Lectura del libro del Cantar de los Cantares (2,8-14):
Explicación.
Sal 32,2-3.11-12.20-21
2 Dad gracias al Señor con la cítara,
tañed para él el arpa de diez cuerdas.
3 Cantadle un cántico nuevo
acompañad los vítores con bordones.
11 pero el proyecto del Señor se cumple siempre,
sus planes generación tras generación.
12 Dichosa la nación cuyo Dios es el Señor,
el pueblo que se escogió como heredad.
20 Nosotros aguardamos al Señor
que es nuestro auxilio y escudo;
21 lo festeja nuestro corazón
y en su santo nombre confiamos.
Explicación.
33,1-3 y 20-22 Forman el marco. De alguna manera el comienzo mira al pasado para cantarlo, el final queda a la expectativa del futuro. Los invitados son al principio los hombres rectos y honrados, no toda la comunidad. Al final entra la primera persona, como respondiendo a la invitación inicial, o como impresionados por el contenido del himno. Un "canto nuevo" puede sugerir la ocasión nueva o el tema o la melodía; la fórmula se vuelve convencional: Sal 40,4; 96,1; 144,9; 149,1.
33,3 Sal 149,1.
33,10-11 De las palabras y obras sube al plan o proyecto; del orden cósmico se baja al plano humano de la historia. La antítesis tiene un ejemplo concreto en los versos 16-17. El hombre proyecta en Dios su modo de proyectar: Is 55,8s; Prov 19,21. La acción creadora es instantánea: "lo dijo y existió"; el plan humano abarca las "generaciones" humanas.
Dios, que enseña al hombre a planear razonablemente (Prov 20,18), ¿se complace en hacerlo fracasar? ¿Para mostrar su superioridad? (cfr. el desarrollo irónico de Job 12,14-25). La respuesta ya la ha dado el v.5: "ama la justicia".
33,12 La elección es única, exclusiva, iniciativa de Dios sin mención de méritos. También esta decisión es justa: cfr. Dt 33,29.
TRANSPOSICIÓN CRISTIANA.
Podemos fijarnos en la escena de Getsemaní: en la oración de Jesús para aceptar el designio del Padre; en el intento armado de un discípulo contra el plan de Dios. En el prólogo de Juan, 1,3 se cita o se alude a los versos 6.9 del Salmo.
EVANGELIO. Lucas (1,39-45):
39 Por aquellos días María se puso en camino y fue a toda prisa a la sierra, a un pueblo de Judá;
40 entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel.
41 Al oír Isabel el saludo de María, la criatura dio un salto en su vientre e Isabel se llenó de Espíritu Santo.
42 Y dijo a voz en grito:
-¡Bendita tú entre las mujeres y bendio el fruto de tu vientre!
43 Y ¿quién soy yo para que me visite la madre de mi Señor?
44 Mira, en cuanto tu saludo llegó a mis oídos, la criatura saltó de alegría en mi vientre.
45 ¡Y dichosa tú por haber creído que llegará a cumplirse lo que te han dicho por parte del Señor!
Explicación.
Prontitud para el servicio (39): el Israel fiel (María), que vive fuera el influjo de la capital (Nazaret de Galilea), va en ayuda del judaísmo oficial (Isabel; Judá, nombre de la tribu en cuyo territorio estaba Jerusalén). El saludo de María comunica el Espíritu a Isabel y al niño (44). Isabel habla como profetisa (41s). La bendición, por la maternidad de María. El fruto del vientre (42: cf. Dt 7,13; 28,4). Por haber creído (45), a diferencia de Zacarías.
Primavera
ELLA 8¡Oíd, que llega mi amado
saltando sobre los montes,
brincando por los collados!
9Es mi amado como un gamo,
es mi amado un cervatillo.
saltando sobre los montes,
brincando por los collados!
9Es mi amado como un gamo,
es mi amado un cervatillo.
Mirad:
se ha parado detrás de la tapia,
atisba por las ventanas,
atisba por las ventanas,
mira
por las celosías.
10Habla mi amado y me
dice:
ÉL «¡Levántate, amada mía,
hermosa mía, ven a mí!
11Porque ha pasado el invierno,
ÉL «¡Levántate, amada mía,
hermosa mía, ven a mí!
11Porque ha pasado el invierno,
las
lluvias han cesado y se han ido,
12brotan flores en la vega,
12brotan flores en la vega,
llega
el tiempo de la poda,
el
arrullo de la tórtola
se
deja oír en los campos;
13apuntan los frutos en la higuera,
la viña en flor difunde perfume.
13apuntan los frutos en la higuera,
la viña en flor difunde perfume.
¡
Levántate, amada mía,
hermosa
mía, ven a mí!
14Paloma
mía que anidas
en
los huecos de la peña,
en
las grietas del barranco,
déjame ver tu figura,
déjame ver tu figura,
déjame
escuchar tu voz,
porque
es muy dulce tu voz
y
es hermosa tu figura». Explicación.
2,8-14 La primavera, cuando la vida en torno
despierta, como tiempo del amor. Ahora ella se encuentra en casa y le toca a él
venir a encontrarla. Antes de entrar espía curioso, quizá receloso. Y la invita
a salir al campo, que convida a los amantes con cantos de aves y aromas de
plantas. Pero ella es esquiva, como paloma torcaz; o finge esquivez aposta,
para provocar, hasta que él prorrumpe en su petición: oírla, verla. Al
principio era ella quien clamaba: oíd, mirad.
2,13
Repetirá la invitación en 4,8; allí lejana. Sal 32,2-3.11-12.20-21
2 Dad gracias al Señor con la cítara,
tañed para él el arpa de diez cuerdas.
3 Cantadle un cántico nuevo
acompañad los vítores con bordones.
11 pero el proyecto del Señor se cumple siempre,
sus planes generación tras generación.
12 Dichosa la nación cuyo Dios es el Señor,
el pueblo que se escogió como heredad.
20 Nosotros aguardamos al Señor
que es nuestro auxilio y escudo;
21 lo festeja nuestro corazón
y en su santo nombre confiamos.
Explicación.
33,1-3 y 20-22 Forman el marco. De alguna manera el comienzo mira al pasado para cantarlo, el final queda a la expectativa del futuro. Los invitados son al principio los hombres rectos y honrados, no toda la comunidad. Al final entra la primera persona, como respondiendo a la invitación inicial, o como impresionados por el contenido del himno. Un "canto nuevo" puede sugerir la ocasión nueva o el tema o la melodía; la fórmula se vuelve convencional: Sal 40,4; 96,1; 144,9; 149,1.
33,3 Sal 149,1.
33,10-11 De las palabras y obras sube al plan o proyecto; del orden cósmico se baja al plano humano de la historia. La antítesis tiene un ejemplo concreto en los versos 16-17. El hombre proyecta en Dios su modo de proyectar: Is 55,8s; Prov 19,21. La acción creadora es instantánea: "lo dijo y existió"; el plan humano abarca las "generaciones" humanas.
Dios, que enseña al hombre a planear razonablemente (Prov 20,18), ¿se complace en hacerlo fracasar? ¿Para mostrar su superioridad? (cfr. el desarrollo irónico de Job 12,14-25). La respuesta ya la ha dado el v.5: "ama la justicia".
33,12 La elección es única, exclusiva, iniciativa de Dios sin mención de méritos. También esta decisión es justa: cfr. Dt 33,29.
TRANSPOSICIÓN CRISTIANA.
Podemos fijarnos en la escena de Getsemaní: en la oración de Jesús para aceptar el designio del Padre; en el intento armado de un discípulo contra el plan de Dios. En el prólogo de Juan, 1,3 se cita o se alude a los versos 6.9 del Salmo.
EVANGELIO. Lucas (1,39-45):
39 Por aquellos días María se puso en camino y fue a toda prisa a la sierra, a un pueblo de Judá;
40 entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel.
41 Al oír Isabel el saludo de María, la criatura dio un salto en su vientre e Isabel se llenó de Espíritu Santo.
42 Y dijo a voz en grito:
-¡Bendita tú entre las mujeres y bendio el fruto de tu vientre!
43 Y ¿quién soy yo para que me visite la madre de mi Señor?
44 Mira, en cuanto tu saludo llegó a mis oídos, la criatura saltó de alegría en mi vientre.
45 ¡Y dichosa tú por haber creído que llegará a cumplirse lo que te han dicho por parte del Señor!
Explicación.
Prontitud para el servicio (39): el Israel fiel (María), que vive fuera el influjo de la capital (Nazaret de Galilea), va en ayuda del judaísmo oficial (Isabel; Judá, nombre de la tribu en cuyo territorio estaba Jerusalén). El saludo de María comunica el Espíritu a Isabel y al niño (44). Isabel habla como profetisa (41s). La bendición, por la maternidad de María. El fruto del vientre (42: cf. Dt 7,13; 28,4). Por haber creído (45), a diferencia de Zacarías.
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