sábado, 7 de diciembre de 2013

LECTURAS DEL SÁBADO 7 DE DICIEMBRE DEL AÑO 2013.

PRIMERA LECTURA Isaías (30,19-21.23-26):

19Vecinos de Sión, habitantes de Jerusalén,
no tendréis que llorar,
porque se apiadará al oír tu gemido;
apenas te oiga, te responderá.
20Aunque el Señor os dé el agua tasada
y el pan medido,
ya no se esconderá tu Maestro,
con tus ojos verás a tu Maestro;
21si os desviáis a derecha o izquierda,
tus oídos oirán una llamada a la espalda:
"Éste es el camino, caminad por él".
23Te dará lluvia para la semilla
que siembres en el campo,
el grano de la cosecha del campo
será rico y sustancioso;
aquel día tus ganados
pastarán en anchas praderas;
24los bueyes y asnos que trabajan en el campo
comerán forraje fermentado,
aventado con bieldo y horquilla.
25En todo monte elevado, en toda colina señera,
habrá acequias y cauces de agua,
el día de la gran matanza,
cuando caigan las torres.
26La luz de la Cándida será como la del Ardiente,
la luz del Ardiente será siete veces más intensa,
cuando el Señor vende la fractura a su pueblo
y le cure la herida que le causó.

Explicación.

30,18-26 Según la tradición litúrgica, el Señor es compasivo y clemente (Éx 34,6 y paralelos). Entonces, ¿por qué no se apiada, por qué da largas? Porque es recto y no deja impune la culpa. Su castigo abarca cuatro generaciones, su misericordia mil (Dt 5,9s); por tanto el hombre debe convertirse y esperar, hasta recibir de nuevo las bendiciones. Es lo que promete este oráculo.

Todavía hay un opresor, "torres" (2,15), todavía dura la opresión, "han medido" (Ez 4,10s). Su función es escarmentar: provocar la súplica (19), actuar la enmienda (21), inducir la abjuración (22). Entonces el Señor enviará las bendiciones de campos y ganados, hasta culminar en una fantástica transformación de la naturaleza (29,17-24).

30,19 Dios está predispuesto a escuchar el llanto y el gemido (cfr. Éx 3,7; 6,5).

30,20 Función educativa, como en Dt 8,1-5. El pueblo verá y oirá porque ha recobrado vista y oído (6,10; 29,18). Quien guía puede ir delante, para ser visto, puede ir detrás, gritando direcciones. Con su palabra, el Señor guía al hombre en las encrucijadas o cuando se desvía. More significa maestro o lluvia (Jl 2,23). Dios Maestro se opone a los ídolos, "maestros de mentira" (Hab 2,18s).

30,23-24 La lluvia prometida (Dt 11,11s; 28,12).

30,25-26 El oráculo da un auténtico salto lírico: de lo doméstico y sencillo a visiones fantásticas de escatología. La luna brilla como el sol, alumbrando la noche, se exalta la luz del sol, que es vida y alegría (Zac 14,7).

 Sal 146,1-2.3-4.5-6

1 Alabad al Señor, que es bueno tañerle,
nuestro Dios merece una alabanza armoniosa.
2EI Señor reconstruye Jerusalén
y reúne a los deportados de Israel.
3él cura los corazones contritos,
y venda sus llagas.
4Cuenta el número de las estrellas,
impone a cada una su nombre.
5Grande es nuestro dueño y poderoso,
su destreza no tiene medida.
6EI Señor sustenta a los humildes,
y humilla hasta el polvo a los malvados. 

Explicación.

147,1 Otros toman "bueno" como predicado de Yhwh. Sobre el valor de la música: Sal 81,3; 135,3.
147,2 Reconstrucción de la ciudad y repoblación son tareas correlativas, complementarias.
147,3 Médico es título clásico del Señor. El texto puede inspirarse en Is 61,1: el complemento confiere alcance simbólico al título.
147,4 Las estrellas son ejemplo proverbial de lo innumerable: Gn 15,5; 22,17; 26,4; Dt 10,22; Dios conoce no sólo el número, sino el nombre de cada una: Is 40,26.
147,6 Con valor correlativo: los humildes son víctima de los malvados .. 
Trasposición cristiana.
Es tradicional que Jerusalén represente a la Iglesia terrestre y a la celeste, de donde la lectura del salmo en dos claves complementarias. La palabra que viene a la tierra y corre veloz es el Hijo de Dios en la encarnación; como palabra se prolonga en la predicación del evangelio. 
 
EVANGELIO. Mateo (9,35–10,1.6-8):

35 Recorría Jesús todos los pueblos y aldeas, enseñando en las sinagogas de ellos, proclamando la buena noticia del Reino y curando todo achaque y enfermedad.
                   36 Viendo a las multitudes, se conmovió, porque andaban maltrechas y derrengadas como ovejas sin pastor.
37 Entonces dijo a sus discípulos:
                   - La mies es abundante y los braceros pocos; por eso,
38 rogad al dueño que mande braceros a su mies.


10           1 Y llamando a sus doce discípulos, les dio autoridad sobre los espíritus inmundos para expulsarlos y curar todo achaque y enfermedad.

6 mejor es que vayáis a las ovejas descarriadas de Israel. 
7 Por el camino proclamad que está cerca el reinado de Dios,
8 curad enfermos, resucitad muertos, limpiad leprosos, echad demonios. De balde lo recibisteis, dadlo de balde.


 EXPLICACIÓN.

9,35 - 10,4.    Nueva sección. Sumario de la actividad de Jesús (cf. 4,23) (35). Como ovejas sin pastor, cf. Nm 27,17; nadie se ocupa del pueblo. Situación desesperada. La petición al Padre (38) hará tomar conciencia de la necesidad. No hay en Mt institución de los DOce; representan al nuevo Israel, a todos los que han aceptado el programa de Jesús (5,3-10). Los capacita para vencer las resistencias al mensaje (10,1, espíritus inmundos).

Por el momento, misión limitada a Israel (26,13; 28,19; misión universal). Predicación igual a la de Jesús (4,17). Proclamación escueta de la buena noticia (4,17), acompañada de toda clase de señales (8,16; 9,35; 9,18-26; 8,2-4; 9,32s): liberar a los israelitas de las doctrinas que los tienen postrados y privados de vida. La idea de lucro ha de estar ausente (8): limpios de corazón (5,8).

viernes, 6 de diciembre de 2013

LECTURAS DEL VIERNES 6 DE DICIEMBRE DEL AÑO 2013.

PRIMERA LECTURA: Isaías (29,17-24):

Salvación escatológica. (32,15-20).

17Pronto, muy pronto, el Líbano se hará un vergel,
el vergel parecerá un bosque;
18aquel día oirán los sordos las palabras del libro,
sin tinieblas ni oscuridad
verán los ojos de los ciegos;
19los oprimidos volverán a festejar al Señor
y los pobres se alegrarán con el Santo de Israel,
20porque no quedarán tiranos,
se acabarán los cínicos
y serán aniquilados
los que se desvelan por el mal;
21los que acusan a uno en un proceso,
ponen trampas
al que defiende en un tribunal
y con falsedades hunden al inocente.
22Pues bien, esto dice el Señor,
Dios de la casa de Jacob,
que redimió a Abrahán:
Ya no fracasará Jacob, no sentirá sonrojo;
23cuando vean lo que hace mi mano
en medio de ellos,
santificarán mi nombre,
santificarán al Santo de Jacob
y temerán al Dios de Israel.
24Los que habían perdido la cabeza,
comprenderán,
y los que protestaban, aprenderán la lección.

Explicación.

29,17-24. Este oráculo tardío de restauración pasa por encima de 15-16 para empalmar con lo que precede en 28,1-29,14 y en capítulos más lejanos. Las maldiciones precedentes serán abolidas. Comienza con una transformación de la naturaleza, que restaura la destrucción (10,33s); vienen después las mutilaciones físicas, abolidas también en su función simbólica (6,10; 28,12.14.23; 29,10); siguen las opresiones de la injusticia, sustituidas por el reino de la justicia (1,21-26; 11,4; 28,6); finalmente, el hombre se enfrenta con Dios gozosamente (8,13). Se acabarán tiranos y cínicos burlones (28,14-22; 29,5), los insensatos comprenderán (28,7.9.19), La síntesis de naturaleza transfigurada, sentidos corporales, sentido ético y sentido religioso es semejante a la de 11,1-9.

29,17 El tiempo escatológico es inminente en su misterio. El hombre no puede precipitar sus plazos (5,19), sino que debe esperar.

29,18 Podría referirse al libro de Isaías (8,16; véase 34,16).

29,19-20 Falta el jefe davídico de 11,4.

29,21 Véase Am 5,12.15.

29,22 Recordando los nombres de los patriarcas, da profundidad histórica a la historia; falta Isaac.

29,23 Los ojos iluminados reconocen en la historia la santidad de Dios, su trascendencia que se nos impone, imprevisible y acertada.

Sal 26,1.4.13-14

1 El Señor es mi luz y mi salvación:
¿a quién temeré?
el Señor es baluarte de mi vida:
¿de quién me asustaré?

4 Una cosa pido al Señor,
es lo que busco:
habitar en la casa del Señor
todos los días de mi vida;
contemplando la belleza del Señor,
observando su templo.

13 Yo en cambio espero gozar
de la dicha del Señor en el país de la vida.
14 -Espera en el Señor, sé valiente,
ten ánimo, espera en el Señor.


Explicación.

27,1 Los tres títulos de Dios son un programa. Luz: Sal 36,10: Salvación Sal 18,3.47; baluarte Sal 31,3.5. Sobre el temor: Jr 1,17; Is 51,12.

27,4b Coincide conel final del Sal 23. Habitar vitaliciamente en el templo es privilegio de sacerdotes y levitas.

27,4c El templo material puede ser observado (Sal 48,13-15); la belleza del Señor se contempla en una experiencia espiritual.

 
27,13 "Yo en cambio": fórmula hebrea muy dudosa. Algunos lo toman como juramento. Hay que colocar el segundo hemistiquio en paralelo con 4c: en vez de belleza, bondad, en vez de templo, tierra de los vivos.

27,14 ¿Quién pronuncia las frases? - Un sacerdote, un profeta cúltico, o una voz interior. Siendo texto de repertorio, la asignación queda abierta.

TRANSPOSICIÓN CRISTIANA.


El tema de la confianza en Dios adquiere urgencia y validez renovadas por la revelación de la paternidad de Dios y la victoria de Cristo. Véase Jn 14,1s; 16,3; Lc 11,13; 1 Cor 1,3-5.

EVANGELIO. Mateo (9,27-31):

27 Cuando se marchó de allí, al pasar lo siguieron dos ciegos pidiéndole a gritos:
                   - Ten compasión de nosotros, Hijo de David.
                   28 Al llegar a la casa, se le acercaron los ciegos; Jesús les preguntó:
                   - ¿Tenéis fe en que puedo hacer eso?
                   Contestaron:
                   - Sí, señor.
                   29 Entonces les tocó los ojos diciendo:
                   - Según la fe que tenéis, que se os cumpla.
                   30 Y se les abrieron los ojos. Jesús les avisó muy enserio:
                   - Mirad que nadie se entere.
                   31 Pero cuando salieron hablaron de él por toda aquella comarca.

EXPLICACIÓN.

27 - 31.          Hijo de David, le atribuyen un mesianismo nacionalista y violento (cf. 22,41-46), por eso están ciegos. Dar vista a los ciegos, figura de la liberación (Is 29,18ss; 35,5.10; 42,6s; 49,6.9s). Curarlos significa sacarlos de la ideología nacionalista encarnada en la interpretación de la Ley enseñada por los letrados. 

jueves, 5 de diciembre de 2013

LECTURAS DEL JUEVES 5 DE DICIEMBRE DEL AÑO 2013.

PRIMERA LECTURA: Isaías (26,1-6):

Himno de victoria.

1Aquel día se cantará este canto
en el territorio de Judá:
Tenemos una ciudad fuerte:
le ha puesto para salvarla murallas y baluartes.
2Abrid las puertas, para que entre un pueblo justo
que guarda los compromisos;
3su voluntad es firme,
tú velas por su paz, porque confía en ti.
4Confiad siempre en el Señor,
porque el Señor es la Roca perpetua:
5doblegó a los que habitaban en la cumbre,
y a la ciudad encaramada la abatió,
la abatió hasta el suelo, la tumbó en el polvo;
6y la pisan los pies, los pies del oprimido,
las pisadas de los desvalidos.

Explicación.

26,1-6 Nuevo himno, paralelo del anterior, o segunda estrofa del mismo. A la ciudad rebelde se opone la ciudad santa, al orgullo el pueblo justo o inocente, al vano esfuerzo la segura confianza.

26,2 Entrada como en Sal 24,7.9; 118,19.

26,3 Según 7,9 y Hab 2,4.

Sal 117,1.8-9.19-21.25-27a

1Dad gracias al Señor, porque es bueno,
porque es eterna su misericordia. 
8Mejor es refugiarse en el Señor
que confiar en el hombre,
9mejor es refugiarse en el Señor
que confiar en los nobles. 
 19iAbridme las puertas del triunfo
y  entraré para dar gracias al Señor!
20-Ésta es la puerta del Señor:
los vencedores entrarán por ella.

21-Te doy gracias porque me respondiste
y fuiste mi salvación.
25iSálvanos, por favor, Señor,
por favor, danos éxito, Señor!

26-¡Bendito en nombre del Señor
el que viene!
Os bendecimos desde la casa del Señor.
27EI Señor es Dios, él nos ilumina. 
Explicación.
118,1-4 El estribillo es fórmula litúrgica de uso múltiple: Jr 33,11; 1 Cr 16; 2 Cr 5,13; 7,3; Esd 3,11 Y varias veces en el salterio.  
118,8-9 Quizá pronunciado por el coro.
Para el paralelismo de "hombres" y "príncipes" véase Sal 82,7.
118,19-20 Llega el momento de pasar a la otra zona, al ámbito de la acción de gracias formal, y el paso se simboliza atravesando una puerta ritual: Puerta de la Inocencia o de la Victoria. EL rito se parece a las liturgias de entrada: Sal 15 y 24; Is 33,14-16; lo imita Is 26,2s.
118,21 "Respondiste": con otra vocalización, "afligiste"; de modo que la acción de gracias sintetice los dos tiempos del proceso: como Is 12,1. 
118,25 La petición conserva todavía el valor de imperativo enfático (2 Sm 14,4; 2 Re 6,26). Más tarde se convierte en simple aclamación, apocopada en Hosana.
118,26-27a Cuidado con la distribución sintáctica correcta de la frase: "en el nombre del Señor" va con la invocación "bendito", no con el "venir": Nm 6,23-27. "Ilumine" también procede de Nm 6. La bendición es personal y después comunitaria.
118,26 Mt 21,9par.
Trasposición cristiana.
Éste es el salmo pascual por excelencia. Así nos lo enseña la tradición a partir del NT. La imagen de la piedra desechada, angular, la recogen Mt 21 ,42; Mc 12,1 Os; Lc 20,17; Hch 4,11; 1 Pe 2,6s. La aclamación Hosana: Mt 21,9; Mc 11,9s; Lc 19,18; Jn 12,13.
EVANGELIO. Mateo (7,21.24-27): 

21 No basta decirme: "¡Señor, Señor!", para entrar en el reino de Dios; no, hay que poner por obra el designio de mi Padre del cielo.
24 En resumen: Todo aquel que escucha estas palabras mías y las pone por obra se parece al hombre sensato que edificó su casa sobre roca. 
25 Cayó la lluvia, vino la riada, soplaron los vientos y arremetieron contra la casa; pero no se hundió, porque estaba cimentada en la roca.
                26 Y todo aquel que escucha estas palabras mías y no las pone por obra se parece al necio que edificó su casa sobre la arena.
27 Cayó la lluvia, vino la riada, soplaron los vientos, embistieron contra la casa y se hundió. ¡Y que hundimiento tan grande!


Explicación.

De nuevo (24-23) el primado de las obras sobre las palabras. Pero, más allá de las obras, Jesús juzga las intenciones. Lo extraordinario carece de valor (22-23) si no nace del amor no tiende a construir el reino de Dios. Parábola final (24-27): se contrapone el llevar o no a la práctica la enseñanza escuchada.  

miércoles, 4 de diciembre de 2013

LECTURAS DEL MIÉRCOLES 4 DE DICIEMBRE DEL AÑO 2013.

PRIMERA LECTURA. Isaías (25,6-10a):

El banquete del Señor.

6El Señor de los ejércitos
ofrece a todos los pueblos, en este monte,
un festín de manjares suculentos,
un festín de vinos de solera,
manjares enjundiosos, vinos generosos.
7Arrancará en este monte
el velo que cubre a todos los pueblos,
el paño que tapa a todas las naciones;
8y aniquilará la muerte para siempre.
El Señor enjugará las lágrimas
de todos los rostros
y alejará de la tierra entera
el oprobio de su pueblo
-lo ha dicho el Señor-

Moab, la ciudad rebelde (Is 16,6-11).

9Aquel día se dirá: Aquí está nuestro Dios,
de quien esperábamos que nos salvara:
celebremos y festejemos su salvación.
10aLa mano del Señor se posará en este monte.

Explicación.

25,6-8 El banquete real, después de la entronización de 24,23. Poder invitar a muchos es signo de poderío y riqueza (Est 1,3-8). El Señor invita a todos los pueblos a un banquete espléndido, que se celebrará en el Monte sagrado. En el banquete hace regalos a los comensales. El primero es su presencia y manifestación: antes los pueblos estaban como ciegos, tapados; ahora, removida la cubierta, pueden reconocerlo. El segundo es extraordinario: aniquila la muerte, la maldición original del hombre (Gn 3,19), para que los convidados vivan siempre con él, una vida sin dolor ni lágrimas. San Pablo (1 Cor 15,54) aplica un verso a la victoria de Cristo sobre la muerte; Ap 21,4, aplica dos versos a la vida en el cielo. Como una firma de tan estupenda promesa, afirma el texto que "lo ha dicho el Señor".

25,9-10a Nuevo himno de victoria. La batalla ha sido reñida, porque la ciudad ha resistido con todos sus medios.

Sal 22,1-3a.3b-4.5.6

Ez 34; Jn 10

1 El Señor es mi pastor: nada me falta.
2 En verdes praderas me hace recostar,
me conduce hacia fuentes tranquilas
3 y repara mis fuerzas;

me guía por senderos oportunos
como pide su título.
4 Aunque camine por cañadas oscuras,
nada temo: Tú vas conmigo;
tu vara y tu cayado me sisoigan.

5 Me pones delante una mesa
frente a mis enemigos.
Me unges con perfume la cabeza,
mi cabeza rebosa.
6 Tu bondad y lealtad me escoltan
todos los días de mi vida;
y habitaré en la casa del Señor
por días sin término.


Explicación.

23. Este salmo es uno de los favoritos del salterio: por la tradición de David pastor y por la culminación en la imagen del Buen Pastor. También por su sencillez y riqueza: en dos imágenes o escenas de conjunto comprime un número inesperado de símbolos elementales. Las imágenes son dos: el pastor en 1-4, el anfitrión en 5-6. El verso central, 4b, se une a lo que precede por la imagen, a lo que sigue por la aparición de la segunda persona.

La imagen del pastor está desarrollada con realismo y concreción, por medio de rasgos breves que evocan la escena. Hay que dejarse conducir por la imaginación, sin espiritualizar: el césped verde con una fuente, para tumbarse, reposar y recobrar fuerzas; las roderas del camino, la cañada al oscurecer, la vara que encamina con un toque y el callado que golpea rítmica y sonoramente el suelo. La imagen suelda dos planos de significado en una arista común, desde la cual se dominan ambas vertientes en mirada simultánea. Lo dicho de las ovejas vale del hombre; lo personal se adelanta a primer plano en el "tú vas conmigo".

La imagen libera varios símbolos, arquetípicos o culturales. La imagen del pastoreo se inscribe en las relaciones del hombre con los animales, dominados y domésticos. El verde aplaca los ojos, revela a la tierra materna y acogedora. El agua quita la sed y suscita energía vital. El caminar es experiencia radical. La oscuridad evoca miedos infantiles y temores no aclarados; en ella se siente con más fuerza la presencia amiga. La potencia simbólica de estos rasgos no se agota en la primera lectura.

La imagen del huésped. En la cultura nomádica es fundamental la hospitalidad. Podemos imaginar un fugitivo de su clan que pide asilo. El jeque lo acoge en su tienda, le ofrece protección, comida y bebida, ungüentos aromáticos. Al observar la escena los enemigos perseguidores se detienen en la puerta o cortina: el jeque lo protege. Cuando ha terminado, el jeque le ofrece una escolta que lo acompañe en el camino hasta casa, que es la casa del Señor. Esta parte añade los símbolos de comer y beber.

Las tradiciones del éxodo nos dan una clave para comprender la unidad de las dos imágenes: el Señor guía a su pueblo por el desierto como a un rebaño, buscándole agua y comida y reposo. Cuando llegan a la tierra prometida, el Señor los recibe como anfitrión en su territorio: Éx 15,13; Sal 68,11; 77,21. Dos veces el poeta interrumpe el descanso con el camino, no lo contrario. ¿Toda la vida en camino o una morada final en el templo? El poema termina con una tensión no resuelta, como si una y otra vez se volviera a empezar.

23,1 Es frecuente la imagen de Dios pastor: Sal 78,52; 80,2; Is 40,10s; Jr 23,4.

23,3 El hebreo shem puede significar nombre, título, fama. Aquí encaja mejor lo segundo.

23,4 "Me sosiegan": el verbo es frecuente en Is II: 40,1; 49,13; 51,3.12.19; 52,9.

23,5 El uso de perfumes en los banquetes está atestiguado abundantemente.

23,6 "Bondad y lealtad" personificados como escolta.

TRANSPOSICIÓN CRISTIANA.


Jn 10,1-18 presenta a Jesús como el bueno o auténtico pastor (Ez 34). La primera carta de Pedro sintetiza en la imagen cristología con eclesiología: 2,25; 5,2-4. A partir de esos datos se puede conducir una reflexión sobre símbolos del salmo y sacramentos. 

EVANGELIO. Mateo (15,29-37): 

29 Jesús se marchó de allí y llegó junto al mar de Galilea; subió al monte y se quedó sentado allí.
30 Acudieron grandes multitudes llevándole cojos, ciegos, lisiados, sordomudos y otros muchos enfermos; los echaban a sus pies y él los curaba.
31 La multitud estaba admirada viendo que los mudos hablaban, los lisiados se curaban, los cojos andaban y los ciegos veían; y alababan al Dios de Israel.

32 Jesús llamó a sus discípulos y les dijo:
                    - Me conmueve esta multitud, porque llevan ya tres días conmigo y no tienen que comer. Y no quiero despedirlos en ayunas, no sea que se desmayen por el camino.
                   33 Los discípulos le preguntaron:
                   - Y en un despoblado, ¿de dónde vamos a sacar pan bastante para saciar a una multitud tan grande?
                   34 Jesús le preguntó:
                   - ¿Cuántos panes tenéis?
                   Contestaron:
                   - Siete y unos cuantos pececillos.
                   35 Mandó a la multitud que se recostase en la tierra, 
36 tomó los siete panes y los pececillos, pronunció una acción de gracias, los partió y los fue dando a los discípulos; los discípulos se los daban a las multitudes.
37 Todos comieron hasta quedar saciados y recogieron los trozos sobrantes: siete espuertas llenas.


  EXPLICACIÓN.

29 - 31.          Sumario de la actividad de Jesús. Se continúa la liberación efectuada con la hija de la cananea (cf. las obras del Mesías: 11,2-5). Multitudes no judías (el Dios de Israel; cf. 9,8 de una multitud israelita).

  El episodio de la cananea ha introducido el tema del pan (15,26). Multitud pagana: no cinco, sino siete panes, alusión a los setenta pueblos paganos; en vez de doce (Israel) cestos, término palestinense, siete (paganos) espuertas, término usado fuera de Palestina; cuatro mil hombres (38), alusión a los cuatro puntos cardinales; en lugar de bendición (14,19), expresión hebrea, acción de gracias (36), expresión griega del mismo significado. Jesús toma la iniciativa (32). Tres días (cf. Os 6,2), multitud ya creyente). Los discípulos, incrédulos (33). En la tierra, alusión a 5,5. Saciados (cf. 5,7: la obra liberadora de Dios se hace por medio de hombres). 

martes, 3 de diciembre de 2013

LECTURAS DEL MARTES 3 DE DICIEMBRE DEL AÑO 2013.

PRIMERA LECTURA:  Isaías (11,1-10):

1Pero retoñará el tocón de Jesé,
de su cepa brotará un vástago,
2sobre el cual se posará el espíritu del Señor:
espíritu de sensatez o inteligencia,
espíritu de valor y de prudencia,
espíritu de conocimiento y respeto del Señór.
3No juzgará por apariencias
ni sentenciará sólo de oídas;
4juzgará con justicia a los desvalidos,
sentenciará con rectitud a los oprimidos;
ejecutará al violento con el cetro de su sentencia
y con su aliento dará muerte al culpable.
5Se terciará como banda la justicia
y se ceñirá como fajín la verdad.
6Entonces el lobo y el cordero
irán juntos, y la pantera
se tumbará con el cabrito,
el novillo y el león engordarán juntos;
un chiquillo los pastoreará;
7la vaca pastará con el oso,
sus crías se tumbarán juntas,
el león comerá paja como el buey.
8El niño jugará en la hura del áspid,
la criatura meterá la mano
en el escondrijo de la serpiente.
9No hará daño ni estrago
por todo mi Monte Santo,
porque se llenará el país
de conocimiento del Señor,
como colman las aguas el mar.

Retorno de los desterrados
(Ez 37,15-28; Is 35)

10Aquel día la cepa de Jesé estará
enhiesta como enseña de los pueblos:
a ella acudirán las naciones
y será grloriosa su morada.

Explicación.

 11,1 Los orígenes, Jesé, son insignificantes, el tronco está cortado; pero una savia perenne, la promesa divina, vivifica esa cepa. Algunos piensan que la indicación de Mt 2,23, "se llamará nazareno", alude al término hebreo ne ser = vástago.

11,1-9 Gran poema mesiánico, paralelo y complementario de 9,1-6, con el cual comparte varios motivos: el vástago sucesor, la justicia como fundamento, la paz universal, dos nombres o títulos. El poema canta una paz definitiva, un nuevo paraíso.

En un eje se colocan dos símbolos cósmicos: los cuatro vientos convergentes y el mar en plenitud. En otro eje se sitúan el símbolo vegetal y el animal. En medio una sociedad humana ideal, recogida por un gobernante justo. La tenaz fecundidad terrestre se conjuga con el dinamismo del viento para formar al jefe ideal, que por el ejercicio eficaz de la justicia, realizará el sueño de la paz y lo extiende al reino animal. Los animales se reconcilian entre sí y con el hombre, reconciliado plenamente con Dios. El escenario es un ancho monte (2,2-5) consagrado por la presencia de Dios. La interpretación mesiánica es constante en la antigüedad judía y cristiana.

11,2 El vástago se yergue como centro de los cuatro puntos cardinales o cuatro vientos. Extrañamente los cuatro convergen y "se posan" sobre el pimpollo. Resumen el aliento del Señor en plenitud (cfr. Is 61,1; Lc 4,18).

"Sensatez e inteligencia" son bina sapiencial frecuente: significan la percepción intelectual, la habilidad para actuar. "Valor y prudencia" recogen dos títulos de 9,5, como virtudes de gobierno y militares. "Conocimiento y respeto del Señor" sintetizan el sentido religioso, hecho de trato confiado y reverencia. El hebreo añade un verso que repite y turba la composición, pero que dio pie a la teoría de los siete dones del Espíritu.

11,3-5. De la plenitud de los carismas brota el gobierno justo, ejercido principalmente en juzgar (Sal 72; 101; Jr 22,15s). Juzgar incluye eliminar a quienes, promoviendo la injusticia, hacen imposible la paz. La palabra juez es vara que ejecuta la sentencia.

11,6-8 Paz animal. El poeta forma binas de animal salvaje y animal doméstico en cada hemistiquio; cada tres binas aparece el hombre en figura de niño. El hombre, incluso el más débil, vuelve a someter y domesticar a los animales. Queda un animal que se diría inconciliable. Pues bien, también hace las paces la serpiente y el hombre, o más exactamente, la semilla de la mujer que es el niño. Y no se trata de victoria difícil, sino de juego infantil.

11,9 Destruidos los malvados y amansadas las fieras, se instaura un paraíso cuyo centro es el Monte del Señor. En el primero, el hombre se perdió por ambicionar la "ciencia de Dios"; en éste se le concede la "ciencia del Señor", conocer conviviendo. Lo cual es plenitud de gozo y paz, sólo comparable a la inmensa plenitud del mar.

11,10 Un autor posterior, discípulo en el estilo de Isaías II, compone un cuadro de restauración nacional y lo coloca para formar díptico con el precedente. Aunque el empalme es artificial, no faltan correspondencias temáticas: vuelta del resto disperso, reunificación nacional, dominios davídicos, atractivo para otras naciones.

Sal 71,1-2.7-8.12-13.17

1A ti, Señor, me acojo:
que no fracase yo para siempre.
2Por tu justicia líbrame y ponme a salvo,
préstame oído y sálvame. 

7Muchos me miraban como un prodigio,
porque tú eres mi fuerte refugio.
8Llena está mi boca de tu alabanza

y de tu elogio todo el día.  

12Oh Dios, no te quedes lejos,
Dios mío, apresúrate a socorrerme.
13Que fracasen y se acaben
los que atentan contra mi vida;
queden cubiertos de oprobio y vergüenza
los que buscan mi daño.
 

17Me enseñaste, Dios, desde la juventud
y hasta hoy relato tus maravillas. 


Explicación.

 71,1 Su vida hasta ahora no ha sido fracaso; pero si los enemigos lo privan de la etapa y tarea pendientes, una parte de su vida se habrá malogrado.

71,2 Con cuatro imperativos apela a la justicia de Dios, como víctima inocente ante el juez o el gobernante. 


71,7 "Prodigio" o señal; se lee en contextos proféticos, como Is 8,18; 20,3; Ez 24, 20. 27. El anciano simboliza con su vida, sin ser profeta. 

71,12 Reminiscencia de Sal 22,12.20; 35,22; 38,22; suponiendo que sea posterior.

71,13 "Se acaben": según el texto hebreo. Otros prefieren corregirlo según la fórmula normal "queden confundidos": Sal 35,4. 

71,17-19 El anciano debilitado se fija en la ''fuerza'' de su Dios; una fuerza ordenada toda a la justicia, una justicia que supera toda dimensión humana. "¿Quién como tú?": Ex 15,11; Sal 35,10; 89,79.  

Trasposición cristiana.

Algunos Padres ponen el salmo en boca de Cristo, tomando vejez por debilidad. Retienen referencias al nacimiento, la instrucción celeste, las tribulaciones, la resurrección.
   

EVANGELIO. Lucas (10,21-24):

21 En aquel preciso momento, exultante con el gozo del Espíritu Santo, exclamó:
- ¡Bendito seas, Padre, Señor de cielo y tierra, porque si has ocultado estas cosas a los sabios y entendidos, se las has revelado a la gente sencilla! Sí, Padre, bendito seas por haberte parecido eso bien.
22 Mi Padre me lo ha entregado todo: quién es el Hijo, lo sabe sólo el Padre; quién es el Padre, lo sabe sólo el Hijo y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar.
23 Y, volviéndose a sus discípulos, les dijo aparte:
- ¡Dichosos los ojos que ven lo que vosotros veis!
24 Porque os digo que muchos profetas y reyes desearon ver lo que vosotros veis y no lo vieron, y oír lo que oís vosotros y no oyeron.


EXPLICACIÓN.
 

Alegría de Jesús. Ocasión precisa: es la primera vez que los suyos realizan algo que responde a la acción del Espíritu: la liberación de los hombres. Los intelectuales (cf. 10,13-16: las ciudades, ciudadelas del judaísmo) no entienden las obras del Mesías, pero sí el pueblo sencillo. Se atribuye al Padre lo que depende de la disposición del hombre.

Los sabios y entendidos (Is 29,14): sus mezquinos intereses inutilizan su ciencia (cf. los letrados: 5,17.21.30; 7,30 o "justos": 5,32 que no aceptan la salvación).

Me lo ha entregado todo (22) (cf. 3,22: "Tú eres mi Hijo"). Relación íntima entre el Padre y Jesús, por la comunidad de Espíritu (3,21): sólo conoce al Padre quien recibe el Espíritu de Jesús y experimenta así el amor del Padre. El conocimiento de Dios a través del estudio de la Ley (sabios y entendidos) no es verdadero conocimiento.

Aparte con los discípulos procedentes del judaísmo (los Doce), en el que Jesús les pone por modelo la labor de los Setenta (23): el éxito del reino en Samaría, la región semipagana, es prenda de universalidad. Se cumple la promesa mesiánica: el reino hasta el confín de la tierra (Sal 2,8; 72,10s; Dn 4,44; 7,27). Respuesta a la segunda tentación (4,6s): la universalidad del reino mesiánico no se hará por el dominio ni por la ostentación de poder y gloria, sino liberando a los hombres del yugo que los somete. 

lunes, 2 de diciembre de 2013

LECTURAS DEL LUNES 2 DE DICIEMBRE DEL AÑO 2013.

PRIMERA LECTURA: Isaías (2,1-5):

Sión, centro del reino escatológico
(Miq 4,1-3; Sal 87; Is 2,1; 66,18-24; Zac 8,20-23; Sal 76).

1Visión de Isaías, hijo de Amós,
acerca de Judá y de Jerusalén:
2Al final de los tiempos
estará firme el monte de la casa del Señor,
descollando entre los montes,
encumbrado sobre las montañas.
Hacia él confluirán las naciones,
3caminarán pueblos numerosos,
Dirán: Venid, subamos al monte del Señor,
a la casa del Dios de Jacob:
él nos instruirá en sus caminos
y marcharemos por sus sendas,
porque de Sión saldrá la ley;
de Jerusalén, la palabra del Señor.
4Será el árbitro de las naciones,
el juez de pueblos numerosos.
De las espadas forjarán arados;
de las lanzas, podaderas.
No alzará la espada pueblo contra pueblo,
ya no se adiestrarán para la guerra.
5Casa de Jacob, venid,
caminemos a la luz del Señor.

Explicación.

2,2-5 Un movimiento de peregrinación festiva (Dt 16; Sal 122) se transforma en visión profética del futuro. El espacio se proyecta en el tiempo, la lejanía se vuelve futuro remoto. El monte se vuelve centro de un doble movimiento: centrífugo de irradiación, de ley y palabra, centrípeto de concurrencia universal. El monte hace que el acceso sea ascenso, y se funden convergencia, progreso y ascensión en movimiento único y universal, encabezado por la "casa de Jacob".

Todo el episodio de Babel queda anulado. Frente a torre soberbia, monte de la presencia de Dios; frente a confusión de lenguas, una "palabra" que todos comprenden; frente a dispersión, reunión. La profecía se cumple en Pentecostés (Hch 2).

2,2 La presencia del Señor hace que el monte sea culminante.

2,4 Los instrumentos de guerra se transforman en instrumentos de progreso pacífico. Jl 4,10.

2,5 El monte es como un faro luminoso, que alumbra y orienta a todo el mundo. Is 60.

Sal 121,1-2.4-5.6-7.8-9

1iQué alegría cuando me dijeron
«Vamos a la casa del Señor».
2Ya están pisando nuestros pies
tus umbrales, Jerusalén. 

4adonde suben las tribus,
las tribus del Señor;
según la costumbre de Israel,
a dar gracias al nombre del Señor.
5Allí reside el tribunal de justicia,
el tribunal del palacio de David. 
6Saludad con la paz a Jerusalén:
Vivan tranquilos tus amigos;
7Haya paz en tus murallas,
tranquilidad en tus palacios.
8Por mis hermanos y compañeros
pido la paz para ti.
9Por la casa del Señor nuestro Dios
te deseo todo bien.
122 Género y situación. Canto a Jerusalén, extraído por etimología popular del material sonoro del nombre. Incluye una loa a la ciudad y una petición por ella. Forma grupo con 46, 48 Y 87. Unos peregrinos llegan a la ciudad, meta de su viaje físico y espiritual.
La paronomasia es un recurso de estilo que del sonido de los nombres propios saca significados; recurso querido y practicado por autores bíblicos, poetas y prosistas. El poeta toma el primer componente con el valor de "ciudad" yeru - 'iru. Es la Ciudad por excelencia: cfr. Ez 7,23; Sal 87,3. La segunda parte toma el valor obvio de paz: shalem - shalom. Otro recurso de estilo, que forma inclusión mayor y menor es la repetición: tres veces Jerusalén, casa, paz, Yhwh + Yh. 
122,1-2 Concentra los dos momentos extremos de la romería: el anuncio de la partida y la llegada, saltándose el viaje con su fatiga: cfr. Sal 84.
122,3-5 Predicados de la ciudad. Su trazado, con casas unidas formando calles; el templo donde se unen las tribus para alabar al Señor: cfr. Sal 65,2; la administración central de la justicia en un tribunal supremo. La imagen supone una nación unificada, con un centro religioso y político: ¿refleja una realidad. un recuerdo, una aspiración? Mucho depende de la datación del salmo.
122,6 La insistencia en "paz" y afines, el predominio de formas volitivas suenan como una movilización general para la paz. El peregrino pide que se cumpla el destino inscrito en el nombre de la ciudad: nomen omen. "Amigos": no los amantes de Os 2, sino los amadores de Is 66,10.
122,7 Murallas y palacios son otro aspecto llamativo de esta ciudad: Sal 48.14; Lam 2,7s.
122,8-9 La repetición anafórica de "por" en los dos versos une el vínculo humano de la hermandad y el religioso de la presencia del Señor en medio de ellos.
122,9 Ez 24,21.
Trasposición cristiana.
Creo que se han de leer sobre el fondo de este canto de peregrinación las palabras de Jesús al avistar la ciudad: Lc 18,41-44. El destino de Jerusalén lo recoge la Iglesia celestial según Ap: tronos 20,4.11-15; belleza 21,11-21; doce (puertas) 21,12-14; no templo 21 ,22s.  
SEGUNDA LECTURA. Mateo (8,5-11):

  5 Al entrar en Cafarnaún se le acercó un centurión 
6 rogándole:
                    - Señor, mi criado está echado en casa con parálisis, sufriendo terriblemente.
                   7 Jesús le contestó:
                   - Voy yo a curarlo.
                   8 El centurión le replicó:
                   - Señor, yo no soy quien para que entres bajo mi techo, pero basta una palabra tuya para que mi criado se cure.
9 Porque yo, que estoy bajo la autoridad de otros, tengo soldados a mis órdenes, y si le dijo a uno que se vaya, se va; o a otro que venga, viene; y si le dijo a mi siervo que haga algo, lo hace.
                  10 Al oír esto, Jesús dijo admirado a los que lo seguían:
                   - Os aseguro que en ningún israelita he encontrado tanta fe.
11 Os digo que vendrán muchos de Oriente y Occidente a sentarse a la mesa con Abrahán, Isaac y Jacob en el reino de Dios;


Explicación.

Vuelta a Cafarnaún (4,13). El pagano es también religiosamente impuro. La salvación es universal, no reconoce fronteras entre hombres o pueblos. No hay acción de Jesús con el enfermo, sólo palabra: alusión al mensaje que será predicado entre los paganos después de su muerte-resurrección. Contraste con la poca fe de Israel (11-12). 

domingo, 1 de diciembre de 2013

LECTURAS DEL DOMINGO 1 DE DICIEMBRE DEL AÑO 2013.

PRIMERA LECTURA: Isaías (2,1-5):

Sión, centro del reino escatológico
(Miq 4,1-3; Sal 87; Is 2,1; 66,18-24; Zac 8,20-23; Sal 76).

1Visión de Isaías, hijo de Amós,
acerca de Judá y de Jerusalén:
2Al final de los tiempos
estará firme el monte de la casa del Señor,
descollando entre los montes,
encumbrado sobre las montañas.
Hacia él confluirán las naciones,
3caminarán pueblos numerosos,
Dirán: Venid, subamos al monte del Señor,
a la casa del Dios de Jacob:
él nos instruirá en sus caminos
y marcharemos por sus sendas,
porque de Sión saldrá la ley;
de Jerusalén, la palabra del Señor.
4Será el árbitro de las naciones,
el juez de pueblos numerosos.
De las espadas forjarán arados;
de las lanzas, podaderas.
No alzará la espada pueblo contra pueblo,
ya no se adiestrarán para la guerra.
5Casa de Jacob, venid,
caminemos a la luz del Señor.

Explicación.

2,2-5 Un movimiento de peregrinación festiva (Dt 16; Sal 122) se transforma en visión profética del futuro. El espacio se proyecta en el tiempo, la lejanía se vuelve futuro remoto. El monte se vuelve centro de un doble movimiento: centrífugo de irradiación, de ley y palabra, centrípeto de concurrencia universal. El monte hace que el acceso sea ascenso, y se funden convergencia, progreso y ascensión en movimiento único y universal, encabezado por la "casa de Jacob".

Todo el episodio de Babel queda anulado. Frente a torre soberbia, monte de la presencia de Dios; frente a confusión de lenguas, una "palabra" que todos comprenden; frente a dispersión, reunión. La profecía se cumple en Pentecostés (Hch 2).

2,2 La presencia del Señor hace que el monte sea culminante.

2,4 Los instrumentos de guerra se transforman en instrumentos de progreso pacífico. Jl 4,10.

2,5 El monte es como un faro luminoso, que alumbra y orienta a todo el mundo. Is 60.

Sal 121

1iQué alegría cuando me dijeron
«Vamos a la casa del Señor».
2Ya están pisando nuestros pies
tus umbrales, Jerusalén.
3¡Jerusalén!, construida como ciudad
bien unida y compacta,
4adonde suben las tribus,
las tribus del Señor;
según la costumbre de Israel,
a dar gracias al nombre del Señor.
5Allí reside el tribunal de justicia,
el tribunal del palacio de David.

6Saludad con la paz a Jerusalén:
Vivan tranquilos tus amigos;
7Haya paz en tus murallas,
tranquilidad en tus palacios.
8Por mis hermanos y compañeros
pido la paz para ti.
9Por la casa del Señor nuestro Dios
te deseo todo bien.

122 Género y situación. Canto a Jerusalén, extraído por etimología popular del material sonoro del nombre. Incluye una loa a la ciudad y una petición por ella. Forma grupo con 46, 48 Y 87. Unos peregrinos llegan a la ciudad, meta de su viaje físico y espiritual.
La paronomasia es un recurso de estilo que del sonido de los nombres propios saca significados; recurso querido y practicado por autores bíblicos, poetas y prosistas. El poeta toma el primer componente con el valor de "ciudad" yeru - 'iru. Es la Ciudad por excelencia: cfr. Ez 7,23; Sal 87,3. La segunda parte toma el valor obvio de paz: shalem - shalom. Otro recurso de estilo, que forma inclusión mayor y menor es la repetición: tres veces Jerusalén, casa, paz, Yhwh + Yh. 
122,1-2 Concentra los dos momentos extremos de la romería: el anuncio de la partida y la llegada, saltándose el viaje con su fatiga: cfr. Sal 84.
122,3-5 Predicados de la ciudad. Su trazado, con casas unidas formando calles; el templo donde se unen las tribus para alabar al Señor: cfr. Sal 65,2; la administración central de la justicia en un tribunal supremo. La imagen supone una nación unificada, con un centro religioso y político: ¿refleja una realidad. un recuerdo, una aspiración? Mucho depende de la datación del salmo.
122,6 La insistencia en "paz" y afines, el predominio de formas volitivas suenan como una movilización general para la paz. El peregrino pide que se cumpla el destino inscrito en el nombre de la ciudad: nomen omen. "Amigos": no los amantes de Os 2, sino los amadores de Is 66,10.
122,7 Murallas y palacios son otro aspecto llamativo de esta ciudad: Sal 48.14; Lam 2,7s.
122,8-9 La repetición anafórica de "por" en los dos versos une el vínculo humano de la hermandad y el religioso de la presencia del Señor en medio de ellos.
122,9 Ez 24,21.
Trasposición cristiana.
Creo que se han de leer sobre el fondo de este canto de peregrinación las palabras de Jesús al avistar la ciudad: Lc 18,41-44. El destino de Jerusalén lo recoge la Iglesia celestial según Ap: tronos 20,4.11-15; belleza 21,11-21; doce (puertas) 21,12-14; no templo 21 ,22s.

SEGUNDA LECTURA DE LA Carta del apóstol San Pablo a los Romanos (13,11-14):
11Y más conociendo las circunstancias; ya es hora de despertaros del sueño, porque ahora tenemos la salvación más cerca que cuando empezamos a creer. 12La noche está avanzada, el día se echa encima: dejemos las actividades propias de las tinieblas y pertrechémonos para actuar en la luz. 13Comportémonos como en pleno día, con decoro: nada de comilonas ni borracheras, nada de orgías ni desenfrenos, nada de riñas ni porfías. 14 En vez de eso, revestíos del Señor, Jesús Mesías, y no deis pábulo a los bajos deseos.

EXPLICACIÓN. 


La presión que ejerce la edad futura sobre la presente era un lugar común de la exhortación. Revestirse de, "incorporarse a", vivir plenamente lo que significa ser miembros del Señor, guiados por el Espíritu, no por el egoísmo (11-14).  

Evangelio según san Mateo (24,37-44):

37 Ahora bien, lo que pasó en tiempos de Noé pasará en la llegada del Hombre;
38 es decir, lo mismo que en los días antes del diluvio la gente comía, bebía y se casaba, hasta el día en que Noé entró en el arca
39 y, estando ellos desprevenidos, llegó el diluvio y se los llevó a todos, así sucederá también en la llegada del Hombre.
40 Entonces, dos hombres estarán en el campo: a uno se lo llevarán y a otro lo dejarán;
41 dos mujeres estarán moliendo: a una se la llevarán y a otra la dejarán.
42 Por tanto, manteneos despiertos, pues no sabéis qué día va a llegar vuestro Señor.
                             43 Ya comprendéis que si el dueño de casa supiera a qué hora de la noche va a llegar el ladrón, se quedaría en vela y no lo dejaría abrir un boquete en su casa.
44 Pues estad también vosotros preparados, que cuando menos lo penséis llegará el Hombre.

EXPLICACIÓN.


Explica "la llegada" (v.30) (37-41): inesperada para la sociedad como un todo, que sólo piensa en asegurar la continuidad de la vida (comer y beber, casarse) (37-41). Para los discípulos, vigilancia (42-44): Mantenerse despierto indica solidaridad e identificación con la muerte de Jesús (cf. 26,38.40.41): siempre preparados (44) para la hora de la persecución, dispuestos a dar la vida (cf. v.13).