Primera Lectura: Miqueas 7, 14-15. 18-20
14-Pastorea a tu pueblo con el cayado,
a las ovejas de tu propiedad, vecino solitario
de la foresta del Carmelo;
que pasten como antaño en Basán y Galaad;
15como cuando saliste de Egipto,
muéstranos tus prodigios.
18-¿Qué Dios como tú perdona el pecado
y absuelve la culpa al resto de su heredad?
No mantendrá siempre la ira,
pues ama la misericordia;
19volverá a compadecerse,
destruirá nuestras culpas,
arrojará al fondo del mar
todos nuestros pecados.
20Así serás fiel a Jacob y leal a Abrahán,
como lo prometiste en el pasado
a nuestros padres.
EXPLICACIÓN.
7,14. “Vecino solitario”: semejante título no tiene antecedentes ni iguales en el AT, por lo que algunos lo atribuyen al rebaño. Tampoco es extraño imaginar a las divinidades residiendo en las montañas. Por otra parte, Carmelo puede ser topónimo genérico (1 Sm 25,2), y sabemos que el arca estuvo estacionada en Quiriat Yearim = Villasotos (Sal 132).
7,18-20. Cuarta parte. Por el tema del pecado y del perdón, la última parte empalma con la primera. Si al enemigo se revela el Señor poderoso castigando, a su pueblo se revela misericordioso perdonando.
Salmo Responsorial: 85,2-8
2Señor, has sido bueno con tu tierra,
has cambiado la suerte de Jacob;
3has perdonado la culpa de tu pueblo,
has cubierto todos sus pecados.
4Has reprimido tu cólera,
te has retraído de tu ira encendida.
5Restáuranos, Dios salvador nuestro,
calma tu enojo con nosotros.
6¿Vas a estar siempre indignado con nosotros
o a prolongar tu ira de edad en edad?
7¿No vas a devolvemos la vida,
para que tu pueblo te festeje?
8Demuéstranos, Señor, tu lealtad
y danos tu salvación.
EXPLICACIÓN.
85,2 Comienza de repente, con un acto de benevolencia divina: negando la negativa de tantos profetas, como Jr 14,10.12; Os 8,13; Am 5,22; Miq 6,7. "Cambiar la suerte": siete veces en Jr 30-33; Ez 39,25; Sal 53,7 etc.
85,3-4 El cambio implica remover las causas profundas del desastre: ese engranaje exigido de pecado humano y cólera divina. Toma la iniciativa Dios y actúa en cuatro verbos decisivos. El hombre le dice a Dios lo que Dios sabe mejor: no informa, sino confiesa.
85,6 La pregunta retórica expresa impaciencia: es imposible que tal actitud de Dios sea definitiva: compárese con 74,1; 77,8-10; 79,5. La situación actual parece una vuelta al desastre, a la ira de Dios.
85,7 La nueva pregunta retórica enuncia la "conversión" de Dios, que nos hará "revivir": Sal 71,20; 80,19; 138,7. La vida recobrada desemboca en una celebración del Señor, pues sólo los vivos lo alaban.
85,8 En el contexto implícito de alianza, invocan la "lealtad" de la otra parte, de Dios.
Transposición cristiana.
No encuentro en el NT una escena tan sugestiva, pero encuentro dispersas todas las cualidades mencionadas. Véanse entre otros muchos Rom 14,17; Heb 5,9; Lc 2,30. Algunos Padres aplican el v. 13 al nacimiento del Mesías.
Evangelio: Mateo 12, 46-50
46 Todavía estaba Jesús hablando a las multitudes cuando su madre y sus hermanos se presentaron fuera, tratando de hablar con él.
47 Uno se lo avisó:
- Oye, tu madre y tus hermanos están ahí fuera y quieren hablar contigo.
48 Pero él contestó al que le avisaba:
- ¿Quién es mi madre y quiénes son mis hermanos?
49 Y señalando con la mano a sus discípulos, dijo:
- Aquí están mi madre y mis hermanos.
50 Porque cualquiera que lleva a efecto el designio de mi Padre del cielo, ése es hermano mío y hermana y madre.
EXPLICACIÓN.
46 - 50. Madre y hermanos, sin nombre: representan a Israel, en cuanto origen de Jesús y en cuanto miembros del mismo pueblo, respectivamente. Israel se queda fuera, en vez de acercarse a Jesús. Éste rompe con su vinculación con su pueblo; la nueva familia está abierta a la humanidad entera. La única condición es no quedarse fuera, sino dar la adhesión a Jesús y hacer un compromiso semejante al suyo. Vínculo de amor e intimidad (50).
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