,46) y luego en boca de Esteban mártir (Hch 7,59). Dios recibe en depósito una vida, que no se perderá. En la misma línea se puede leer el v.16, y de ahí se extiende a la lectura cristológica y eclesiológica; sólo que corrigiendo el v.18, pues ni Jesús ni esteban piden la muerte de sus enemigos.
Evangelio. Mateo 16,24-27
24 Entonces dijo a los discípulos:
- El que quiera venirse conmigo, que reniegue de sí mismo, que cargue con su cruz y entonces me siga.
25 Porque si uno quiere poner a salvo su vida, la perderá; en cambio, el que pierda su vida por causa mía, la pondrá al seguro.
26 Y luego, ¿de qué le sirve a un hombre ganar el mundo entero a precio de su vida? ¿Y qué podrá dar para recobrarla?
27 Además, el Hombre va a venir entre sus ángeles con la gloria de su Padre, y entonces retribuirá a cada uno según su conducta.
Explicación.
Condiciones del seguimiento (24). Adhesión inicial (venirse conmigo); primera condición: renunciar a toda ambición personal (5,3); segunda, aceptar ser perseguido por la sociedad y aun condenado a muerte (cf. 5,10); nuevas formulaciones de la primera y última bienaventuranza (5,3.10): son los mandamientos mínimos (5,19). Tres argumentos en favor del seguimiento (25-27): 1) la vida física no es el valor supremo; 2) un ideal sólo para esta vida no puede satisfacer; 3) habrá una reivindicación para los que lo sigan (cf. 25,31-46). Colofón: prueba de la verdad de sus palabras: un acontecimiento clamoroso hará ver que el Mesías, el Hombre rechazado, interviene en el curso de la historia (cf. 24,34s).
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