domingo, 13 de enero de 2019

LECTURAS DEL DOMINGO 13 DE ENERO DEL AÑO 2019

2 OPCIONES.

1ª OPCIÓN.


PRIMERA LECTURA. Isaías 42;1-4,6-7.

Dios presenta a su siervo (Is 49; 50; 53; Mt 12,18-21).

1Mirad a mi siervo, a quien sostengo;
mi elegido, a quien prefiero.
Sobre él he puesto mi espíritu,
para que promueva el derecho en las naciones.
2No gritará, no clamará, no voceará por las calles.
3La caña cascada no la quebrará,
el pábilo vacilante no lo apagará.
Promoverá fielmente el derecho,
4no vacilará ni se quebrará, hasta implantar
el derecho en la tierra,
y su ley que esperan las islas.
6Yo, el Señor, te he llamado para la justicia,
te he tomado de la mano, te he formado
y te he hecho alianza de un pueblo,
luz de las naciones.
7Para que abras los ojos de los ciegos,
saques a los cautivos de la prisión
y de la mazmorra a los que habitan en tinieblas;
  
Explicación.

42,1-4. El oficio se recibe por elección y por el don del espíritu: el elegido es mediador carismático. Su empresa es implantar el derecho, según la voluntad de Dios. Realizará la empresa no con las armas y por la fuerza, sino con un nuevo estilo: mansedumbre con lo débil y vacilante (como Moisés, según Nm 12,3), pero firmeza y tenacidad en aguantar y cumplir. El ámbito es universal: el reino de la justicia es lo que oscuramente esperan los pueblos desconocidos. Citado en Mt 3,17 y Mc 1,11.

42,6. La expresión hebrea podría traducirse por "con justicia, legítimamente". Prefiero el sentido de finalidad. Hacia dentro, el enviado será "alianza", aglutinante del pueblo y mediador de la alianza con Dios (cfr. 2 Sm 5,3). Para los paganos será luz nueva (cfr. 2,5 y Lc 2,32).

42,7. Con valor simbólico: "abre los ojos" a los que estaban encarcelados en las tinieblas (cfr. Sab 17,2). 
   
SALMO. 29;1-4,9-10.



1 Hijos de Dios, aclamad al Señor
aclamad la gloria y el poder del Señor,
2 aclamad la gloria del nombre del Señor,
postraos ante el Señor en el atrio sagrado.
3 La voz del Señor sobre las aguas,
el Dios de la gloria ha tronado,
el Señor sobre las aguas torrenciales.
4 La voz del Señor es potente,
la voz del Señor es magnífica,
9 La voz del Señor retuerce los robles,
abre claros en las selvas.
En su templo un grito unánime: ¡Gloria!
10 El Señor se sienta sobre el diluvio,
está sentado el Señor como rey eterno. 

Explicación.

29,1-2 Toda la corte celeste, en el templo del cielo, o con vestiduras litúrgicas, rendirá homenaje a Yhwh.

29,3 Véanse Sal 18,14; Job 37,4s.

29,4 Véase Sal 68,34.

29,9 Corrijo el texto hebreo, para quedarme en el reino vegetal. El original dice "hace partir las ciervas", las hace abortar de terror. El templo puee ser el terrestre, donde se reúne el pueblo, o el celeste, done rinden homenaje los seres divinos. Un grito unísono responde a la "voz" séptuple del Señor.

29,10-11 Tras la tormenta sobreviene la paz. En la tremenda sacudida de la naturaleza, ancha y contagiosa, el Señor está tranquilamente sentado, por encima de las aguas. Ese Señor tiene un pueblo a quien otorgar el poder y bendice con la paz.

TRANSPOSICIÓN CRISTIANA.

Mt 8,23-27 nos muestra a Jesús señor de la tempestad. Mt 27,45s.50s describe la muerte de Jesús como teofanía: tinieblas, temblor de tierra, una gran voz. Una reminiscencia de los siete truenos se lee en Ap 10,2s. Autores antiguos aplican el salmo a la venida del Espíritu Santo y lo desmenuzan ingeniosamente.   
 
SEGUNDA LECTURA. Hch 10,34-38.

34 Pedro tomó la palabra y dijo:
          - Realmente, voy comprendiendo que Dios ni discrimina a nadie,
35 sino que acepta al que lo respeta y obra rectamente, sea de la nación que sea.
36 Él envió su mensaje a los israelitas, anunciando la paz que traería Jesús el Mesías, que es Señor de todos.
37 Vosotros conocéis muy bien el hecho acaecido en todo el país judío, empezando por Galilea después de que Juan predicó el bautismo,
38 el hecho de Jesús de Nazaret, ungido por Dios con la fuerza del Espíritu Santo, que pasó haciendo el bien y curando todos los sojuzgados por el diablo, porque Dios estaba con él.

Explicación.
 
Pedro lo invita a levantarse de su postración y a participar de la vida de la comunidad (34: la expresión griega es ambigua: ·Hazte la cama/reclínate a la mesa"). El desbloqueo de la comunidad produce sus frutos (35). Hay una serie de rasgos comunes y de contraste entr esta escena y la del paralítico del Ev. (Lc 5,17-26).

                La segunda escena tiene como protagonista un personaje femenino, también representativo ("cierta discípula"), Tabita, que traducido significa Gacela, exponente de la vitalidad y agilidad que otrora tenía aquella comunidad (36). Las obras de beneficencia propias de la religiosidad judía no han bastado para evitar su muerte; la sala de reuniones de la comunidad se ha convertido en un velatorio (37). Una delegación de la comunidad suplica insistentemente a Pedro que intervenga en sus asuntos internos (38).

EVANGELIO. Lc 3; 15-16, 21-22

15 Mientras el pueblo aguardaba y todos se preguntaban para sus adentros si acaso Juan era el Mesías,
16 declaró Juan dirigiéndose a todos:
-Yo os bautizo con agua, pero llega el que es más fuerte que yo, y yo no soy quién para desatarle la correa de las sandalias. Él os va a bautizar con Espíritu Santo y fuego.
21 Después de bautizarse el pueblo entero, y mientras oraba Jesús después de su bautismo, se abrió el cielo,
22 bajó sobre él el Espíritu Santo en forma visible, como de paloma, y hubo una voz del cielo:
-Hijo mío eres tú, yo hoy te he engendrado.

Explicación.

Pregunta popular sobre el papel de Juan (15). El pueblo, término técnico en Lc para designar a Israel, comprende la multitud y los recaudadores 8cf. 7,29). El bautismo de agua no es el definitivo (16). 

Serie de acontecimientos imposibles de fijar cronológicamente (cf. 3,1-2) que terminan con la presentación de Jesús en su plena madurez (treinta años), dispuesto a comenzar su actividad. El pueblo entero (21: no los dirigentes, cf. 7,29), respuesta unánime a Juan. El bautismo de Jesús no es señal de enmienda (3,3), por eso Lc lo separa del pueblo; es símbolo de su compromiso hasta dar la vida para llevar a cabo su misión (12,50).

Mientras oraba, mientras Jesús pedía al Padre la fuerza para llevarlo a cabo, se suceden una serie de acontecimientos destinados a describir la experiencia que ha tenido Jesús en su unción mesiánica. Cielo abierto: comunicación definitiva y permanente con Dios; Espíritu: unción del rey mesiánico (Is 11,1-5), del Servidor de Dios con misión universal (Is 42,1-7), del profeta Mesías (Is 61,1-4). La forma de paloma, alusión al Espíritu creador (Gn 1,2): la creación culmina en Jesús (el Hijo del hombre = el Hombre). El texto de la comunicación celeste varía según los mss. La que figura en la mayoría de las traducciones: "Tú eres mi Hijo amado, mi predilecto", es igual a la de Mc; seguimos la que tienen algunos mss. y muchos escritores eclesiásticos, inspirada en el Sal 2,7 (Hch 13,33). Diferencia en la investidura de Juan y Jesús: Juan recibe un mensaje divino (profeta); Jesús, la plenitud del Espíritu (Hijo).


2ª OPCIÓN.

Primera Lectura. Isaías 40,1-5.9-11.

1Consolad, a mi pueblo,
dice vuestro Dios:
2hablad al corazón de Jerusalén,
gritadle que se ha cumplido su servicio
y está pagado su crimen,
pues la mano del Señor ha recibido
doble castigo por sus pecados.
3Una voz grita: En el desierto
preparad un camino al Señor;
allanad en la estepa
una calzada para nuestro Dios;
4que los valles se levanten,
que montes y colinas se abajen,
que lo torcido se enderece
y lo escabroso se nivele;
5y se revelará la gloria del Señor
y la verán todos los hombres juntos
-ha hablado la boca del Señor-.
9Súbete a un monte elevado, heraldo de Sión;
alza fuerte la voz, heraldo de Jerusalén;
álzala, no temas, di a las ciudades de Judá:
"Aquí está vuestro Dios".
10Mirad, el Señor Dios llega con poder,
y su brazo manda.
Mirad, viene con él su salario,
y su recompensa lo precede.
11Como un pastor que apacienta el rebaño,
su brazo lo reúne,
toma en brazos los corderos
y hace recostar a las madres.

Explicación.

40,1-10 El primer oráculo tiene algo de obertura, con varios temas principales: consuelo de Jerusalén en figura femenina (1-2); el nuevo éxodo (3-5); la palabra se cumplirá (6-8); llega el Señor como pastor (9-10). Suenan voces no identificadas, creando la impresión de algo misterioso y repentino.

40,1-2 Hablar al corazón: de modo persuasivo o cortejando: Gn 34,2; 50,21; Jue 19,3; Rut 2,13; Os 2,16. El vasallaje fue un servicio forzado, consecuencia de un crimen que ahora está pagado, incluso con creces, porque el verdugo se excedió.

40,3-5 El camino de vuelta no tendrá obstáculos ni tropiezos, porque la tierra se doblega con docilidad cósmica. La gloria del Señor se manifestó en el éxodo, Ex 14,17; 16,10; 19. Boca del Señor es el profeta: 1,20; 30,2; Jr 9,11; Miq 4,4 etc.

40,9-11 El heraldo viene por el desierto anunciando la llegada próxima del Señor, que ostenta el título de la alianza. El salario de Jacob al volver eran enormes rebaños (Gn 31-32). La imagen del pastor puede recordar a David (Sal 78,71s).

Salmo. 104,1-4.24-25.27-30


(Eclo 43) 


1Bendice, alma mía, al Señor:
Señor Dios mío, eres inmenso.
Te revistes de belleza y majestad, 
2la luz te envuelve como un manto.
Despliegas los cielos como una tienda, 
3tus altos salones techados sobre las aguas.
Las nubes te sirven de carroza
y te paseas en las alas del viento. 
4Los vientos te sirven de mensajeros, 
el fuego llameante, de ministro.
24¡Cuántas son tus obras, Señor,
y todas las hiciste con maestría: 
la tierra está llena de tus criaturas!
25Ahí está el mar: ancho y dilatado, 
en él bullen sin número 
animales pequeños y grandes;
27Todos ellos aguardan
a que les eches comida a su tiempo; 
28se la echas y la atrapan,
abres la mano y se sacian de bienes. 
29Escondes el rostro y se espantan,
les retiras el aliento y perecen
y vuelven al polvo.
30Envías tu aliento y los recreas 
y renuevas la faz de la tierra.
Explicación.
104,1 b-2a Como en Gn 1, la primera criatura mencionada es la luz; pero ¡qué diversa es la función! Aquí es un manto que revela la majestad.
104,2b-3a Corresponde a la segunda criatura de Gn 2. Pero, en vez de "firmamento" o bóveda, aparece un pabellón con salones superiores, por encima de las agua celestes.
104,3b-4 Serie de meteoros: nubes y vientos pacíficos (Is 19,1; Sal 18,11). Vientos móviles y veloces sirven de recaderos (Sal 148,8; Eclo 39,28); el fuego son los rayos y relámpagos.
104,24 Las "obras" incluyen toda la variada actividad divina. "Maestría" es el saber hacer, la sabiduría del artesano. "La tierra está llena": Is 45,18. El salmo no habla del desierto inhabitado.
104,25-26. Del mar retiene el poeta tres aspectos: primero, la inmensidad (Is 11,9; Eclo 43,24); segundo, los animales innumerables: Gn 1 habla de "pulular, bullir"; tercero, la navegación. El último modo de mirar el mar es más fenicio que egipcio y muy poco hebreo. Un cuarto dato nos llega como propina sugestiva. Si leemos "para que juegue en él (el mar)", el Leviatán resulta ser un delfín juguetón. Si leemos "para jugar (Dios) con él", tenemos un Dios deportista, que juega con una de sus terroríficas criaturas: léase Job 40,29.
104,27-28 Todos los animales dependen directamente de Dios para el sustento cotidiano. El poeta no se fija en los feroces animales de presa.
104,29-30 El poeta está contemplando el maravilloso y misterioso continuar de las especias bajo el control divino. Según Gn 1, Dios creó "según especies", no todos los individuos. Unos mueren, otros de la especie nacen, y así continua el ciclo de la vida. Dios controla el "aliento" de vida (Job 12,10): si lo retira, los seres vivos expiran (Job 34, 14s); si lo comunica a otros, "son creados". Es aliento de Dios y de ellos (Job 27,3).
Segunda Lectura. Tito 2,11-14; 3,4-7

2 11Porque el favor de Dios se hizo visible, trayendo salvación para todos los hombres; 12nos enseñó a rechazar la vida impía y los deseos mundanos, y a vivir en este mundo con equilibrio, rectitud y piedad, 13aguardando la dicha que esperamos: la venida de Jesús Mesías, gloria del gran Dios y salvador nuestro, 14del que se entregó por nosotros para rescatarnos de toda clases de maldad y purificarse un pueblo elegido, entregado a hacer el bien. 
3 4Pero se hizo visible la bondad de Dios y su amor por los hombres, 5y entonces, no en base a las buenas obras que hubiéramos hecho, sino por su misericordia, nos salvó con el baño regenerador y renovador, con el Espíritu Santo 6que Dios derramó copiosamente sobre nosotros por medio de nuestro salvador, Jesús Mesías. 7Así, rehabilitados por Dios por pura generosidad, somos herederos, con esperanza de una vida eterna.

Explicación.

 En esta carta, el motivo para la moralidad cristiana no es el impulso del Espíritu (cf. Gál 5,25s), sino el favor de Dios hecho visible en Jesús, maestro de conducta moral, y la esperanza de su venida (11-13). Frutos de la muerte de Jesús (14); purificarse un pueblo elegido; se concibe a la iglesia como un nuevo Israel (cf. Éx 19,5; Dt 14,2; Ez 37,23).

La manifestación de Dios en Jesús (4) permite el cambio del hombre. El baño renovador se identifica con la efusión del Espíritu. La idea del nuevo nacimiento ("regeneración") era metáfora común para el cambio de vida (1-7). 

Evangelio.Lucas 3,15-16.21-22.


15 Mientras el pueblo aguardaba y todos se preguntaban para sus adentros si acaso Juan era el Mesías,
16 declaró Juan dirigiéndose a todos:
-Yo os bautizo con agua, pero llega el que es más fuerte que yo, y yo no soy quién para desatarle la correa de las sandalias. Él os va a bautizar con Espíritu Santo y fuego.


21 Después de bautizarse el pueblo entero, y mientras oraba Jesús después de su bautismo, se abrió el cielo,
22 bajó sobre él el Espíritu Santo en forma visible, como de paloma, y hubo una voz del cielo:
-Hijo mío eres tú, yo hoy te he engendrado.


Explicación.

Pregunta popular sobre el papel de Juan (15). El pueblo, término técnico en Lc para designar a Israel, comprende la multitud y los recaudadores 8cf. 7,29). El bautismo de agua no es el definitivo (16).


Serie de acontecimientos imposibles de fijar cronológicamente (cf. 3,1-2) que terminan con la presentación de Jesús en su plena madurez (treinta años), 
dispuesto a comenzar su actividad. El pueblo entero (21: no los dirigentes, cf. 7,29), respuesta unánime a Juan. El bautismo de Jesús no es señal de enmienda (3,3), por eso Lc lo separa del pueblo; es símbolo de su compromiso hasta dar la vida para llevar a cabo su misión (12,50).




Mientras oraba, mientras Jesús pedía al Padre la fuerza para llevarlo a cabo, se suceden una serie de acontecimientos destinados a describir la experiencia que ha tenido Jesús en su unción mesiánica. Cielo abierto: comunicación definitiva y permanente con Dios; Espíritu: unción del rey mesiánico (Is 11,1-5), del Servidor de Dios con misión universal (Is 42,1-7), del profeta Mesías (Is 61,1-4). La forma de paloma, alusión al Espíritu creador (Gn 1,2): la creación culmina en Jesús (el Hijo del hombre = el Hombre). El texto de la comunicación celeste varía según los mss. La que figura en la mayoría de las traducciones: "Tú eres mi Hijo amado, mi predilecto", es igual a la de Mc; seguimos la que tienen algunos mss. y muchos escritores eclesiásticos, inspirada en el Sal 2,7 (Hch 13,33). Diferencia en la investidura de Juan y Jesús: Juan recibe un mensaje divino (profeta); Jesús, la plenitud del Espíritu (Hijo).

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