viernes, 28 de febrero de 2014

LECTURAS DEL VIERNES 28 DE FEBRERO DEL AÑO 2014.

Primera Lectura. Santiago 5,9-12.

    9Hermanos: nos quejéis unos contra otros, para que no os den sentencia; mirad que el juez está a la puerta.
                  10Hermanos, en el sufrir y en la paciencia tomad por modelo a los profetas que hablaron en nombre del Señor. 11Llamamos dichosos a los que tuvieron aguante. Habéis oído hablar del aguante de Job y ya veis el final que le dio el Señor, porque el Señor es compasivo y misericordioso (Job 42,10-17; Sal 103,8).
                 12Sobre todo, hermanos míos, no juréis, ni por el cielo, ni por la tierra, ni por ninguna otra cosa; vuestro sí sea un sí y vuestro no un no, para no exponeros a un juicio.

Explicación.

Mantener un ambiente de aceptación mutua (9). Ejemplo de paciencia en la adversidad fueron los profetas y, en particular, Job. Aunque no aparece en el AT que muchos profetas acabaran de muerte violenta, era persuasión común en el judaísmo (cf. Mt 23,30) (10-11). Dos alusiones al AT: llamamos dichosos, etc., cf. Dn 12,12; el Señor es compasivo y misericordioso, concepto frecuente, cf., por ej.m, Sal 103,8 (10-11).

                Sinceridad; las palabras del autor recuerdan las de Jesús en Mt 5,33-37 (12).

Salmo. 103;1-4.8-12.

(Eclo 18,8-14)
1Bendice, alma mía, al Señor

y todo mi interior,
a su santo nombre.
2Bendice, alma mía, al Señor
y no olvides sus beneficios.

3ÉI perdona todas tus culpas,
cura todas tus dolencias.
4ÉI rescata tu vida de la fosa
y te corona con su bondad y compasión. 
8«EI Señor es compasivo y clemente,
paciente y misericordioso».
9No está siempre pleiteando
ni guarda rencor perpetuo.
10No nos trata como merecen nuestros pecados
ni nos paga según nuestras culpas.
11Pues como se eleva el cielo sobre la tierra,
así vence su misericordia a sus fieles.
12Como dista el oriente del ocaso,
así aleja de nosotros nuestros delitos.  
Explicación.
103,2 "Beneficios": un uso de "retribución" benéfica raro, compartido sólo con 2 Cr 32,25 y dos proverbios impersonales.
103,3-6 Los seis participios son enumerativos. Podemos agrupar tres: perdona el pecado, causa, cura la enfermedad, consecuencia, salva de la muerte, castigo o destino. Los otros tres introducen la terna "compasión, misericordia, bondad" y la bina "justicia y derecho" a favor de los "oprimidos".
103,3 El "perdonador": el verbo hebreo es raro en el salterio: 25,11, el adjetivo en 86,5, el sustantivo en 130,4. "Médico": Ex 15, 26 y otros.
103,4 "Rescatador" título y acción frecuentes en ls 40-55: significa recobrar una propiedad o una libertad: rescate extremo, del poder de la Muerte. "Coronador": puede significar ceñir una corona o turbante y también, rodear protegiendo. Aquí encaja mejor el segundo significado. 
103,9-10 Empieza el comentario con cuatro oraciones negativas, que no niegan los verbos, sino los adverbios. Acusa y pleitea, pero no perpetuamente; paga y castiga, pero no como merecemos. A la queja de Lam 5,20, a la pregunta de Sal 77,8 responde: "no para siempre"; el doble castigo de Is 40,1 lo corrige: "no como merecemos". La medida del castigo no es el delito, porque su justicia está temperada y superada por la misericordia.
103,11-13 Las tres comparaciones ya comentadas. 
Trasposición cristiana.

 Este salmo anticipa la revelación por Jesús de la paternidad de Dios, tema central del evangelio de Juan, Puestos a escoger, recordemos el padrenuestro, la oración en la cruz (Lc 23,34), la parábola del hijo pródigo, la revelación de Mt 11,25-27; Lc 10,21 s. 
Evangelio. Marcos 10,1-12.
(Mt 19,1-12)

10 1De allí se marchó al territorio de Judea al otro lado del Jordán, y otra vez multitudes de gente se le fueron reuniendo por el camino. Según su costumbre, también esta vez se puso a enseñarles.
2Se acercaron unos fariseos y, con intención de tentarlo, le preguntaron si está permitido al marido repudiar a su mujer. 3Él les replicó:
-¿Qué os mandó Moisés?
"Contestaron:
-Moisés permitió repudiarla, dándole un acta de divorcio.
5Jesús les dijo:
-Por lo obstinados que sois os dejó escrito Moisés ese mandamiento. 6Pero, desde el principio de la humanidad Dios los hizo varón y hembra; por eso el hombre dejará a su padre y a su madre y serán los dos un solo ser; de modo que ya no son dos, sino un solo ser. "Luego lo que Dios ha unido, que no lo separe un hombre.
10En la casa, los discípulos le preguntaron a su vez sobre lo mismo. 11 El les dijo:
-El que repudia a su mujer y se casa con otra, comete adulterio contra la primera; 12y si ella repudia a su marido y se casa con otro, comete adulterio.

EXPLICACIÓN.

1-12. Centro de la sección: La obstinación, pecado fariseo y del pueblo. Continúa el viaje hacia Jerusalén. Jesús enseña a las multitudes judías (cf. 1,22; 2,13; 4,1; 6,34) (1). Los fariseos, en papel de Satanás (tentarlo, cf. 1,13; 8,11.33). Ahora se trata del dominio del hombre sobre la mujer, que refleja, en la esfera doméstica, la opresión ejercida por la clase dirigente (2). Cediendo a la obstinación del pueblo, Moisés fue infiel al designio creador. El pecado de los fariseos es el mismo del pueblo, pues Moisés no escribió para ellos, sino para éste (3-5). El ideal del matrimonio, basado en la creación: un amor superior al de los padres lleva a constituir un solo ser, es decir, realiza una identificación que excluye el dominio. (En v. 7, excelentes mss. omiten «se unirá a su mujer-.) (6-8). No valen leyes humanas que destruyan esa igualdad (9). En la casa/comunidad, nueva incomprensión de los discípulos (cf. 7,17; 9,28): no entienden la paridad del hombre y de la mujer. (10). Igualdad de ambos sexos (11-12).

jueves, 27 de febrero de 2014

LECTURAS DEL JUEVES 27 DE FEBRERO DEL AÑO 2014.

Primera Lectura. Santiago 5,1-6.

1Vamos ahora con los ricos: llorad a gritos por las desgracias que se os vienen encima. 2Vuestra riqueza se ha podrido, vuestros trajes se han apolillado, 3vuestro oro y vuestra plata se han oxidado, su roña será testigo en contra vuestra y se comerá vuestras carnes como fuego; atesorasteis... para los últimos días. 4Mirad, el jornad de los braceros que segaron vuestros campos, defraudado por vosotros, está clamando, y los gritos de los segadores han llegado a los oídos del Señor de los ejércitos. 5Con lujo vivisteis en la tierra y os disteis la gran vida, cebando vuestros apetitos... para el día de la matanza. 6Condenasteis y asesinasteis al inocente: ¿no se os va a enfrentar Dios?

EXPLICACIÓN.


1-5.          Ejemplo de injusticia: el rico explotador. La riqueza es precaria y pasajera (cf. Mt 6,19s). La injusticia contra el obrero indefenso, condenada insistentemente por el AT, reclama castigo. Los últimos días -los de la matanza- ya han llegado. En el v.6, el sujeto Dios se deduce del texto citado en 4,6. En este pasaje, el autor habla más en todo de profeta que de moralista.

Salmo. 49,14-20.

14Este es el camino de los confiados,
el destino de los hombres satisfechos:
15los disponen como ovejas para el Abismo,
la Muerte los pastorea
y bajan derechos a la tumba.
Su figura se desvanece
y el Abismo es su mansión.
16pero Dios rescata mi vida,
me arranca de la mano del Abismo.
17No temas si uno se enriquece
y aumenta el fasto de su casa:
18que al morir no se llevará nada,
su fasto no bajará tras él.
19Aunque en vida se felicitaba:
«Ponderan lo bien que lo pasas»,
20irá a reunirse con sus antepasados
que jamás ven la luz.
Explicación.

49,14 El texto hebreo es dudoso. A la letra sería: "los que tienen confianza... los que con su boca se complacen ... " Alternativa: "de los necios ... de los que aprueban sus dichos ... "
49,15 También es dudoso el texto hebreo de este verso importante. Mantengo el texto consonántico, salvo la metátesis de bqren qbr. Entre las versiones antiguas de la tercera frase selecciono ésta: "y los rectos los someterán de mañana". "Su figura" o modelado: como el perfil de una imagen que se desgasta a la intemperie o con el roce. A través de detalles dudosos entrevemos una imagen sugestiva: el rebaño humano que Muerte pastorea y conduce a honduras abismales; la morada señorial poblada de figuras que se desvanecen.
49,16 Sucede el vuelco. Sheot es un soberano que retiene en su poder, de hecho o por adelantado, a todo hombre: ¿se le podrá arrancar la presa? (cfr. 1 Sm 17,35; Is 49,24). ¿La soltará a cambio de un rescate conspicuo? Sin lucha, sin pagar rescate, soberanamente, Dios "quita" su presa a la Muerte y "rescata mi vida". Las expresiones semejantes del salterio no están planteadas en un contexto radical como el presente: 16,10; 30,4; 86,13; 89,49.
49,17 "No temas": con esa frase puede dirigirse el maestro a cualquier oyente.
49,18 Véase Ecl5,14.
49,19 Leo el primer hemistiquio con valor reflexivo y el segundo como cita textual. El verso expresa la satisfacción vanidosa del rico y la lisonja envidiosa de los demás.
49,20 Eufemismo corriente de morir. El sheot es el lugar de las tinieblas: Job 10,21 s.
Evangelio. Marcos 9,41-50.

41 Además, quien os dé a beber un vaso de agua por razón de que sois del Mesías, no quedará sin recompensa, os lo aseguro.


Aviso contra la ambición (Mt 18,6-9; Lc 17,1-2)

42Pero al que escandalice a uno de estos pequeños que creen en mí, más le valdría que le encajaran en el cuello una piedra de molino y lo arrojasen al mar.
43 Si tu mano te pone en peligro, córtatela; más te vale entrar manco en la vida que no ir con las dos manos al quemadero, al fuego inextinguible. 45y si tu pie te pone en peligro, córtatelo; más te vale entrar cojo en la vida que no con los dos pies ser arrojado al quemadero. 47y si tu ojo te pone en peligro, sácatelo;  más te vale entrar tuerto en el reino de Dios que no ser arrojado con los dos ojos al quemadero, 48donde su gusano no muere y el fuego no se apaga. 49Es decir, cada cual ha de salarse con un fuego.
50 ¡Qué buena es la sal! Pero si la sal se vuelve sosa, (con qué podréis sa1arla? Tened sal entre vosotros y vivid en paz unos con otros.

EXPLICACIÓN.
Si los Doce, en la misión, reflejan la figura de Jesús Mesías, llevarán también ellos la presencia de Jesús y del Padre (recompensa) (cf. 9,37) (41).
c) (9,42-49): La ambición, en cambio, pondría en peligro la adhesión de los seguidores no israelitas (estos pequeños = 9,36s: «el/los chiquillos-); «pequeño» se opone a «más grande» (9,34), e indica al que no tiene ambición de honor o preeminencia. Alternativa entre vida y muerte: en la actividad (43: mano), en la conducta (45: pie), en el deseo (47: ojo),  renunciar a todo lo que signifique ambición y hace ser infiel al mensaje (te pone en peligro). Sólo éste lleva a la vida, lo contrario lleva a. la muerte (42-48). Para tener la sal (principio de incorrupción), es decir, la fidelidad al mensaje, el seguidor de Jesús necesita esa autodisciplina (juego que sala y conserva, opuesto al fuego que destruye, v. (49). Algunos mss. intercalan los vv. 44 y 45, idénticos al v. 48.

50. Colofón: Excelencia de la fidelidad (la sal). Si es meramente exterior, la situación no tiene remedio (cf. 7,6). Exhortación a la unidad. La fidelidad de todos al mensaje conservará la paz en la comunidad (50).

miércoles, 26 de febrero de 2014

LECTURAS DEL MIÉRCOLES 26 DE FEBRERO DEL AÑO 2014.

Primera Lectura. Santiago 4,13-17.

   13Vamos ahora con los que dicen: "Hoy mismo o mañana salimos para tal o cual ciudad, nos pasamos allí un año negociando, y ¡a ganar dinero!". 14Y eso sin tener idea de lo que va a ser de vosotros mañana. Vuestra vida, ¿qué es? Una niebla que se ve un rato y luego se desvanece. 15Lo que deberíais decir es esto: "Si el Señor quiere y nos da vida, haremos esto y lo otro". 16En lugar de eso hacéis gala de vuestras bravatas, y toda jactancia de ese estilo es mala. 17En resumen, el que sabe cómo portarse bien y no lo hace, está en pecado.

EXPLICACIÓN.

13-17.       Ejemplo del espíritu del mundo: hablar y planear como si Dios no existiera, con afán inmoderado de dinero. La frase si el Señor quiere no era frecuente entre los judíos, pero lo era (ésta u otras similares) entre los paganos. El autor espera que los creyentes aprendan de ellos esta lección (cf. 1,1: la emigración).

Salmo. 49,2-3.6-11.

2Oíd esto, pueblos todos,

escuchadlo, habitantes del orbe;
3tanto plebeyos como nobles,
juntos ricos y pobres: 
6¿Por qué he de temer los días aciagos
cuando criminales me cercan para derribarme
7que confían en sus riquezas
y se jactan de sus inmensas fortunas,
8si ninguno puede librarse
ni pagar a Dios su rescate?
9Es tan caro el precio de la vida,
que nunca les bastará
10para vivir perpetuamente
sin tener que ver la fosa.
11Mira, los doctores mueren
lo mismo que perecen ignorantes y necios,
y legan sus riquezas a extraños. 
Explicación.
49,3 Los grupos se reparten en clases sociales. ¿Se olvida después del pobre? -Quizá esté interpelado en el tú (17).  
49,6-12 La primera sección reparte la reflexión entre los ricos satisfechos y malvados y los maestros: donde falla la correspondencia se insinúa algo notable. Los maestros van acompañados de los necios, igualados en la muerte; los ricos no van acompañados de los pobres. Los maestros no son presentados como satisfechos y agresivos.
49,6 La agresividad solapada de los potentados seguros de sí provoca este comienzo sobre el miedo: compárese con Is 51,12.
49,7 La base de su confianza define la conducta y el destino de un hombre: Jr 17,5- 7; Sal 52,9; 62,11; Prov 11,28.
49,8 Sobre el rescate con dinero o permuta hay una legislación en Israel: Ex 13,13.15-16 de primogénitos y de hombres; Nm 18,15 de hombres y animales impuros; Ex 21,30 de un reo de muerte; compárese con Prov 13,8 sobre ricos y pobres.
49,9a La vida humana vale más que todas las riquezas: cfr. Mt 16,26 par.
49,9b-10 No es cuestión de comprar unos años más de vida, sino de asegurarse la inmortalidad. Sueño irreprimible de la humanidad.
49,11 Los maestros son una lección para los ricos más con su destino que con sus enseñanzas. El argumento puede resultar a fortiori, si se supone que el saber vale más que las riquezas y que no conduce a la injusticia. Apurará la doctrina el Eclesiastés: 2,15; 9,2. 
Trasposición cristiana. Partiendo del tema del rescate, leemos seguidos Mt 16,26s y 20,28; 1 Cor 1,30. Entre muchos textos sobre la esperanza de resurrección, Rom 8,11. 21. 23 Porque el primer liberado del poder de la muerte es Jesucristo: Hch 2,27. La imagen de Muerte como pastor conduce por contraste al “pastor que da la vida por las ovejas”, Jn 10,11 en el contexto.  

Evangelio. Marcos 9,38-40.

Exclusivismo de los Doce (Lc 9,49-50)

38Juan le dijo:
-Maestro, hemos visto a uno que echaba demonios en tu nombre y hemos intentado impedírselo, porque no nos seguía.
39Pero Jesús le replicó:
-No se lo impidáis, pues nadie que actúa con fuerza como si fuera yo mismo puede al momento renegar de mí.
40  O sea, que quien no está contra nosotros está a favor nuestro. 41 Además, quien os dé a beber un vaso de agua por razón de que sois del Mesías, no quedará sin recompensa, os lo aseguro. 


Explicación.

Juan, el autoritario (3,17: «el Trueno»), habla en nombre del grupo, que comparte su actitud (hemos intentado). No toleran que ejerzan la misión quienes no aceptan las categorías del judaísmo (no nos seguía) (38). Como «el chiquillo", también el individuo anónimo representa a los seguidores no israelitas, pero ahora en la actividad, que, fundada sobre el verdadero seguimiento, es liberadora como la de Jesús (d. 3,14-15; 6,7), mientras los discípulos, por su falta de seguimiento, fracasan (9,18.28). Jesús reprueba el intento. Quien libera como si fuera él tiene una adhesión estable a su persona y es un aliado (39-40).

martes, 25 de febrero de 2014

LECTURAS DEL MARTES 25 DE FEBRERO DEL AÑO 2014.

Primera Lectura. Santiago 4,1-10.

1¿De dónde esas guerras y de dónde esas luchas entre vosotros? ¿No será precisamente de esos apetitos agresivos que lleváis en el cuerpo? 2Deseáis y no obtenéis, sentís envidia y despecho y no conseguís nada; 3lucháis y os hacéis la guerra, y no obtenéis, porque no pedís; o si pedís, no recibís, porque pedís mal, para satisfacer vuestros apetitos.
                   4Idólatras, ¿no sabéis que la amistad con el mundo es hostilidad contra Dios? Por tanto, quien decide ser amigo del mundo se hace enemigo de Dios.
                   5¿No os parece que por algo dice aquel texto de la Escritura: "Desea con envidia el espíritu que él metió en nosotros, pero la gracia que concede es mayor"? 6Por eso dice: "Dios se enfrenta con los arrogantes, pero concede gracia a los humildes" (Prov 3,34 LXX).
                   7Por consiguiente, someteos a Dios; resistid al diablo y os huirá. 8Acercaos a Dios y él se os acercará: lavaos las manos, pecadores; purificaos el corazón, indecisos. ¡Empezad el lamento, el duelo y el llanto! 9¡Conviértase vuestra risa en duelo y vuestra alegría en consternación! 10Humillaos ante el Señor y él os levantará.

EXPLICACIÓN.

1-10.         Era un lugar común de la filosofía del tiempo que los conflictos y luchas tienen su origen en la agresividad de los apetitos corporales. Es inútil la oración que procede de motivaciones inaceptables. El ansia de satisfacer los propios apetitos corrompe incluso la oración (1-3).

                  Infieles, lit. "adúlteras", según la tradicional imagen profética para la idolatría. Los que se acomodan a los valores de la sociedad injusta reniegan de Dios (cf. Mt 6,24) (4).

                  Otra explicación del origen de los conflictos: el espíritu del hombre, aunque dado por Dios, se corrompe; sin embargo, en el creyente hay un nuevo factor, la gracia o favor divino, capaz de vencer la mala inclinación; de ahí la cita de PRov 3,34 (LXX) (5-6) y, por asociación de palabras, la exhortación a la sumisión a Dios. Hay que tomar partido por Dios en contra del mundo (7).

                 Describe la conversión en términos litúrgicos tomados del AT: acercarse a Dios, purificarse de las malas acciones y de la falta de compromiso (8), tiempo de luto penitencial (9), para postrarse finalmente ante Dios, que levantar, perdonando al que se arrepiente (10).

Salmo. 55,7-11.23

7Pienso: ¡Quién me diera alas de paloma
para volar y posarme!

8Entonces huiría muy lejos,
me hospedaría en el desierto;
9 aprisa me pondría a salvo
de la tormenta y el huracán.
10iConfunde, Señor,
divide sus lenguas!

Pues veo en la ciudad violencia y discordia:
11día y noche hacen la ronda de las murallas,
en su recinto crimen e injusticia, 

23-Encomienda a Dios tus afanes,
que él te sustentará;

nunca permitirá que el justo caiga.  


Explicación.

55,7-8 El miedo incita a la fuga o paraliza. Aquí asistimos a una síntesis peculiar de inacción física y fuga imaginaria. El miedo esta vez moviliza la imaginación. Encerrado en una ciudad presidiada, la única escapatoria es por el aire. El vuelo de la fantasía es coherente; la paloma vuela, busca morada, revuela alejándose, se posa: véase Sal 11,1. Tensión de urbe y desierto, acogimiento y desolación, cuyos valores se invierten.

55,9-10a El hebreo vocaliza como imperativos, con recuerdo de la confusión de Babel. Si vocalizamos como sustantivos, el resultado es: "aprisa me pondría a salvo de la tormenta, del huracán que devora, Señor, del torrente de sus lenguas". En la zona del aire la paloma se siente perseguida por el huracán que traga todo en su torbellino; y cuando iba a posarse, se ve amenazada por una riada.

55,10b-12 Nos asomamos con el poeta a observar la ciudad anónima. Si suponemos que es Jerusalén, se agrava la oposición de la discordia en la Ciudad de Paz. El recurso poético consiste en personificar siete calamidades y repartirlas por la ciudad como una fuerza hostil de ocupación. En las "murallas", signo de protección ciudadana, "hacen la ronda", garantía de seguridad, día y noche, Violencia y Discordia. Por el "interior" circulan, o se han adueñado de él Crimen, Injusticia y Calamidad; de "calles y plazas" no se apartan Crueldad y Engaño. 

55,23 De repente se escucha una voz que interrumpe el discurso. Voz litúrgica, de un funcionario del templo pronunciando un oráculo. O voz interna, de Dios, que se hace escuchar sin trabas.  

Trasposición cristiana.

Pronunciado el salmo por Cristo en la pasión, emergen algunas correspondencias: la alianza de poderes en la ciudad (Hch 4,27), la traición de Judas (Mt 26,23; Jn 13,26s), la angustia en Getsemaní (Mc 14,33; Jn 13,21). En las huellas del Maestro pronuncia el salmo el cristiano perseguido.  

Evangelio. Marcos 9,30-37.

(Mt 17,22-23; Lc 9,43b-45)
30Se marcharon de allí y fueron atravesando Galilea; no quería que nadie se enterase, 31porque iba enseñando a sus discípulos. Les decía:
-Al Hombre lo van a entregar en manos de ciertos hombres, y lo matarán; pero, después que lo maten, a los tres días resucitará.
32pero ellos no entendían aquel dicho y les daba miedo preguntarle.
33ªy llegaron a Cafarnaún.

Los Doce y «el chiquillo»: Los dos grupos de seguidores (Mt 18,1-5; Lc 9,46-48)

33bCuando llegó a la casa, les preguntó:
-¿De qué hablabais por el camino?  
34Ellos guardaron silencio, pues en el camino habían discutido entre ellos quién era el más grande. 35Jesús se sentó, llamó a los Doce y les dijo:
-Si uno quiere ser primero, ha de ser último de todos y servidor de todos.
36Y cogiendo a un criadito, lo puso en medio de ellos, lo abrazó y les dijo:
37 -El que acoge a un chiquillo de éstos como si fuera a mí mismo, me acoge a mí; y el que me acoge a mí, no es a mí a quien acoge, sino al que me ha enviado. 
Explicación.
Introducción (9,30-33a): Viaje hasta Cafarnaún. Ante la incomprensión de los discípulos, Jesús reitera la enseñanza (cf. 8,31) sobre el destino del Hombre (él y sus seguidores). Insistencia sobre la muerte (lo matarán, pero después que lo maten), para hacer resaltar la resurrección, la continuidad de la vida (30-31). Los discípulos, refractarios a la enseñanza (32).

 (9,33b-37): En Cafarnaún, en la casa/hogar (gr. oikia), figura de la comunidad (2,15: los dos grupos de seguidores: discípulos/israelitas y «pecadores»}. Pregunta comprometedora (33). Ambición de preeminencia, según el criterio del judaísmo, en contraste con la enseñanza anterior (34). El silencio muestra su obcecación (cf. 3,5). Llamó, porque no «están con él», sino distanciados; los Doce, los discípulos en cuanto constituyen el Israel mesiánico; Jesús va a recordarles lo que significa «estar con él" (3,14). Primero, el que está más cerca de Jesús en el seguimiento (la verdadera preeminencia). Se explicita la primera condición (8,34): ser último de todos y servidor de todos equivale a «renegar de sí mismo», renunciando a toda ambición (35). El criadito (lit. «el chiquillo» o pequeño servidor, cf. Mt 18,2), al mismo tiempo el último de todos y el servidor de todos; cogiendo, Jesús no lo llama, porque «está con él»: es figura de los seguidores no israelitas (no incluidos en los Doce/los discípulos) (3,32.34; 4,10; 5,24b; 7,14; 8,34; 9,25); en medio, como modelo; lo abrazó, amor e identificación (3,35: «hermano mío y hermana y madre») (36). En la misión, llevan la presencia de Jesús y del Padre (37). Me muestra las tendencias y tensiones existentes en su época. 

lunes, 24 de febrero de 2014

LECTURAS DEL LUNES 24 DE FEBRERO DEL AÑO 2014.

Primera Lectura. Santiago 3,13-18.

13A ver, ¿quién de vosotros es sabio y docto? Pues demuestre con su buena conducta que obra como sabio, sin violencia. 14Pero si inferiormente os amarga el despecho y sois partidistas, dejad de presumir y engañar a costa de la verdad. 15No es ése el saber que baja de lo alto; ése es terrestre, irracional, maléfico; 16y donde hay despecho y partidismo hay turbulencia y toda clase de malas faneas. 17En cambio, el saber que baja de lo alto es, ante todo, límpido y luego apacible, comprensivo y abierto, rebosa buen corazón y buenos frutos, no hace discriminaciones ni es fingido. 18Y la cosecha de honradez, coon paz la van sembrando los que trabajan por la paz.

EXPLICACIÓN.

Para ser maestro no basta la ciencia, el saber se muestra en la conducta (13). El falso saber, que se queda en teoría y no modela el comportamiento, lleva a la soberbia y a la rivalidad (14-16). El verdadero saber es pacífico, se traduce en las obras y es sincero; su fruto es la paz (17-18).

Salmo. 19,8-10.15.

8 La ley del Señor es perfecta:
devuelve el respiro;
el precepto del Señor es fiable:
instruye al ignorante;
9 los mandatos del Señor son rectos:
alegran el corazón;
la norma del Señor es límpida:
da luz a los ojos;
10 el respeto del Señor es puro:
dura para siempre;
los mandamientos del Señor son genuinos;
justos sin excepción;

15 Que te agraden las palabras de mi boca,
acepta mi meditación,
¡Señor, Roca mía, Redentor mío!


Explicación.

19,8-11 Tercera sección. Sin transición ni introducción entre un tema nuevo. Entra la ley abriendo paso a seis sentencias de una regularidad exasperante, como materializando en lenguaje el orden que intenta establecer. Sólo sies: falta una para la perfección.
Los predicados son en gran parte corpóreos: respiración, corazón, ojos; es límpida y pura, es estable y ofrece apoyo. Es razonable, no teme dar razones y así educa al inexperto sin dejarlo en su ignorancia. Es lúcida, no exige obediencia ciega, sino que ilumina los ojos. Da alegría interna, no es carga insoportable.
El último verso propone dos coparaciones: oro, símbolo y medida de valor; miel, manjar el más sabroso (Prov 16,24). El autor piensa en el contenido más que en la formalidad de la ley.

19,15 Ya absuelto y con la integridad recobrada, el orante puede pronunciar su plegaria uniéndose al himno de la creación y respondiendo al atractivo de la ley. Su oración pondrá de acuerdo boca con mente y será aceptada por Dios: cfr. Ex 28,38; Lv 1,3.
Concluye con dos títulos: una metáfora de la naturaleza, otra de la legislación.

TRANSPOSICIÓN CRISTIANA.

Rom 10,18 aplica el v.4 a la predicación del evangelio. El cristiano contempla la creación restaurada en Cristo. Los antiguos explotaron el símbolo del sol como esposo; su salida del tálamo de María en el nacimiento, su carrera "desde el Padre hasta el Padre"; su calor es el Espíritu. La reflexión sobre ley y gracia anticipa la enseñanza de Pablo. 

Evangelio. Marcos 9,14-29.

El niño epiléptico (Mt 17,14-20; Lc 9,37-43a)  

14Al llegar él adonde estaban los discípulos vio en torno a ellos una gran multitud} a unos letrados que discutían con ellos. 15 Al ver a Jesús, toda la multitud quedo desconcertada; pero,  en seguida,  echando a correr, se pusieron a saludarlo. 16Él les preguntó:
-¿De qué discutís con ellos?
17Uno de la multitud le contestó:
-Maestro, te he traído a mi hijo, que tiene un espíritu que lo deja mudo. 18 Cada vez: que lo agarra, lo tira por tierra, echa espumarajos, rechina los dientes y se queda tieso. He pedido a tus discípulos que lo echen, pero no han tenido fuerza.
19Reaccionó Jesús diciéndoles:
-¡Generación sin fe! ¿Hasta cuándo tendré que estar con vosotros?, ¿hasta cuándo tendré que soportaros? Traédmelo.
20Se lo llevaron y, en cuanto lo vio el espíritu, empezó a retorcer al chiquillo; cayó por tierra y rodaba echando espumarajos. 21Jesús le preguntó al padre:
-¿Cuánto tiempo hace que le pasa esto?
Respondió:
-Desde pequeño; 22y muchas veces lo ha tirado al fuego y al agua para acabar con él. Si algo puedes, conmuévete y ayúdanos.
23Jesús le replicó:
-¡Ese «si puedes»! Todo es posible para el que tiene fe.
24Inmediatamente el padre del chiquillo gritó:
-¡Fe tengo, ayúdame en lo que me falta!
25 Al ver Jesús que una multitud acudía corriendo, intimó al espíritu inmundo:
-¡Espíritu mudo y sordo, yo te lo ordeno: sal de él y no vuelvas a entrar en él!
26Entre gritos y violentas convulsiones salió. El chiquillo se quedó como un cadáver, de modo que la multitud decía que había muerto. 27Pero Jesús, cogiéndolo de la mano, lo levantó y se puso en pie.
28Cuando entró en casa sus discípulos le preguntaron aparte:
-¿Por qué no hemos podido echarlo nosotros?
29Él les replicó:
-Esta ralea no puede salir con nada, más que pidiéndolo.

EXPLICACIÓN.

(9,14-29): La mención de los letrados señala la temática común a esta escena y a la anterior (9,11): la llegada del Mesías preparada por Ellas. Los letrados acosan a los discípulos (14). La situación de la multitud está representada por dos figuras: el chiquillo epiléptico (desesperación causada por la doctrina de los letrados, que promete una salvación milagrosa en un futuro incierto, renunciando a todo esfuerzo por remediar la injusticia) y el padre (esperanza en Jesús). Los discípulos, que no comprenden el mesianismo de Jesús (8,30.32s; 9,10s), son incapaces de responder a los letrados y de ofrecer alternativa al pueblo (17-18). Generación infiel: Ia del Mesías, que incluye a los discípulos (8,12.38) (19). El pueblo oprimido se rebela violentamente (espíritu inmundo); mal antiguo  en Israel (21: desde pequeño). Esa doctrina lo lleva a conatos de violencia que lo destruyen: el fuego, en relación con Elías (1,30s; 9,4), el agua con Moisés (9,4, éxodo violento). Oración vacilante del padre (si algo puedes) y respuesta de Jesús (22-23). Nueva oración: confía en Jesús, pero  reconoce  su propia ambigüedad (24). Se acerca la multitud los seguidores no israelitas. Liberación del chiquillo/pueblo (25-26) que equivale a la resurrección de un muerto (5,41); coger de la mano: levantar, cf. 1,31, 5,41 s (27). Pregunta de los discípulos en privado  en casa de Israel mesiánico (3,20; 7,17); aparte, incomprensión (cf. 4,34;6,32; 7,33; 9,2).  Fracaso en su actividad (cf. 6,7) (28). La respuesta  de  Jesús Implica que también ellos están poseídos por ese espíritu (reformismo violento), necesitan pedirle a él que los libere de su infidelidad; cf. 10,47,48) (29).

domingo, 23 de febrero de 2014

LECTURAS DEL DOMINGO 23 DE FEBRERO DEL AÑO 2014.

Primera Lectura. Levítico 19;1-2.17-18.

1El Señor habló a Moisés:
2-Di a toda la comunidad de los israelitas:
"[a] Sed santos, porque yo, el Señr, vuestro Dios, soy santo.
17>>No guardarás odio a tu hermano. Reprenderás abiertamente a tu conciudadano y no cargarás con pecado por su causa.
18>>No serás vengativo ni guardarás rencor a tus conciudadanos. Amarás a tu prójimo como a ti mismo. Yo soy el Señor.

Explicación.

19,17 "Reprender" puede tener sentido forense o de buenas relaciones, como en Prov 27,5s; 28,23. Es dudoso els entido de la última cláusula: ¿quién carga con pecado?, ¿quién no reprende o el no reprendido? Puede leerse como comentario abierto Eclo 19,13-17.

19,18  Sobre la venganza: PRov 20,22; Eclo 27,30-28,7; Mt 5,39s; Rom 12,17. "Como a ti mismo" es una frase ancha, abierta. Puede significar que no se trata de puro sentimiento y menos sentimentalismo; parece inculcar el respeto al otro, tan persona como uno mismo; inculca la solidaridad radical que ve en el otro algo proio, como en Is 58,7 "no cerrate a tu propia carne".

19,18 Eclo 28,1-7; Mt 19,19; Rom 12,19. 

Salmo. 103,1-4.8.10.12-13.

(Eclo 18,8-14)
1Bendice, alma mía, al Señor

y todo mi interior,
a su santo nombre.
2Bendice, alma mía, al Señor
y no olvides sus beneficios.

3ÉI perdona todas tus culpas,
cura todas tus dolencias.
4ÉI rescata tu vida de la fosa
y te corona con su bondad y compasión. 
8«EI Señor es compasivo y clemente,
paciente y misericordioso».  
10No nos trata como merecen nuestros pecados
ni nos paga según nuestras culpas. 
12Como dista el oriente del ocaso,
así aleja de nosotros nuestros delitos.
13Como un padre se enternece con sus hijos,
así se enternece el Señor con sus fieles. 
Explicación.
103,2 "Beneficios": un uso de "retribución" benéfica raro, compartido sólo con 2 Cr 32,25 y dos proverbios impersonales.
103,3-6 Los seis participios son enumerativos. Podemos agrupar tres: perdona el pecado, causa, cura la enfermedad, consecuencia, salva de la muerte, castigo o destino. Los otros tres introducen la terna "compasión, misericordia, bondad" y la bina "justicia y derecho" a favor de los "oprimidos".
103,3 El "perdonador": el verbo hebreo es raro en el salterio: 25,11, el adjetivo en 86,5, el sustantivo en 130,4. "Médico": Ex 15, 26 y otros.
103,4 "Rescatador" título y acción frecuentes en ls 40-55: significa recobrar una propiedad o una libertad: rescate extremo, del poder de la Muerte. "Coronador": puede significar ceñir una corona o turbante y también, rodear protegiendo. Aquí encaja mejor el segundo significado. 
103,9-10 Empieza el comentario con cuatro oraciones negativas, que no niegan los verbos, sino los adverbios. Acusa y pleitea, pero no perpetuamente; paga y castiga, pero no como merecemos. A la queja de Lam 5,20, a la pregunta de Sal 77,8 responde: "no para siempre"; el doble castigo de Is 40,1 lo corrige: "no como merecemos". La medida del castigo no es el delito, porque su justicia está temperada y superada por la misericordia.  
103,11-13 Las tres comparaciones ya comentadas.
Trasposición cristiana.
 Este salmo anticipa la revelación por Jesús de la paternidad de Dios, tema central del evangelio de Juan, Puestos a escoger, recordemos el padrenuestro, la oración en la cruz (Lc 23,34), la parábola del hijo pródigo, la revelación de Mt 11,25-27; Lc 10,21 s.   
Segunda Lectura.  1 Corintios 3,16-23.

16¿Habéis olvidado que sois templo de Dios y que el Espíritu de Dios habita en vosotros? 17Si uno destruye el templo de Dios, Dios lo destruirá a él, porque el templo de Dios es santo y ese templo sois vosotros.
          18Nadie se engañe: el que se las da de listo entre vosotros al modo de este mundo, vuélvase necio para ser listo de veras. 19Porque el saber del mundo es necedad a los ojos de Dios, como dice la Escritura:

             Él coge a los litos en su propia astucia (Job 5,13).

          20y en otro sitio:

            El Señor conoce los fútiles que son
            las argucias de los listos (Sal 93,11).

          21Total, que nadie ponga su orgullo en hombres, porque todo es vuestro: 22Pablo, Apolo, Pedro, el mundo, la vida, la muerte, lo presente y lo por venir, todo es vuestro; 23pero vosotros sois de Cristo y Cristo de Dios.

EXPLICACIÓN.

Continúa la metáfora de la construcción. Era lugar común llamar a la comunidad templo "espiritual"; el que crea división destruye ese templo y él mismo se destruye. Pablo usa el lenguaje del AT, donde el efecto en el individuo del mal que comete se atribuye a castigo divino (16-17).

            Hay que renunciar a una habilidad que conduce a la intriga y a la división: volverse necio significa adoptar los valores de la cruz, que es locura o necedad para el mundo: entregarse a los demás, como Jesús. Ahí está el verdadero saber (18). Apoyo en textos del AT (19-20).

           Resumen: El cristiano no se define por su adhesión a hombres (21). En la comunidad no hay líderes, sino servidores; por eminentes que sean, los hombres, como todo lo que existe, están al servicio de los individuos, para ayudarles a realizar el proyecto de Dios. Pedro, en la forma aramea "Cefas" (22). La fidelidad del cristiano mira a su Salvador (Cristo/Mesías), como la de Jesús mira al Padre (23).

Evangelio. Mateo 5,38-48.

38 Os han enseñado que se mandó: "Ojo por ojo, diente por diente" (Éx 21,4).
39 Pues os digo: No hagáis frente al que os agravia. Al contrario, si uno te abofetea en la mejilla derecha, vuélvele también la otra;
40 al que quiera ponerte pleito para quitarte la túnica, déjale también la capa;
41 a quien te fuerza a caminar una milla, acompáñalo dos;
42 al que te pide, dale; y al que quiere que le prestes, no le vuelvas la espalda.
               43 Os han enseñado que se mandó: "Amarás a tu prójimo..." (Lv 19,18)  y odiarás a tu enemigo.
44 Pues yo os digo: Amad a vuestros enemigos y rezad por los que os persiguen,
45 para ser hijos de vuestro Padre del cielo, que hace salir su sol sobre malos y buenos y manda la lluvia sobre justos e injustos.
              46 Si queréis a los que os quieren, ¿qué recompensa merecéis? ¿No hacen eso mismo también los recaudadores? 
47 Y si mostráis afecto sólo a vuestra gente, ¿qué hacéis de extraordinario? ¿No hacen eso mismo también los paganos?
48 Por consiguiente, sed buenos del todo, como es bueno vuestro Padre del cielo.

EXPLICACIÓN.

Interrumpir el curso de la violencia por todos los medios, trabajando por la paz (5,9), cediendo del propio derecho. Amarás a tu prójimo (42, Lv 19,18); odiarás a tu enemigo, principio esenio (cf. Sal 139,19-22). (43) Como Dios creador no discrimina, lo mismo sus hijos (44s). No pueden conformarse al uso de la sociedad (46s). Con la frase final (48) Jesús descalifica la "perfección" propuesta por los letrados, basada en la observancia de la Ley. Lo que hace al hombre perfecto (bueno del todo) y semejante al Padre es el amor que no conoce excepciones.

sábado, 22 de febrero de 2014

LECTURAS DEL SÁBADO 22 DE FEBRERO DEL AÑO 2014.

Primera Lectura. 1 Pedro 5,1-4.

1 Me dirijo a los responsables de vuestras comunidades, yo, responsable como ellos, que fui testigo de la pasión del Mesías y experimenté la gloria que va a revelarse: 2cuidad del rebaño de Dios que tenéis a vuestro cargo, mirad por él, no por obligación, sino de buena gana, como Dios quiere; tampoco por sacar dinero, sino con entusiasmo; 3no tiranizando a los que os han confiado, sino haciéndoos modelos del rebaño. 4Así, cuando aparezca el supremo Pastor, recibiréis la corona perenne de la gloria. 

Explicación.

Corrige el autoritarismo y la codicia de ciertos líderes de la comunidad (para los responsables, cf. 1 Tim 5,17). La disponibilidad de los jóvenes respecto a los ancianos, acostumbrada en toda sociedad, es sólo un ejemplo de la humildad que ha de caracterizar el trato de unos con otros dentro de la comunidad

Salmo. 23,1-6.

Ez 34; Jn 10

1 El Señor es mi pastor: nada me falta.
2 En verdes praderas me hace recostar,
me conduce hacia fuentes tranquilas
3 y repara mis fuerzas;
me guía por senderos oportunos
como pide su título.
4 Aunque camine por cañadas oscuras,
nada temo: Tú vas conmigo;
tu vara y tu cayado me sisoigan.

5 Me pones delante una mesa
frente a mis enemigos.
Me unges con perfume la cabeza,
mi cabeza rebosa.
6 Tu bondad y lealtad me escoltan
todos los días de mi vida;
y habitaré en la casa del Señor
por días sin término.

Explicación.


23. Este salmo es uno de los favoritos del salterio: por la tradición de David pastor y por la culminación en la imagen del Buen Pastor. También por su sencillez y riqueza: en dos imágenes o escenas de conjunto comprime un número inesperado de símbolos elementales. Las imágenes son dos: el pastor en 1-4, el anfitrión en 5-6. El verso central, 4b, se une a lo que precede por la imagen, a lo que sigue por la aparición de la segunda persona.

La imagen del pastor está desarrollada con realismo y concreción, por medio de rasgos breves que evocan la escena. Hay que dejarse conducir por la imaginación, sin espiritualizar: el césped verde con una fuente, para tumbarse, reposar y recobrar fuerzas; las roderas del camino, la cañada al oscurecer, la vara que encamina con un toque y el callado que golpea rítmica y sonoramente el suelo. La imagen suelda dos planos de significado en una arista común, desde la cual se dominan ambas vertientes en mirada simultánea. Lo dicho de las ovejas vale del hombre; lo personal se adelanta a primer plano en el "tú vas conmigo".

La imagen libera varios símbolos, arquetípicos o culturales. La imagen del pastoreo se inscribe en las relaciones del hombre con los animales, dominados y domésticos. El verde aplaca los ojos, revela a la tierra materna y acogedora. El agua quita la sed y suscita energía vital. El caminar es experiencia radical. La oscuridad evoca miedos infantiles y temores no aclarados; en ella se siente con más fuerza la presencia amiga. La potencia simbólica de estos rasgos no se agota en la primera lectura.

La imagen del huésped. En la cultura nomádica es fundamental la hospitalidad. Podemos imaginar un fugitivo de su clan que pide asilo. El jeque lo acoge en su tienda, le ofrece protección, comida y bebida, ungüentos aromáticos. Al observar la escena los enemigos perseguidores se detienen en la puerta o cortina: el jeque lo protege. Cuando ha terminado, el jeque le ofrece una escolta que lo acompañe en el camino hasta casa, que es la casa del Señor. Esta parte añade los símbolos de comer y beber.

Las tradiciones del éxodo nos dan una clave para comprender la unidad de las dos imágenes: el Señor guía a su pueblo por el desierto como a un rebaño, buscándole agua y comida y reposo. Cuando llegan a la tierra prometida, el Señor los recibe como anfitrión en su territorio: Éx 15,13; Sal 68,11; 77,21. Dos veces el poeta interrumpe el descanso con el camino, no lo contrario. ¿Toda la vida en camino o una morada final en el templo? El poema termina con una tensión no resuelta, como si una y otra vez se volviera a empezar.

23,1 Es frecuente la imagen de Dios pastor: Sal 78,52; 80,2; Is 40,10s; Jr 23,4.

23,3 El hebreo shem puede significar nombre, título, fama. Aquí encaja mejor lo segundo.

23,4 "Me sosiegan": el verbo es frecuente en Is II: 40,1; 49,13; 51,3.12.19; 52,9.

23,5 El uso de perfumes en los banquetes está atestiguado abundantemente.

23,6 "Bondad y lealtad" personificados como escolta.

TRANSPOSICIÓN CRISTIANA.


Jn 10,1-18 presenta a Jesús como el bueno o auténtico pastor (Ez 34). La primera carta de Pedro sintetiza en la imagen cristología con eclesiología: 2,25; 5,2-4. A partir de esos datos se puede conducir una reflexión sobre símbolos del salmo y sacramentos.

Evangelio. Mateo 16,13-19.

  13 Al llegar a la región de Cesarea de Filipo, Jesús preguntó a sus discípulos:
- ¿Quién dice la gente que es el Hombre?
                14 Contestaron ellos:
- Unos que Juan Bautista, otros que Elías, otros que Jeremías o uno de los profetas.
                15 Él les preguntó:
                - Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?
                16 Simón Pedro tomó la palabra y dijo:
                - Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo.
               17 Jesús le respondió:
               - ¡Dichoso tú, Simón, hijo de Jonás! Porque eso no te lo ha revelado nadie de carne y hueso, sino mi Padre del cielo.
18 Ahora te digo yo: Tú eres Piedra, y sobre esa roca voy a edificar mi comunidad y el poder de la muerte no la derrotará.
19 Te daré las llaves del reino de Dios; así, lo que ates en la tierra quedará atado en el cielo, y lo que desates en la tierra quedará desatado en el cielo.


Explicación.

Fuera del territorio judío y de la concepción del Mesías nacionalista. El Hombre es el portador del Espíritu de Dios (3,16s), pero la gente lo asimila a personajes del AT. No descubren su novedad (14). Simón Pedro se hace espontáneamente el portavoz del grupo (16); sus palabras son una perfecta profesión de fe cristiana: el Mesías Hijo de Dios, en lugar del Mesías hijo de David de la expectación general; vivo, el que posee la vida y la comunica; también el Hijo es dador de via y vencedor de la muerte. Bienaventuranza (17). Es el Padre quien comunica el conocimiento de su Hijo. Pedro es uno de la gente sencilla (11,25-27). Esta revelación no es, por tanto, un privilegio suyo, está ofrecida a todos, pero sólo los "sencillos" están en disposición de recibirla. Respuesta de Jesús (18) a la profesión de fe (16: Tú eres; 18: Tú eres). Piedra/Pedro y roca no son equivalentes: la piedra puede lanzarse (2 Mac 1,16; 4,41); la roca es inamovible. En 7,24s, se trataba de la vida del creyente; en este pasaje, de la vida de la comunidad mesiánica. La primera se concebía como una casa, la segunda, como una ciudad (Iglesia, cf. 5,14; 27,53), es decir, como una sociedad humana. En el primer caso, la roca era la conducta según el mensaje de las bienaventuranzas; en el segundo, es la fe/adhesión a Jesús Mesías Hijo de Dios. El que la profese, es "piedra", entra en la construcción de la nueva ciudad. Se presenta el reino de la muerte (18b) como una ciudad enemiga; sus puertas (el lugar más fortificado) representa su poder. Victoria sobre la muerte. Dos imágenes paralelas describen ciertas funciones de los creyentes; representados por Pedro, admiten o rechazan en la nueva comunidad (el reino de Dios) (cf. Is 22,22). Desatar, perdonar los pecados de los que con fe en Jesús (cf. 9,8) se incorporarn a la comunidad, cancelar un pasado permitiendo comenzar una vida nueva; atar, imputar el pecado, excluir de la comunidad (cf. 18,15-18).

viernes, 21 de febrero de 2014

LECTURAS DEL VIERNES 21 DE FEBRERO DEL AÑO 2014.

Primera Lectura. Santiago 2,14-24.26

  14Hermanos míos, ¿de qué le sirve a uno decir que tiene fe si no tiene obras? ¿Es que esa fe podrá salvarlo? 15Supongamos que un hermano o una hermana no tiene qué ponerse y andan faltos de alimento diario, 16y que uno de vosotros le dice: "Andad con Dios, calentaos y buen provecho", pero sin darle lo necesario para el cuerpo; ¿de qué sirve eso? 17Pues lo mismo la fe: si no tiene obras, ella sola es un cadáver.
                  18Y si alguno dijera que tú tienes fe y yo tengo obras, muéstrame esa fe tuya sin obras, que yo te mostraré la fe con mis obras. 19Tú crees que hay un solo Dios; muy bien hecho, pero eso lo creen también los demonios y los hace temblar. 20¿Quieres enterarte, estúpido, de que la fe sin obras es inútil? 21A nuestro padre Abrahán, ¿no se le rehabilitó por las obras, por ofrecer a su hijo Isaac sobre el altar? 22Fíjate en que la fe colaboraba con sus obras y que con las obras se realizó la fe; 23así llegó a cumplirse lo que dice aquel pasaje de la Escritura: "Abrahán se fió de Dios y eso le valió la rehabilitación", y se le llamó "amigo de Dios" (Gn 15,6).
                 24Ya ves que un hombre está rehabilitado por las obras, no por la fe sola. 26O sea, lo mismo que un cuerpo que no respira es un cadáver, también la fe sin obras es un cadáver.

EXPLICACIÓN.

14-26.       El autor sigue la doctrina judía de la necesidad de las buenas obras como elemento esencial de la fe y la aplica a la fe cristiana. Pablo funda la necesidad de las buenas obras en la solidaridad de los miembros dentro del mismo cuerpo del Mesías (1 Cor 12); Juan, en la experiencia del amor de Dios, que exige como respuesta el amor a los demás (Jn 1,16; 13,33).

                El autor propone un ejemplo de palabras vacías y de falta de misericordia (cf. 1 Jn 3,17) (14-17). En el estilo de la diatriba, introduce un objetor ficticio (si alguno dijera). La fe misma no se realiza plenamente mientras no se traduce en obras; sólo entonces es un hecho la rehabilitación por la fe; en otras palabras, sólo la conducta muestra la autenticidad de la experiencia interior. Aduce ejemplos del pasado: Abrahán, el padre del pueblo, mostró su fe al ofrecer a su hijo (Gn 22,9-12) y esa fe le obtuvo el favor de Dios (Gn 15,6; cf. Heb 11); amigo de Dios, cf. Is 41,8; Rajab, cf. Heb 11,31 (18-25). Una fe de pura interioridad, sin compromiso, está muerta (26).

Salmo. 112,1-6.

1Aleluya. Dichoso el que respeta al Señor
y es entusiasta de sus mandatos.
2Su linaje será poderoso en la tierra,
la descendencia de los rectos será bendita.
3En su casa habrá riquezas y abundancia,
su justicia se afirma siempre.
4En las tinieblas amanece para los rectos
el Piadoso y Clemente y Justo.
5Dichoso el hombre que se apiada y presta
y administra rectamente sus asuntos:
6porque no vacilará jamás
y será perpetuo el recuerdo del honrado. 

Explicación.

112 El esquema normal de la bienaventuranza es: "dichoso el que C - porque será / tendrá X" , o sea, conducta y consecuencias: véanse Job 5,17s; Prov 8,34; Sal 41,2. El mismo esquema rige la malaventuranza final. Domina la idea de la compasión y generosidad; se podría sintetizar así: "dichoso el que es compasivo, porque Dios es compasivo". Los bienes que promete son selectivos.
112,1 a Recoge en parte 111,10a, como programa de vida.
112,1 b Y en paralelo riguroso, el cumplimiento de los mandamientos: véase Eclo 2,9.15.
112,2ab "Poderoso": a la luz de Gn 27,29; Jr 9,2. La "descendencia" como grupo definido: círculo, corporación.
112,3a Atribuyen estos bienes a la Sensatez: Prov 3,16; 8,18.21; 22,4.
112,3b Pienso que "justicia" pertenece a la conducta. Si lo tomamos en sentido restringido tardío, significa "limosna": Eclo 3,14.30; 29,12. En sentido lato dice que la honradez es un valor permanente: cfr. Sab 1,15.
112,4a "Amanece" una mañana liberadora. Tema y palabras se pronuncian a favor del hombre generoso en ls 58,10.
112,4b ¿Quién es el sujeto? Pienso que Dios: según la predicación litúrgica tradicional, Sal 111 ,4b; también "justo" es predicado frecuente de Dios. Ésa es la luz que amanece.
112,5a Eso sí, de la compasión divina aprende el hombre a compadecerse y prestar, aun a fondo perdido: Dt 15,1-11; Prov 11,24.
112,5b "Asunto": otros traducen "mantiene su palabra".
112,6ab "No vacilará" es corriente en el salterio; también Prov 10,30; 12,3. El "recuerdo": Prov 10,7.
Trasposición cristiana.
 En su billete para promover la colecta a favor de los cristianos necesitados de Jerusalén, Pablo cita los versos 9ab: léase 2 Cor 9,6-10. Para la imitación de Dios: Mt 5,48.


Evangelio. Marcos 8,34-9,1.

Condiciones para el seguimiento (Mt 16,24-28; Lc 9,23-27)  

34Convocando a la multitud con sus discípulos, les dijo:
-Si uno quiere venirse conmigo, que reniegue de sí mismo, que cargue con su cruz y entonces me siga; 35 porque el que quiera poner a salvo su vida, la perderá; en cambio, el que pierda su vida por causa mía y de la buena noticia la pondrá a salvo. 36Y ¿de qué le sirve a un hombre ganar el mundo entero a precio de su vida. 37Y ¿qué podrá pagar para recobrarla? 38 Además, si uno se  avergüenza de mí y de mis palabras ante esta generación idólatra y descreída, también el Hombre se avergonzara de él cuando llegue con la gloria de su Padre entre los ángeles santos.
9 1Y añadió:
-Os aseguro que algunos de los aquí presentes no morirán sin haber visto llegar el reinado de Dios con fuerza. 
Explicación.
 (8,34-9,1): Los dos grupos de seguidores (los discípulos, israelitas; la multitud, no israelita, cf. 3,32; 5,24b; 7,14.33). Condiciones para el seguimiento, es decir, para la construcción de la sociedad nueva: renunciar a toda ambición y rivalidad (renegar de sí mismo; cf. 9,35.42-50) Y aceptar hasta lo último, como Jesús, la hostilidad de la sociedad injusta (cargar con su cruz) (34). El destino del Hombre (31) es propio de todos los que aspiran a la plenitud humana (34). La opción es razonable: el egoísmo insolidario acaba en la muerte; la entrega por la difusión del mensaje hace superar la muerte (35). El «ser» contra la vanidad del «tener» y el «poder»; fracaso irreversible (36-37). Advertencia sobre todo para los discípulos: no ceder a la presión de la sociedad en que viven (esta generación, cf. 8,12; Dt 32,5), que, por su exclusivismo nacionalista, es infiel a Dios (38). El reinado de Dios conocerá un impulso extraordinario dentro de aquella generación, debido a la entrada de los paganos en el Reino después de la destrucción de Jerusalén (13,28-32;14,62); con fuerza de vida (cf. 5,30; 12,24; 13,26; 14;62) (9,1).

jueves, 20 de febrero de 2014

LECTURAS DEL JUEVES 20 DE FEBRERO DEL AÑO 2014.

Primera Lectura. Santiago 2,1-9.

    1Hermanos míos, no confundáis la fidelidad a nuestro Señor Jesús, Mesías glorioso, con ciertos favoritismos. 2Supongamos que en vuestra reunión entra un personaje con sortijas de oro y traje flamante y entra también un pobretón con traje mugriento. 3Si atendéis al del traje flamante y le decís: "Tú siéntate aquí cómodo", y decís al pobretón: "Tú, quédate de pie o siéntate aquí en el suelo junto a mi estrado", 4¿no habéis hecho discriminaciones entre vosotros? y ¿no os convertís en jueces de raciocinios inicuos?
                  5Escuchad, queridos hermanos, ¿no fue Dios quien escogió a los que son pobres a los ojos del mundo para que fueran ricos de fe y herederos del Reino que él prometió a los que lo aman? 6Vosotros, en cambio, habéis afrentado al pobre.
                  ¿No son los ricos los que os oprimen y ellos los que os arrastran a los tribunales? 7¿No son ellos los que ultrajan el nombre ilustre que os impusieron? 8Que, a pesar de eso, cumpláis la ley del Reino enunciada en la Escritura: "Amarás a tu prójimo como a ti mismo" (Lv 19,18), está muy bien. 9Pero mostrar favoritismo sería cometer un pecado y esa ley os acusaría como a trasngresores.

Explicación.

El favoritismo por los ricos indica la adhesión a una falsa escala de valores (cf. 1,9s). Esta conducta se desentiende de la preferencia de Dios por los pobres e ignora la opresión que ejercen los ricos, quienes, apoyados en su prestigio social utilizan la ley para favorecer sus propios intereses y en contra de los débiles (1-6).

               El nombre ilustre que os impusieron es el de cristianos; parece que muchos ricos miraban con malos ojos al cristianismo como tal y buscaban denigrar el nombre cristiano. La generalización que hace el autor (los ricos) señala la solidaridad de clase que existe entre los pudientes. Se les puede admitir en la comunidad, pero no aceptar en ella la diferencia de clase ni el privilegio a que están acostumbrados (7).

              El favoritismo es un pecado contra el mandamiento del amor (Lv 19,18). La Ley del Reino, o "ley soberana". Contra la tradición de los intérpretes judíos, que daba igual peso a todos los mandamientos, la comunidad del autor había escogido del AT este único mandamiento, el del amor al prójimo, constituyéndolo en principio universal de moralidad que dispensaba de los demás mandamientos de la Ley (8-9).
 


Salmo. 34,2-7.

2 Bendigo al Señor en todo momento,
su alabanza está siempre en mi boca.
3 Yo me glorío del Señor:
que lo escuchen los humildes y se alegren.
4 Engrandeced conmigo al Señor,
ensalcemos junto su nombre.

5 Consulté al Señor y me respondió
librándome de todas mis ansias.
6 Contempladlo y quedaréis radiantes,
vuestro rostro no se sonrojará.
7 Este pobre clamó y el Señor le escuchó,
lo salvó de todos sus peligros.


Explicación.

34,2 "En todo momento": varias veces insiste el orante en la totalidad: 5.7.18.20.21.

34,3 El hombre no debe gloriarse de méritos propios; su orgullo es el Señor su Dios: Jr 9,22s. Lo cual es otra forma de alabanza. Si los marginados pueden alegrarse de la experiencia del orante, es que él no es ajeno a la categoría.

34,4 "Engrandecer" es reconocer la grandeza, como enaltecer es reconocer la sublimidad. Dos dimensiones humanas o cósmicas se proyectan hacia Dios.

34,5 Consulta del hombre y oráculo de respuesta son práctica religiosa común: véase p.ej: el caso de Raquel en Gn 25. La respuesta divina serena, tranquiliza.

34,6 Éste es el verso más importante del salmo. Leo imperativo con versiones antiguas. "Radiante" como Is 60,5; "sonrojarse" o quedar sombrío, como Is 24,23; Jr 15,9 o Miq 3,7. Con vocabulario diverso, creo que la invitación apunta a tres momentos de la vida de Moisés: en la vocación (Éx 3,6), en los encuentros personales con el Señor (Éx 33,8 y 34,29-33), cuando volvía radiante. El privilegio de Moisés se ofrece hoy a cualquiera: quien "contemple" a Dios, en el templo o en la oración, saldrá "radiante", no estará "sombrío" por el fracaso. Se podría tomar este verso como lema de la oración contemplativa.

34,7 Simple secuencia personalizada: clamar - escuchar - salvar.

Evangelio. Marcos 8,27-33.

(Mt 16,13-20; Lc 9,18-21)

27Salió Jesús con sus discípulos para las aldeas de Cesarea de Filipo. En el camino les hizo esta pregunta:
-¿Quién dice la gente que soy yo?

28Ellos le contestaron:

-Juan Bautista; otros, Elías; otros, en cambio, uno de los profetas.

29Entonces él les preguntó:

-Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?
Intervino Pedro y le dijo:

-Tú eres el Mesías,

30Pero él les conminó a que no lo dijeran a nadie.
(Mt 16,21-23; Lc 8,22)

31Empezó a enseñarles que el Hombre tenía que padecer mucho, ser rechazado por los senadores, los sumos ,sacerdotes y los letrados, sufrir la muerte y, a los tres días, resucitar.
32y exponía el mensaje abiertamente. Entonces Pedro lo tomó consigo y empezó a increparlo. 33Él se volvió y, de cara a sus discípulos, increpó a Pedro diciéndole:
-¡Quítate de mi vista, Satanás!, porque tu Idea no es la de Dios, sino la humana. 
EXPLICACIÓN.
27-30. Puente entre el primero y el segundo período. En territorio pagano. Comienza el tema del camino (9,33s; 10,32.52; 11,8; cf 1,2) que lleva a Jerusalén (10,32.33; 11,11) Y se responde a la cuestión de la identidad de Jesús (4,41; 6,14-16). Las dos preguntas de Jesús corresponden a los dos momentos de la curación del ciego (8,24.27: «los hombres-): la gente (los hombres) no ve en Jesús ruptura con la tradición (Juan, Elías, profeta) (27-28; d. 6,14-16). A la segunda pregunta, Pedro, por propia iniciativa, se hace representante del grupo (cf. 1,36). Su declaración no es aceptada por Jesús: el Mesías, determinado, se identifica con el de la expectación popular nacionalista (29-30): les conminó, como a los espíritus inmundos (1,25; 3,12) o al viento/espíritu (4,39). 

Introducción (8,31-33): Enseñar, dar una información que se aplica a la vida de los discípulos (seguidores israelitas). En lugar del concepto judío de «Mesías», el universal de  el Hombre (2,10; 2,28), el portador del Espíritu de Dios (1,10), que, por ello, posee la plenitud humana; por extensión, los que siguen su camino. «El Hombre», intolerable para los poderes de la sociedad judía (sumos sacerdotes, senadores, letrados, las tres categorías que componían el Gran Consejo o Sanedrín); tenía que padecer, etc.: reacción inevitable de la sociedad injusta al mensaje de Jesús. Desenlace de su actividad: la muerte no pone fin a la vida. Tres días, breve lapso de tiempo (Os 6,2) (31). Les exponía el mensaje, como antes a la multitud, pero sin parábolas (cf. 2,2; 4,33; cf. 4,26-29: la entrega). 
 

Resistencia de Pedro: increpa (<<conmina», como a un espíritu inmundo, cf. 8,30) a Jesús como a un enemigo del plan de Dios; muestra su falso concepto del Mesías (8,29): se opone a que Jesús tenga que morir, quiere un Mesías poderoso y triunfador (32). Jesús, de cara a sus discípulos, que profesaban la misma idea (8,30: «les conminó») increpa/conmina a Pedro: lo identifica con Satanás, el tentador, el enemigo del hombre y de Dios (1,13); la idea humana/de los hombres, de la tradición farisea y rabínica (7,8), la de los que «no ven ni oyen» (8,24.27), opuesta a la de Dios. Se oponen dos mesianismos: el del Mesías...Hijo de Dios (1,1; 14,61s), que se entrega por la humanidad (1,9-11), y el del Mesías hijo/sucesor de David (10,47.48; 12,35-37), victorioso y restaurador de Israel. Tentación de poder (1,13.24.34; 3,11; 8,11) (33).