viernes, 19 de octubre de 2018

LECTURAS DEL VIERNES 19 DE OCTUBRE DEL AÑO 2018

2 OPCIONES.

1ª OPCIÓN.

Primera Lectura: Efesios 1:11-14


  11Por su medio, pues por él Dios hizo de nosotros su heredad (a esto habíamos sido destinados, conforme al proyecto de aquel que activa el universo según su plan y su designio), 12para que los que ya esperábamos en el Mesías fuéramos un himno a su gloria.

          13Y por él también, vosotros, después de oír el mensaje de la verdad, la buena noticia de vuestra salvación, por él, al creer, fuisteis sellados con el Espíritu Santo prometido, 14garantía de nuestra herencia, para liberarnos de su patrimonio, para himno a su gloria.

EXPLICACIÓN.

 La realización comenzó por los judíos (11-12), que ya tenían la esperanza del Mesías/Salvador; pero el Mesías no estaba destinado sólo a Israel, sino a todos los hombres (13-14). Éstos, por su respuesta al mensaje de Jesús, acceden a la bendición, cumplimiento de las promesas, que se identifica con el don del Espíritu; éste los consagra (Santo), sellándolos como propiedad divina (cf. 2 Cor 1,22). Él asegura el porvenir del hombre más allá de esta vida (garantía,lit. "arras", de nuestra herencia, cf. 2 Cor 1,22; 5,5) y su acción pretende liberar a toda la humanidad, patrimonio de Dios.


1 Alabad, justos, al Señor,

que la alabanza es cosa de hombres rectos.
2 Dad gracias al Señor con la cítara,
4 Que la palabra del Señor es recta
y toda su actividad está acreditada.
5 Ama la justicia y el derecho
y su misericordia llena la tierra. tañed para él el arpa de diez cuerdas.

12 Dichosa la nación cuyo Dios es el Señor,

el pueblo que se escogió como heredad.
13 Desde el cielo se fija el Señor
mirando a todos los hombres.

EXPLICACIÓN.

33,1-3 y 20-22 Forman el marco. De alguna manera el comienzo mira al pasado para cantarlo, el final queda a la expectativa del futuro. Los invitados son al principio los hombres rectos y honrados, no toda la comunidad. Al final entra la primera persona, como respondiendo a la invitación inicial, o como impresionados por el contenido del himno. Un "canto nuevo" puede sugerir la ocasión nueva o el tema o la melodía; la fórmula se vuelve convencional: Sal 40,4; 96,1; 144,9; 149,1.


33,4-5 Del Señor quiere decir mucho en poco espacio y lo estiliza en tres aspectos: "palabra - obra - amor". Al principio insiste en la "justicia": ¿por què? El salmo va a presentar a un Dios que parece discriminar pueblos, parece elegir arbitrariamente, parece complacerse en el fracaso humano. Aunque el salmo no se ocupa de teodicea, quiere asentar como programa la justicia de su Dios en palabras, obras y sentimientos. A la justicia acompaña la misericordia, para que no sea despiadada ni inexorable; retoma en los vv. 18 y 22.


33,4 Sal 11,7.


33,12 La elección es única, exclusiva, iniciativa de Dios sin mención de méritos. También esta decisión es justa: cfr. Dt 33,29.


33,13-15 Prolonga dos líneas precedentes juntándolas: la línea de la "justicia" se completa con el conocimiento adecuado del juez; la línea de los proyectos humanos se prolonga en la penetración hasta el "corazón", donde fraguan los planes antes de su ejecución. Dios puede frustrar un proyecto en su fuente. Abarca a todos los hombres sin distinción.


TRANSPOSICIÓN CRISTIANA.


Podemos fijarnos en la escena de Getsemaní: en la oración de Jesús para aceptar el designio del Padre; en el intento armado de un discípulo contra el plan de Dios. En el prólogo de Juan, 1,3 se cita o se alude a los versos 6.9 del Salmo.



Evangelio: Lucas 12:1-7

1 Entretanto, miles y miles de personas se habían aglomerado hasta pisarse unos a otros. Jesús empezó a hablar, dirigiéndose en primer lugar a los discípulos:
- Cuidado con la levadura de los fariseos, que es la hipocresía.
2 Pero nada hay encubierto que no llegue a descubrirse, ni nada escondido que no llegue a saberse;
3 porque lo que dijisteis al oído se pregonará desde las azoteas.
4 Os digo a vosotros, mis amigos: No temáis a los que matan el cuerpo y de3spués no pueden hacer más.
5 Os voy a indicar a quién tenéis que temer: Temed a aquel que, después de matar, tiene poder para arrojar al quemadero. Sí, os lo digo, a éste temedle.
6 ¿No se venden cinco gorriones por cuatro cuartos? Y, sin embargo, ni uno solo de ellos está olvidado por Dios.
7 Es más, hasta los pelos de vuestra cabeza están todos contados. No tengáis miedo: valéis más que todos los gorriones juntos.

EXPLICACIÓN.



F. Instrucción a los discípulos y a las multitudes. 12,1-13. Nuevo escenario. Enorme cantidad de gente: reacción popular en favor de Jesús que ha denunciado a fariseos y juristas; el pueblo se siente liberado de la opresión religiosa (1a). Largo bloque constituido por dos secuencias. En la primera (12,1b-53), Jesús se dirige principalmente a los discípulos; en la segunda (12,54-43,9), a las multitudes.Primera secuencia: 1b-53. Se dirige a los discípulos para prevenirlos por primera vez contra el proceder fariseo (conexión con el episodio anterior), el de la apariencia honrada e interior corrompido (hipocresía) (11,39), que se infiltra y corrompe a los demás (levadura). Todo lo oculto quedará patente; para los discípulos, la coherencia de la conducta con el mensaje es indispensable (1b-3).

Dos desarrollos: negativo y positivo. Desarrollo negativo: Amigos, cf. 5,34 (los amigos del esposo); 7,34 (amigo de recaudadores y descreídos). Quiere liberar del miedo a los discípulos, que son los apóstoles y profetas que él va a enviar (11,49). La muerte física, única que pueden infligir los perseguidores (cf. 10,3; 11,49-51), no es el final; en cambio, ceder por miedo significa someterse al sistema enemigo del hombre, que, al corromperlo (2s), le quita la vida (9,24s) y lo lleva a la ruina definitiva (4,6 y 22,53: la autoridad del diablo/de las tinieblas) (5). Amor de Dios por los discípulos (6s).

2ª OPCIÓN.

Primera Lectura: 2 Corintios 4,7-15

 7Pero este tesoro lo llevamos en vasijas de barro, para que se vea que esa fuerza tan extraordinaria es de Dios y no viene de nosotros. 8Nos aprietan por todos lados, pero no nos aplasta; 9estamos apurados, pero no desesperados; acosados, pero no abandonados; 10nos derriban, pero no nos rematan; paseamos continuamente en nuestro cuerpo el suplicio de Jesús, para que también la vida de Jesús se transparente en nuestro cuerpo; 11es decir, que a nosotros que tenemos la vida, continuamente nos entregan a la muerte por causa de Jesús, para que también la vida de Jesús se transparente en nuestra carne mortal. 12Así la muerte actúa en nosotros y la vida en nosotros.
                 13Sin embargo, poseyendo el mismo espíritu de fe que se expresa en aquel texto de la Escritura: "Creo, por eso hablo" (Sal 116,10), también creemos nosotros y por eso hablamos, 14sabiendo que aquel que resucitó a Jesús nos resucitará también a nosotros con Jesús y nos colocará con nosotros a su lado. 15Y todo esto es por vosotros, de suerte que, al extenderse la gracia a más y más gente, multiplique la acción de gracias para gloria de Dios.

Explicación.

 Son precisamente las tribulaciones y persecuciones que sufre, y que muestran su debilidad, las que prueban que Dios está con él. Vasijas de barro, posible alusión a Gn 2,7 (cf. Rom 9,21-23; 1 Cor 15,47) (7). Situaciones extremas que no logran impedir su actividad; es más, cuanto mayor es la persecución (el suplicio de Jesús), más efectiva es en él la vida de Jesús (8-11). La entrega a la muerte por amor es la que manifiesta y comunica la potencia de la vida (12).

               Cita de Sal 116,10 (LXX). La fe, que incluye la certeza de la resurrección, da fuerzas para proclamar el mensaje, a pesar de la oposición. Esta certeza es propia de todo cristiano, no sólo del apóstol (14). Las penalidades se aceptan para que los hombres conozcan la generosidad de Dios y lo alaben por ella (13-15).

Salmo 126,1-6

1Cuando cambió el Señor la suerte de Sión, 

creíamos soñar;
2se nos llenaba de risas la boca, 

la lengua de júbilo.
Hasta los paganos comentaban:
«El Señor ha estado grande con ellos».
3-EI Señor ha estado grande con nosotros, 

y celebramos fiesta.
4Cambia, Señor, nuestra suerte, 

como los cauces del Negueb. 
5Los que siembran con lágrimas 
cosechan con júbilo.
6AI ir iba llorando
llevando la bolsa de semilla; 

al volver vuelve cantando 
llevando sus gavillas.

Explicación.
126 Género y situaciónAcción de gracias por una restauración y petición para que se complete. En la mayoría de los textos en que aparece la fórmula "cambiar la suerte", se refiere a la vuelta del destierro de Babilonia: Dt 30,3; ocho veces en el bloque Jr 29,14-33,26. Parece bastante probable que el salmo expresa el gozo por la vuelta del destierro en la primera repatriación, o en tiempo de Nehemías.
El gozo y el sueño. Tan grande es el gozo, que les parece un sueño. ¿Es pesimismo?: en la vida las dichas son sueño. ¿Es cautela?: por si acaso, no entregarse al gozo. 

¿Realistas o soñadores? El salmo confiesa entre líneas que los soñadores tenían razón: como Isaías Segundo, como cuantos preparan los grandes cambios de la suerte.
Dos imágenesa) Una lluvia torrencial puede llenar los cauces de torrentes y fertilizar algunas zonas de páramos (Job 38,25-27). Del mismo modo se llenarán los cauces de Judá con las corrientes de nuevos repatriados. b) Había años en que los labradores tenían que quitarse el pan de la boca para reservar simiente. Sembrar, aparte la fatiga del trabajo, era pasar hambre; pero no era estéril. Así la marcha al destierro, vista desde el retorno, no aparece estéril: fue siembra costosa para una cosecha gozosa. La palabra hebrea significa semilla vegetal y estirpe humana: Is 65,9; Jr 31,27; Os 2,25. 
126,1-2a Forma pareja con el 124 como faceta complementaria.
126,2b Los paganos han sido testigos de la acción del Señor a favor de su pueblo: Sal 98,2; Is 52,1.
126,5 Puede compararse con Is 9,2; Sal 4,8.
126,6 Léase Bar 5,5-6.9.

Transposición cristiana.
 La resurrección de Cristo es el inaudito cambio de la suerte; tanto que los apóstoles, al ser testigos de ella, no acababan de creerlo. Su cuerpo muerto ha sido la semilla fecunda (Jn 12,24). Siembra y cosecha en Jn 4,36-38.

Evangelio: Mateo 28,16-20

(Mc 16,14-18; Lc 24,36-39; Jn 20,19-23; Hch 1,9-11)

16Los once discípulos fueron a Galilea al monte donde Jesús los había citado. 17 Al verlo se postraron ante él, los mismos que habían dudado. 18Jesús se acercó y les habló así:
-Se me ha dado plena autoridad en el cielo y en la tierra. 19Id y haced discípulos de todas las naciones bautizadlos rara vincularlos al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo 20 y ensenadles a guardar todo lo que os mandé; mirad que yo estoy con vosotros cada día, hasta el fin de esta edad.

EXPLICACIÓN.

16-20. Los once discípulos (cf. 10,1); falta uno, judas el traidor, representante del Israel histórico que ha pedido la muerte de Jesús. El Israel mesiánico se forma sin integrar al antiguo pueblo como tal. Habían dudado (16), como Pedro (cf. 14,21), el escándalo de la cruz. En su vida mortal, «el Hombre» tenía autoridad «en la tierra» (9,6); ahora (cf. 26,64) su autoridad es la del Padre mismo (18): plena condición divina. Misión universal (19), va a cumplirse la promesa hecha a Abrahán (Gn 17,4s; 22,18). Jerusalén, capital de Israel, queda atrás y no va a ser objeto de nueva misión (10,6; 15,24); Galilea abre el camino hacia los paganos. Primer medio para hacer discípulos: el bautismo, que vincula al Padre, fuente del Espíritu, al Hijo, de quien se recibe, y al Espíritu mismo, que potencia al hombre, completa su ser y lo pone en la línea del "Hombre» (cf. 3,16). Segundo medio, la instrucción o enseñanza sobre la práctica del mensaje. Cuanto os mandé, alusión a los «mandamientos mínimos» (5,19), las bienaventuranzas. Los que enseñan esto han de practicarlo (5,19). Promesa para la misión (20b). Así se cumplirá el contenido de su nombre, ¡Emmanuel!: «Dios con nosotros».

No hay comentarios:

Publicar un comentario