sábado, 28 de abril de 2018

LECTURAS DEL SÁBADO 28 DE ABRIL DEL AÑO 2018

2 OPCIONES.

1ª OPCIÓN.


PRIMERA LECTURA. Hechos 13,44-52.

44 El sábado siguiente se reunió casi toda la ciudad para escuchar el mensaje del Señor.
45 Pero los judíos, al ver las multitudes, se llenaron de envidia y se oponían con insultos a las palabras de Pablo.
46 Con valentía, tanto Pablo como Bernabé dijeron:
                - Era menester anunciaros primero a vosotros el mensaje de Dios; pero como lo rechazáis y no os consideráis dignos de la vida definitiva, mirad, vamos a dirigirnos a los paganos,
47 porque así nos lo ha mandado el Señor:

                Te he destinado para que seas luz de los paganos,
                para que lleves la salvación
                hasta los confines de la tierra (Is 49,6).

48 Al oír esto los paganos se alegraron y ponderaban este mensaje del Señor; y cuantos estaban dispuestos para obtener vida definitiva creyeron.

                              COLOFÓN.  

                49 El mensaje del Señor se iba difundiendo por toda la región,
50 pero los judíos incitaron a las señoras distinguidas y adictas y a los principales de la ciudad, provocaron una persecución contra Pablo y Bernabé y los expulsaron de su territorio.
51 Ellos se sacudieron el polvo de los pies para echárselo en cara y se fueron a Iconio,
52 mientras los discípulos se llenaban de alegría y de Espíritu Santo.

EXPLICACIÓN.

Enorme afluencia de público el sábado siguiente, ahora mayoritariamente paganos; la rec. occ. precisa que se consagraron para escuchar "a Pablo, quien había hablado largamente sobre el Señor", como Pedro en 11,2, según la misma rec. (44). Sale a relucir el exclusivismo de los judíos (cf. 10,45): su calidad de pueblo privilegiado y la misión a los paganos, despreciados por ellos (cf. 10,28), son incompatibles (45).

             Reacción valiente de Pablo y Bernabé (la presencia de Bernabé es siempre determinante en la misión): al igual que en Pafos (cf. vv. 9ss), se deciden por la causa de los paganos, no sin justificar antes su táctica (que a la larga se revelará equivocada) de dirigirse en primer lugar a los judíos: Pablo sigue convencido de que la conversión masiva de una comunidad judía (no de unos cuantos, como en el v.43) facilitaría considerablemente la misión (46).

             Por primera vez los misioneros revelan, citando las palabras del Siervo de Yahvé (Is 49,6), que el campo de misión que el Señor les tenía encomendado eran los paganos, y no los judíos, repitiendo la universalidad de su ámbito, en consonancia  con el encargo dado a los apóstoles (47; cf. 1,8). Prosigue el proceso de clarificación interior de Pablo acerca de su verdadero campo de misión. Fundación de una nueva comunidad de base pagana (48). Tampoco aquí se dice que se bautice a los paganos.

             El mensaje se sigue difundiendo por la entera región (49, cf. v. 44, según la rec. occ.). Nueva reacción de los judíos en contra de los misioneros (cf. v. 45), apoyándose esta vez en los poderes fácticos (50). Gesto de ruptura (51, cf. Lc 9,5). Gran alegría y vitalidad de la comunidad de origen pagano (52).

            La escena de Antioquía de Pisidia ha sido redactada por Lc en paralelo -muchas veces de contraste- con la de la sinagoga de Nazaret: 1) discurso programático: Jesús toma la iniciativa de leer (Lc 4,16ss) / Pablo toma la palabra suplantando a Bernabé (Hch 13,14ss);  2) Jesús es rechazado por no responder su mesianismo a la expectación judía centrada en el "día de la gran venganza" (Lc 4,20ss, vse. la interpretación de este pasaje) / Pablo, en cambio, responde plenamente, en su discurso, a la expectación de los judíos (Hch 13,16ss); 3) la reacción contra Jesús fue de incredulidad, plagada de ironía malévola, en un primer momento (Lc 4,22s), y de furia y odio mortales, a la postre (4,28s) / la reacción, en cambio, que suscita el discurso de Pablo es, en un primer momento, bastante favorable (Hch 13,42s); sólo ante la masiva concurrencia de paganos se trueca en insultos (13,44s); 4) Jesús fue expulsado fuera de la ciudad con intención de matarlo (Lc 4,29) / Pablo y Bernabé fueron expulsados del territorio (Hch 13,50); 5) Jesús se abrió paso entre ellos (Lc 4,30) / Pablo y Bernabé se sacuden el polvo de los pies (Hch 13,51). 

SALMO. 98,1-4.

(Sal 96; Is 40-55) 


1Cantad al Señor un cántico nuevo 
porque ha hecho maravillas;
su diestra le ha dado la victoria,
su santo brazo.
2EI Señor da a conocer su victoria,
revela su justicia a la vista de los pueblos. 
3Se acordó de su lealtad y fidelidad
para la Casa de Israel.
Los confines de la tierra han contemplado 
la victoria de nuestro Dios.
4Vitorea al Señor, tierra entera,
gritad, aclamad, tañed: 
Explicación.
98,1 Ap 5,9; 14,3.
98,1-3 Notamos una "victoria" singular y "maravillas" plurales. La explicación está en el "recuerdo" del Señor, el cual ha sido coherente con su modo de proceder, ha mantenido su "lealtad". La acción ha sido a favor de Israel y "justa", la manifestación es universal: Israel es escenario de la actuación de Dios.
98,4-6 En la música instrumental y vocal reconoce el salmista un acto superior de alabanza. La vocal exalta la palabra, intensifica la expresión; la instrumental templa y acuerda los sonidos naturales. 
 Transposición cristiana. 
El tema del "venir" se realiza en el "adviento", en el Mesías "que ha de venir"; doble adviento, histórico y escatológico; ambos celebrados en nuestro adviento litúrgico. El segundo tema es el reinado, dominante en el NT: universal y justo. Al "cántico nuevo" se refiere Ap 5,9s.
 EVANGELIO. Juan 14,7-14.
7. Si llegáis a conocerme del todo, conoceréis también a mi Padre; aunque ya ahora lo conocéis y lo estáis viendo presente.
8. Felipe le dijo:
- Señor, haz que veamos al Padre, y nos basta.
9. Jesús le contestó:
-Tanto tiempo como llevo con vosotros y ¿no has llegado a conocerme, Felipe? Quien me ve a mí está viendo al Padre; ¿cómo dices tú: “Haz que veamos al Padre”?
10. ¿No crees que yo estoy identificado con el Padre y el Padre conmigo? Las exigencias que yo os propongo no las propongo como cosa mía: es el Padre, quien, viviendo en mí, realiza sus obras.
11. Creedme: yo estoy identificado con el Padre y el Padre conmigo; y si no, creedlo por las obras mismas.
12. Sí, os lo aseguro: Quien me presta adhesión, hará obras como las mías y aun mayores; porque yo me voy con el Padre,
13. y cualquier cosa que pidáis en unión conmigo, la haré; así la gloria del Padre se manifestará en el Hijo.
14. Lo que pidáis unidos a mí, yo lo haré.

EXPLICACIÓN.
El Padre está presente en Jesús (7). La petición de Felipe (8) denota su falta de comprensión. Había visto en Jesús al Mesías que podía deducirse de la Ley y los Profetas (1,43-45); no ha comprendido que Jesús no es la realización de la Ley, sino del amor y la lealtad de Dios (1,14.17). En el episodio de los panes (6,5-7) no comprendía la alternativa de Jesús. Sigue en las categorías de la antigua alianza. Ve en Jesús al enviado de Dios (cf. 12,13), pero no la presencia de Dios en el mundo.

Jesús le contesta con una queja (9). La convivencia con él, ya prolongada, no ha ampliado su horizonte. La presencia del Padre en Jesús es dinámica (10); a través de él ejerce su actividad. Las exigencias de Jesús reflejan las múltiples facetas del amor, lo concretan y lo acrecientan; por eso comunican Espíritu y vida (3,34; 6,63) y hacen presente a Dios mismo, que es Espíritu (4,24); formulan la acción del Padre en Jesús y, por su medio, con los hombres. Total sintonía de Jesús con el Padre (11). El último criterio, las obras.

La obra de Jesús ha sido sólo un comienzo, el futuro reserva una labor más extensa (12). Las señales hechas por Jesús no son, pues, irrepetibles por lo extraordinarias; son obras que liberan al hombre; ofreciéndole vida. Con este dicho da ánimos a los suyos para el futuro trabajo; la liberación ha de ir adelante. Jesús cambia el rumbo de la historia; toca a los suyos continuar en la dirección marcada por él. Los discípulos no están solos en su trabajo ni en su camino, Jesús seguirá actuando con ellos. A través de Jesús, el amor del Padre (su gloria) seguirá manifestándose en la ayuda a los discípulos para su misión (13). La oración de la comunidad expresa su vinculación a Jesús (14); se hace desde la realidad de la unión con él y a través de él, pidiendo ayuda para realizar su obra.

SÍNTESIS.

La comunidad de Jesús tiene que recorrer un camino, metáfora que expresa el dinamismo de la vida, que es crecimiento. El hombre se realiza por el camino de la solidaridad y la entrega. Jesús acompaña siempre a los suyos en ese camino. El Padre estará con ellos, pero su presencia no será estática, como un templo, sino también itinerante y activa.
2ª OPCIÓN.
Primera Lectura. 1 Corintios 1,18-25.
 18De hecho, el mensaje de la Cruz para los que se pierden resulta una locura; en cambio, para los que se salvan, para nosotros, es un portento de Dios, 19pues dice la Escritura:

                 Anularé el saber de los sabios,
                 descartaré la cordura de los cuerdos (Is 29,14)

         20¡A ver un sabio, a ver un letrado, a ver un estudioso del mundo este! ¿No ha demostrado Dios que el saber de este mundo es locura? 21Mirad, cuando Dios mostró su saber, el mundo no reconoció a Dios a través del saber; por eso Dios tuvo a bien salvar a los que creen con esa locura que predicamos. 22Pues mientras los judíos piden señales y los griegos buscan saber, 23nosotros predicamos un Mesías crucificado, para los judíos un escándalo, para los paganos una locura; 24en cambio, para los llamados, lo mismo judíos que griegos, un Mesías que es portento de Dios y saber de Dios: 25porque la locura de Dios es más sabia que los hombres, y la debilidad de Dios más potente que los hombres.

Explicación.

 El interés principal de Pablo es exponer la doctrina de la cruz, la de un salvador crucificado. Perderse o salvarse dependen de la actitud del hombre: los que se salvan (18) son los que toman por modelo la entrega de Jesús para salvar a la humanidad. No se llega al conocimiento de Dios por vía meramente intelectual, se requiere una opción que permita al hombre recibir la comunicación divina (19).

               El sabio corresponde más bien a la cultura pagana; el letrado, a la judía; el estudioso o "disputador" puede aplicarse a los dos (cf. Hch 6,9; 9,29; 28,29), aunque no hay que precisar demasiado. El mundo este, expresión peyorativa, designa la sociedad existente y se opone al mundo futuro (20). La inteligencia humana no ha comprendido el saber y amor de Dios manifestado en la creación (cf. Rom 1,19s); por eso Dios, para darse a conocer, ha escogido el mensaje de la cruz, manifestación "escandalosa" de su amor a los hombres (cf. v.1) (21). Los judíos no lo entienden: ellos esperaban un Mesías con poderes milagrosos; la muerte del Mesías, Jesús, que consideran un fracaso, es para ellos un escándalo. Los griegos buscan sabiduría, es decir, la verdad en términos filosóficos; que la divinidad pudiera manifestarse en un ejecutado es para ellos locura (22-23). Para los cristianos (24), la experiencia de salvación que han tenido por dar su adhesión a ese crucificado, los convence de que él representa la sabiduría y fuerza de Dios, incomparablemente superior a la humana (25).

Salmo. 40,2.4.7-10
2 Yo esperaba con ansia al Señor:
se inclinó a mí y escuchó mi grito.
4 Me puso en la boca un canto nuevo
de alabanza a nuestro Dios.
Muchos al verlo quedaron sobrecogidos
y confiaron en el Señor.
7 Sacrificios y ofrendas no los quieres;
me has cavado oídos;
no pides holocaustos ni víctimas expiatorias.
8 Entonces yo digo: "aquí he venido".
En el texto del rollo se escribe de mí
9 que he de cumplir tu voluntad:
y yo lo quiero, Dios mío,
llevo tu instrucción en las entrañas.
10 He proclamado el derecho
a una asamblea numerosa.
No he cerrado los labios,
Señor, tú lo sabes.
Explicación.
40,2-4 El comienzo es una secuencia en cuatro escenas rápidas. Un hombre se debate en el lodo de una ciénaga, que amenaza tragárselo aprovechando sus esfuerzos; grita. Alguien lo saca y coloca sus pies en roca firme. Al sentir la solidez bajo los pies, rompe a cantar de gozo y agradecimiento. Un grupo que asistía expresa su confianza en el liberador.

40,2 La forma enfática traduce la expectación, casi la impaciencia del aguardar.
40,4 "Poner en la boca" es fórmula de alcance profético: Dt 18,18; Jr 1,9; 5,14.
40,7-9 Es importante apreciar paralelismos y correlaciones. En esquema: sacrificios / holocaustos, oídos / escrito, vengo / quiero. El primero es un merismo que abarca el culto. El segundo sugiere un encargo oral y uno escrito. El tercero es correlativo del anterior y se articula en dos piezas complementarias: el acto de presentarse y la disponibilidad para ejecutarlo.

40,7 Los sacrificios se relativizan (Eclo 34,18-35,26). "Cavar los oídos" es metáfora única. La imagen parece fijarse en la hondura corporal que abre el oído hacia el interior del hombre: compárese con Is 50,4s.

40,8b-9 Lo que más interesa del texto es la asimilación del encargo y por implicación del tema. Lo que estaba en un "escrito", pasa a estar "en las entrañas"; el texto de la proclamación está amorosamente asimilado. Compárese con Ez 3,3.

40,10-11 La proclamación se enuncia en cuatro verbos y seis sustantivos. El insistir en formas negativas, el apelar al testimonio de Dios, hace sospechar algún riesgo en el encargo, como si algo grave indujera al silencio. El verbo positivo, "evangelizar", significa en la vida civil anunciar una buena noticia. Es típico del profeta del destierro, que también tropezaba con resistencia y hostilidad: Is 40,9; 41,27; 52,7 y 60,6; 61,1; Sal 96,2. El "derecho" recurre también en Is 41,2-10; 42,6.21; 45,19; 51,1.5.7. Los otros sustantivos, con posesivo "tu", pertenecen a una tradición ancha, también presente en el salterio.
Ahora imaginemos que ha comenzado la predicación, que provoca resistencia, oposición, persecución; el orante invoca el auxilio de quien le encomendó la tarea. Es lo que sigue en 12-18.
TRANSPOSICIÓN CRISTIANA.

La carta a los Hebreos recoge y comenta la parte central del salmo, según la versión griega de los LXX. En vez de "me cavaste oídos", dice "me aparejaste un cuerpo"; traduce "rollo" por "título". De este modo opone el autor a los sacrificios antiguos la entrega del Mesías. De aquí arranca el uso de los antiguos de poner todo el salmo en boca de Cristo y después en boca de la Iglesia.
Evangelio. Mateo 28,16-20.

(Mc 16,14-18; Lc 24,36-39; Jn 20,19-23; Hch 1,9-11)

16Los once discípulos fueron a Galilea al monte donde Jesús los había citado. 17 Al verlo se postraron ante él, los mismos que habían dudado. 18Jesús se acercó y les habló así:
-Se me ha dado plena autoridad en el cielo y en la tierra. 19Id y haced discípulos de todas las naciones bautizadlos rara vincularlos al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo 20 y ensenadles a guardar todo lo que os mandé; mirad que yo estoy con vosotros cada día, hasta el fin de esta edad.

EXPLICACIÓN.

16-20. Los once discípulos (cf. 10,1); falta uno, judas el traidor, representante del Israel histórico que ha pedido la muerte de Jesús. El Israel mesiánico se forma sin integrar al antiguo pueblo como tal. Habían dudado (16), como Pedro (cf. 14,21), el escándalo de la cruz. En su vida mortal, «el Hombre» tenía autoridad «en la tierra» (9,6); ahora (cf. 26,64) su autoridad es la del Padre mismo (18): plena condición divina. Misión universal (19), va a cumplirse la promesa hecha a Abrahán (Gn 17,4s; 22,18). Jerusalén, capital de Israel, queda atrás y no va a ser objeto de nueva misión (10,6; 15,24); Galilea abre el camino hacia los paganos. Primer medio para hacer discípulos: el bautismo, que vincula al Padre, fuente del Espíritu, al Hijo, de quien se recibe, y al Espíritu mismo, que potencia al hombre, completa su ser y lo pone en la línea del "Hombre» (cf. 3,16). Segundo medio, la instrucción o enseñanza sobre la práctica del mensaje. Cuanto os mandé, alusión a los «mandamientos mínimos» (5,19), las bienaventuranzas. Los que enseñan esto han de practicarlo (5,19). Promesa para la misión (20b). Así se cumplirá el contenido de su nombre, ¡Emmanuel!: «Dios con nosotros».

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