miércoles, 31 de julio de 2019

LECTURAS DEL MIÉRCOLES 31 DE JULIO DEL AÑO 2019

2 OPCIONES.

1ª OPCIÓN.


PRIMERA LECTURA. Éxodo 34,29-35.

La gloria de Moisés (2 Cor 3-4).

29Cuando Moisés bajó del monte Sinaí llevaba las dos losas de la alianza en la mano; no sabía que tenía radiante la cara de haber hablado con el Señor. 30Pero Aarón y todos los israelitas vieron a Moisés con la cara radiante, y no se atrevieron a acercarse a él. 31Cuando Moisés los llamó, se acercaron Aarón y los jefes de la comunidad, y Moisés les comunió las órdenes que el Señor le había dado en el monte Sinaí. 33Y cuando terminó de hablar con ellos, se echó un velo por la cara.
34Cuando Moisés acudía al Señor para hablar con él, se quitaba el velo hasta la salida. Cuando salía, comunicaba a los israelitas lo que le habían mandado. 35Los israelitas veían la cara radiante, y Moisés se volvía a echar el velo por la cara, hasta que volvía a hablar con Dios.

Explicación.

34,29-35 Moisés se ha expuesto a la luminosidad esplendente, la gloria del Señor, y la luz lo ha transfigurado sin que él se de cuenta. Su rostro se ha vuelto luminoso, con luz reflejada. En esa radiación luminosa reconocen los israelitas un reflejo de la gloria del Señor. Todo lo que él dice es resonancia  de Dios, del mismo modo que su luminosidad es un reflejo de Dios. El esplendor es como un halo que enmarca el oráculo y el mediador. Ese fenómeno se repetirá, yo ya en la montaña, sino en la tienda del encuentro. Véanse Sal 34,6, invitación a toda la comunidad, y la aplicación al apóstol de 2 Cor 3,7-18; 4,1-4.

              Esta sección clausura la última bajada del Sinaí y todas las otras.

SALMO. 99,5-7.9.


5Ensalzad al Señor Dios nuestro, 
postraos ante el estrado de sus pies:
Él es Santo.
6Moisés y Aarón entre sus sacerdotes, 
Samuel entre los que invocan su nombre:
invocaban al Señor y él respondía.

7Dios les hablaba desde la columna de nubes; 
cumplían sus órdenes y la ley que les dio. 
9Ensalzad al Señor Dios nuestro 
postraos hacia su monte santo: 

Santo es el Señor nuestro Dios.
Explicación.
99,5 "Estrado" puede ser el templo (Sal 132,7; 1 Cr 28,2), el monte santo (Lam 2,1), la tierra (Is 66,1).
99,6 La terna es insólita y extraña. Podemos considerar a Moisés como mediador de la ley, a Aarón como representante del sacerdocio, a Samuel como profeta. El autor los junta en el "sacerdocio". Pienso que con ello quiere subrayar su santidad o consagración, inscribiéndolos en la categoría que mejor la representa en su época. El Dios santo es accesible a la "llamada" e invocación.
99,7 La respuesta de Dios es oracular y misteriosa (cfr. Ex 24,15-18), Su contenido son las estipulaciones de la alianza, que toda la comunidad debe observar. 
 
99,9 "Dios nuestro" es título de alianza; "monte santo" sintetiza la elección de Jerusalén, lugar del templo. Allí se concentra e intensifica la manifestación de su santidad.

Transposición cristiana.
El tema de la santidad atraviesa todo el NT. Empezamos por el padrenuestro. Después aplicamos el trisagio a la Trinidad. Al Padre (Jn 17,11; Ap 15,3s; 
16,5); al Hijo (Lc 1,35; Jn 6,69); al Espíritu Santo, protagonista de Hch. En consecuencia, toda la comunidad cristiana debe ser santa y consagrada: Jn 17,19; 1 Pe 1, 5s.
EVANGELIO. Mateo 13,44-46.

44 Se parece el reino de Dios a un tesoro escondido en el campo; si un hombre lo encuentra, lo vuelve a esconder, y de la alegría va a vender todo lo que tiene y compra el campo aquél.
                  45 Se parece también el reino de Dios a un comerciante que buscaba perlas finas;
46 al encontrar una perla de gran valor fue a vender todo lo que tenía y la compró.

Explicación.

Parábolas  del tesoro y de la perla: el compromiso total que exige el Reino no se hace por un esfuerzo ascético de voluntad, sino por la alegría de haber descubierto un valor insospechado e incomparable. Va a vender todo lo que tiene (44.46), alusión a 5,3 (cf. 19,21).


2ª OPCIÓN.

Primera Lectura. 1 Corintios 10,31 -- 11,1

31-De todas formas, hagáis lo que hagáis, comer, beber o lo que sea, hacedlo todo para honra de Dios; 32no seáis un impedimento para los judíos ni griegos ni para la comunidad, 33como yo a mi vez procuro en todo dar satisfacción a todos, no buscando mi provecho, sino el de la gente, para que se salven.

11       1Seguid mi ejemplo, como yo sigo el de Cristo.

EXPLICACIÓN.

En los casos concretos, la solución no es fácil; no puede darse un principio tajante, pero la tendencia del cristiano ha de ser mirar por el bien del prójimo (31-33). Ejemplo de Pablo (11,1).

Salmo. 34,2-11


2 Bendigo al Señor en todo momento,
su alabanza está siempre en mi boca.
3 Yo me glorío del Señor:
que lo escuchen los humildes y se alegren.
4 Engrandeced conmigo al Señor,
ensalcemos junto su nombre.

5 Consulté al Señor y me respondió
librándome de todas mis ansias.
6 Contempladlo y quedaréis radiantes,
vuestro rostro no se sonrojará.
7 Este pobre clamó y el Señor le escuchó,
lo salvó de todos sus peligros.
8 El ángel del Señor acampa
en torno a sus fieles protegiéndolos.
9 Gustad y apreciad que bueno es el Señor:
dichoso el varón que se acoge a él.
10 Respetad al Señor, sus consagrados,
que nada les falta a quienes lo respetan.
11 Los ricos empobrecen y pasan hambre,
los que buscan al Señor no carecen de bienes.


Explicación.


34,2 "En todo momento": varias veces insiste el orante en la totalidad: 5.7.18.20.21.

34,3 El hombre no debe gloriarse de méritos propios; su orgullo es el Señor su Dios: Jr 9,22s. Lo cual es otra forma de alabanza. Si los marginados pueden alegrarse de la experiencia del orante, es que él no es ajeno a la categoría.

34,4 "Engrandecer" es reconocer la grandeza, como enaltecer es reconocer la sublimidad. Dos dimensiones humanas o cósmicas se proyectan hacia Dios.

34,5 Consulta del hombre y oráculo de respuesta son práctica religiosa común: véase p.ej: el caso de Raquel en Gn 25. La respuesta divina serena, tranquiliza.

34,6 Éste es el verso más importante del salmo. Leo imperativo con versiones antiguas. "Radiante" como Is 60,5; "sonrojarse" o quedar sombrío, como Is 24,23; Jr 15,9 o Miq 3,7. Con vocabulario diverso, creo que la invitación apunta a tres momentos de la vida de Moisés: en la vocación (Éx 3,6), en los encuentros personales con el Señor (Éx 33,8 y 34,29-33), cuando volvía radiante. El privilegio de Moisés se ofrece hoy a cualquiera: quien "contemple" a Dios, en el templo o en la oración, saldrá "radiante", no estará "sombrío" por el fracaso. Se podría tomar este verso como lema de la oración contemplativa.

34,7 Simple secuencia personalizada: clamar - escuchar - salvar.

34,8 "Acampar protegiendo" puede pertenecer al lenguaje militar. Implica que el "ángel del Señor", como capitán, dispone un escuadrón que rodea. Resuenan relatos de Éx y Nm.

34,9-11 Creo encontrar cierta coherencia temática en estos tres versos: "gustar y pasar hambre", "carestía y bienes". Propongo una hipótesis de lectura: aun cuando "ricos y poderosos" (corregido) "pasen hambre", los "fieles consagrados" al Señor "no carecerán de nada"; más aún, participando en el banquete sagrado "gustarán la bondad del Señor". Los versos invierten el orden cronológico, y cabe una lectura más genérica.

34,9 Es un caso de "aplicación de sentidos". Los sentidos corporales se toman como símbolo de experiencia espiritual. Se selecciona la inmediatez no discursiva y la duración pausada. Una traducción corpórea sonaría: "saboread lo sabroso que es el Señor". El símbolo pasa al lenguaje espiritual.

34,10 "Respeto": o reverencia, sentido religioso. "Consagrados": compárese con Éx 18,6.

34,11 Véase el cántico de Ana 1 Sm 2,5.



TRANSPOSICIÓN CRISTIANA.

La primera carta de Pedro cita dos pasos del salmo; el gustar al Señor, vinculado al bautismo (2,2-3); y el bloque sapiencial en 3,10-12 exhortando a la concordia. Heb 6,2 recoge el símbolo del gusto espiritual. Y el tema del quedar radiantes domina el comentario de 2 Cor 3,7-18.


Evangelio. Lucas 14,25-33


CONDICIONES PARA SER DISCÍPULO.

25 Lo acompañaban por el camino grandes multitudes; él se volvió y les dijo:
26 - Si uno quiere venirse conmigo y no me prefiere a su padre y a su madre, a su mujer y a sus hijos, a sus hermanos y hermanas, y hasta a sí mismo, no puede ser discípulo mío.
27 Quien no carga con su cruz y se viene detrás de mí, no puede ser discípulo mío.
28 Ahora bien, si uno de vosotros quiere construir una casa, ¿no se sienta primero a calcular los gastos, a ver si tiene para terminarla?
29 Para evitar que, si echa los cimientos y no puede acabarla, los mirones se pongan a burlarse de él a coro
30 diciendo: "Éste empezó a construir y no ha sido capaz de acabar".
31 Y si un rey va a dar batalla a otro, ¿no se sienta primero a deliberar si le bastarán diez mil hombres para hacer frente al que viene contra él con veinte mil?
32 Y si ve que no, cuando el otro está todavía lejos, le envía legados para pedir condiciones de paz.
33 Esto supuesto, todo aquel de vosotros que no renuncie a todo lo que tiene no puede ser discípulo mío.


Explicación.


Instrucción a las multitudes y a los discípulos. 14,25-17,10. Cambio de escenario. Como en 12,1-13,9, largo bloque constituido por dos secuencias. En la primera (14,25-15,32), Jesús se dirige a la multitud; en la segunda (16,1-17,10), principalmente a los discípulos y, por contraste, a los fariseos, cuyo influjo es visible en los primeros.

Primera secuencia: 14,25-15,32. Ante la influencia de gente que lo acompaña hacia Jerusalén, Jesús quiere precisar a las multitudes las condiciones del seguimiento. Discípuloes el que aprende de su maestro un modo de vida.

Primera condición para ser discípulo: subordinarlo todo a la adhesión a Jesús; el objeto de su actividad, la construcción de una sociedad nueva (el reino de Dios), es tan importante, que, en caso de conflicto, predomina sobre todo vínculo familiar (cf. 8,19-21; 11,27s; 12,49-53) e interés personal (9,23s) (26).

Segunda condición: asumir la hostilidad de la sociedad, que no tolera la alternativa que propone el Reino (27). Propone dos ejemplos para mostrar que la decisión no puede hacerse a la ligera; casa: el término griego puede significar lo mismo una torre que una casa de campo (28-32).




Tercera condición: desprenderse de lo que se tiene, para poner fin a la injusticia social causada por la acumulación de dinero (12,33; 18,22) (33). 

No hay comentarios:

Publicar un comentario