PRIMERA LECTURA. Sabiduría 18,14-16; 19,6-9.
14Un silencio sereno lo envolvía todo,
y al mediar la noche su carrera,
15tu palabra todopoderosa se abalanzó, como paladín inexorable,
desde el trono real de los cielos al país condenado;
16llevaba la espada afilada de tu orden terminante;
se detuvo y lo llenó todo de muerte;
pisaba la tierra y tocaba el cielo.
19 6Porque la creación entera, cumpliendo tus órdenes,
cambió radicalmente de naturaleza
para guardar incólumes a tus hijos.
7Se vio la nube dando sombra al campamento,
la tierra firme emergiendo donde había antes agua,
el Mar Rojo convertido en camino practicable
y el violento oleaje hecho una vega verde;
8por allí pasaron, en formación compacta,
los que iban protegidos por tu mano,
presenciando prodigios asombrosos.
9Retozaban como potros y triscaban como corderos,
alabándote a ti, Señor, su libertador.
Explicación.
18,14-16 Véanse los apuntes rápidos de 11,20 y 12,9 . Aquí la palabra asume una figura impresionante, remotamente inspirada en el Dios guerrero de Hab 3, como traducción poética del "exterminador" de Ex 12,23 (cfr. Ex 11,4-5). También recuerda la figura del ángel de la peste según 1 Cr 21,6.
18,15 En contraste con 9,4.10 Y 7,23,
18,16 Compárese con la espada de 5,18; Is 34,5-6.
19,6 "A tus órdenes": 16,24.25 y 5,17; lo mismo los gobernantes (6,4). "Tus hijos": véase el comentario a 18,13 con las referencias a los caps. 2 y 5.
19,7a Compárese con Eclo 24,3.
19,7d Novedad: la hierba brota en el puesto del agua.
19,9 La comparación con los caballos puede aludir irónicamente a la caballería del Faraón ahogada en el mar.
SALMO. 105,2-3.36-37.42-43.
2Cantadle al son de instrumentos,
comentad todas sus maravillas.
3Gloriaos de su nombre santo,
que se alegren los que buscan al Señor.
36Hirió a los primogénitos del país:
primicias de su virilidad.
37Los sacó cargados de oro y plata,
y entre sus tribus ninguno tropezaba.
42Porque se acordaba de la palabra sagrada
que había dado a Abrahán, su siervo.
43Sacó a su pueblo con alegría,
a sus escogidos con aclamaciones.
Explicación.
105,1-7 Largo invitatorio marcando un tempo andante. Aunque el tema es nacional, quiere un auditorio internacional (1), ya que "nuestro Dios" es universal (7).
105,36 "Primicias de la virilidad": Gn 49,3; Dt 21,17; Sal 78,51.
105,37 -38 Así culmina la salida, sin el magnífico paso del Mar Rojo.
105,42 Incluso la palabra "alianza" se retira y cede todo el espacio a la promesa patriarcal.
105,43-44 Dos versos resumen la epopeya: salida gozosa y triunfal, entrada en la tierra para tomar posesión de ella.
Transposición cristiana.
El tema de la promesa, contrapuesta a la ley, es fundamental en la teología de Pablo. Para comenzar léanse Gal 3,16-18.26-29; Rom 4,16. La Iglesia debe incorporar a su alabanza la historia de Israel, como parte de su historia. Después puede añadir otras meditaciones de su historia.
EVANGELIO. Lucas 18,1-8.
1 Para explicarles que tenían que orar siempre y no desanimarse, les propuso esta parábola:
2 -En una ciudad había un juez que ni temía a Dios ni respetaba a hombre.
3 En la misma ciudad había una viuda que iba a decirle: "Hazme justicia frente a mi adversario".
4 Por bastante tiempo no quiso, pero después pensó: "Yo no temo a Dios ni respeto a hombre,
5 pero esa viuda me está amargando la vida; le voy a hacer justicia, para que no venga continuamente a darme esta paliza".
6 Y el Señor añadió:
- Fijaos en lo que dice el juez injusto;
7 pues Dios ¿no reivindicará a sus elegidos, si ellos le gritan día y noche, o les dará largas?
8 Os digo que los reivindicará sin tardar. Pero cuando llegue el Hombre, ¿qué?, ¿va a encontrar esa fe en la tierra?
EXPLICACIÓN.
C '. La oración. 1-14 Nueva temática, vista desde dos aspectos diferentes, la petición insistente (1-8) y dos modos opuestos de orar (9-14); cf. 11,1-13.
1-8 Disposición subjetiva respecto a la llegada del Reino, tema de la perícopa anterior: no desfallecer en la petición (paralelo con 11,5-13), que expresa el deseo de justicia/reivindicación (cf. 11,30) (1).
Parábola: la insistencia vence la resistencia del juez injusto (2-5). Dios, en cambio, desea reivindicar a los oprimidos, pero su acción será una respuesta al deseo de liberación que éstos muestren (7: le gritan día y noche).
La injusticia está encarnada en la institución judía (3: el adversario) que ha dado muerte a Jesús. Los elegidos son los Doce, el Israel mesiánico (cf. 6,13), que deben pedir a Dios que el sistema opresor caiga lo antes posible (7).
Jesús duda de que sientan ese deseo de justicia. La llegada del Hombre, el momento de la reivindicación, la destrucción de Jerusalén (cf. 17,30). No van a tener esa fe, porque no han roto aún radicalmente con la institución judía (cf. 17,6). La tierra designa el territorio de Israel (cf. 7,9). Lc describe la situación posterior de los creyentes de origen judío, que siguen apegados a la ideología e instituciones del judaísmo (cf. Hch 2,46).
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