PRIMERA LECTURA. Eclesiástico 44,1.10-15.
de la serie de nuestros antepasados:
Explicación.
44,1 El término "de bien" es el clásico hsd: hombres que han recibido de Dios la bondad o misericordia, y la ejercitan con los demás. Lo cual significa ya una selección en la mente del autor: bienhechores. Además los considera en su categoría de "antepasados", con fuerte expresión de continuidad y pertenencia: casi tradición biológica.
44,10-15 Repite la fórmula del verso primero. La continuidad de las generaciones y la del recuerdo forman la tradición de Israel. El recuerdo hace presentes y actuales los antepasados, como los descendientes hacen presente una estirpe. El recuerdo está ligado a la caridad, según la convicción del autor, Eclo 40,17; Sal 112: es la práctica de la "misericordia" que encabeza el fragmento. Pero el hombre no sobrevive, sólo perdura su fama: compárese con Eclo 39,9-11.
SALMO. 24,1-6.
Sal 15; Is 33,14-16.
1 Del Señor es la tierra y cuanto la llena,
el orbe con sus habitantes,
2 pues él la fundó sobre las mares,
sobre las corrientes la afianzó.
3 -¿Quién puede subir al monte del Señor?,
¿´quién podrá estar en el reino sacro?
4 -El de manos inocentes y puro corazón,
el que no acude a los ídolos
ni jura en falso.
5 Ése recibirá del Señor la bendición
y la justicia de Dios su Salvador.
6 -Ése es el grupo que lo busca;
que viene a visitarte, Dios de Jacob.
Explicación.
24. Se suele considerar este salmo como liturgia de entrada en el templo, y hace compañía al 15. Se reconstruye o conjetura una acción litúrgica en la que encajan los datos del salmo: introducción hímnica, doble diálogo, presentación del grupo, entrada del Señor.
El acto litúrgico se imagina a la luz de textos narrativos: 2 Sm 6,13-15; Éx 40,21.34; 43,4. Divergen los autores al asignarle la ocasión litúrgica: en la fundación o conmemoración del traslado del arca (2 Sm 6): canto de victoria; fiesta de la renovación de la alianza; fiesta de la entronización de Ywhw. Es decir, el salmo se presta a varias lecturas, a varios empleos.
La composición es muy regular e invita a observar correspondencias y distinciones. De un escenario univeral (1-2) se salta a la concentración extrema en el templo: cfr. 1 Re 8,27. Se corresponden: tierra / habitantes = templo / visitantes. Al templo llegan al parecer juntos, un grupo de fieles (3-6) y el Señor Glorioso (7-10). Para los fieles pregunta, para Ywhw imperativos; los fieles con condiciones, Ywhw sin condiciones; identificados los fieles en su búsqueda diligente, Ywhw en su nombre y título.
24,1-2 Toma la imagen de fundadores y constructores de ciudades (Gn 4,17; Jos 6,26; 1 Re 16,34), y la atribuye a Dios, fundador de la tierra: Sal 78,69; 89,12; 102,26; Job 38,4-7. Los hombres asientan sobre roca o terreno firme; Dios cimienta la tierra sobre el movedizo e inestable océano. Por debajo de los continentes discurren corrientes que afloran en los manantiales.
24,2 Job 38,4-7.
24,3 El "recinto" o lugar santo supone previa elección y consagración: frecuente en Deuteronomio.
24,4-6 Juntan cualidades éticas con buscar a Dios, sin definir exactamente la relación.
24,4 Manos y corazón son un merismo que incluye toda clase de acciones, pensamientos y deseos. Siguen dos preceptos del decálogo. "Acudir": la expresión hebrea parece significar una tendencia intensa hacia algo: cfr. Dt 24,25; Prov 19,18.
24,5 Aunque mencione al patriarca Jacob creo que se refiere a las bendiciones condicionadas de la alianza. La "justicia" es la que consiste en la observancia, según Dt 6,25.
24,6 No se trata de una procesión formalista, realmente vienen buscando a Dios, en el templo.
TRANSPOSICIÓN CRISTIANA.1 Cor 10,26, cita el primer verso del salmo para justificar la libertad cristiana. La tradición antigua y la liturgia aplican el salmo a la ascensión de Jesucristo; algunos autories componen con la fantasía una escena celeste, con diálogo de ángeles. El cortejo se identifica con la comunidad cristiana.
EVANGELIO. Marcos 10,17-21.
La historia
44
1Voy a hacer el elogio de los hombres de bien, de la serie de nuestros antepasados:
10No así los hombres de bien:
su esperanza no se acabó,
su esperanza no se acabó,
11 sus bienes perduran en su descendencia,
su heredad pasa de hijos a nietos.
12Sus hijos siguen fieles a la alianza,
su heredad pasa de hijos a nietos.
12Sus hijos siguen fieles a la alianza,
y también sus nietos, gracias a ellos.
13Su recuerdo dura por siempre,
13Su recuerdo dura por siempre,
su caridad no se olvidará.
14SepuItados sus cuerpos en paz,
14SepuItados sus cuerpos en paz,
vive su fama por generaciones;
15el pueblo cuenta su sabiduría,
la asamblea pregona su alabanza. Explicación.
44,1 El término "de bien" es el clásico hsd: hombres que han recibido de Dios la bondad o misericordia, y la ejercitan con los demás. Lo cual significa ya una selección en la mente del autor: bienhechores. Además los considera en su categoría de "antepasados", con fuerte expresión de continuidad y pertenencia: casi tradición biológica.
44,10-15 Repite la fórmula del verso primero. La continuidad de las generaciones y la del recuerdo forman la tradición de Israel. El recuerdo hace presentes y actuales los antepasados, como los descendientes hacen presente una estirpe. El recuerdo está ligado a la caridad, según la convicción del autor, Eclo 40,17; Sal 112: es la práctica de la "misericordia" que encabeza el fragmento. Pero el hombre no sobrevive, sólo perdura su fama: compárese con Eclo 39,9-11.
SALMO. 24,1-6.
Sal 15; Is 33,14-16.
1 Del Señor es la tierra y cuanto la llena,
el orbe con sus habitantes,
2 pues él la fundó sobre las mares,
sobre las corrientes la afianzó.
3 -¿Quién puede subir al monte del Señor?,
¿´quién podrá estar en el reino sacro?
4 -El de manos inocentes y puro corazón,
el que no acude a los ídolos
ni jura en falso.
5 Ése recibirá del Señor la bendición
y la justicia de Dios su Salvador.
6 -Ése es el grupo que lo busca;
que viene a visitarte, Dios de Jacob.
Explicación.
24. Se suele considerar este salmo como liturgia de entrada en el templo, y hace compañía al 15. Se reconstruye o conjetura una acción litúrgica en la que encajan los datos del salmo: introducción hímnica, doble diálogo, presentación del grupo, entrada del Señor.
El acto litúrgico se imagina a la luz de textos narrativos: 2 Sm 6,13-15; Éx 40,21.34; 43,4. Divergen los autores al asignarle la ocasión litúrgica: en la fundación o conmemoración del traslado del arca (2 Sm 6): canto de victoria; fiesta de la renovación de la alianza; fiesta de la entronización de Ywhw. Es decir, el salmo se presta a varias lecturas, a varios empleos.
La composición es muy regular e invita a observar correspondencias y distinciones. De un escenario univeral (1-2) se salta a la concentración extrema en el templo: cfr. 1 Re 8,27. Se corresponden: tierra / habitantes = templo / visitantes. Al templo llegan al parecer juntos, un grupo de fieles (3-6) y el Señor Glorioso (7-10). Para los fieles pregunta, para Ywhw imperativos; los fieles con condiciones, Ywhw sin condiciones; identificados los fieles en su búsqueda diligente, Ywhw en su nombre y título.
24,1-2 Toma la imagen de fundadores y constructores de ciudades (Gn 4,17; Jos 6,26; 1 Re 16,34), y la atribuye a Dios, fundador de la tierra: Sal 78,69; 89,12; 102,26; Job 38,4-7. Los hombres asientan sobre roca o terreno firme; Dios cimienta la tierra sobre el movedizo e inestable océano. Por debajo de los continentes discurren corrientes que afloran en los manantiales.
24,2 Job 38,4-7.
24,3 El "recinto" o lugar santo supone previa elección y consagración: frecuente en Deuteronomio.
24,4-6 Juntan cualidades éticas con buscar a Dios, sin definir exactamente la relación.
24,4 Manos y corazón son un merismo que incluye toda clase de acciones, pensamientos y deseos. Siguen dos preceptos del decálogo. "Acudir": la expresión hebrea parece significar una tendencia intensa hacia algo: cfr. Dt 24,25; Prov 19,18.
24,5 Aunque mencione al patriarca Jacob creo que se refiere a las bendiciones condicionadas de la alianza. La "justicia" es la que consiste en la observancia, según Dt 6,25.
24,6 No se trata de una procesión formalista, realmente vienen buscando a Dios, en el templo.
TRANSPOSICIÓN CRISTIANA.1 Cor 10,26, cita el primer verso del salmo para justificar la libertad cristiana. La tradición antigua y la liturgia aplican el salmo a la ascensión de Jesucristo; algunos autories componen con la fantasía una escena celeste, con diálogo de ángeles. El cortejo se identifica con la comunidad cristiana.
EVANGELIO. Marcos 10,17-21.
El hombre rico (Mt 19,16-22; Lc 18,18-23)
17Mientras salía de camino se le acercó uno corriendo y, arrodillándose ante él, le preguntó:
-Maestro insigne, ¿qué tengo que hacer para heredar vida definitiva?
18Jesús le contestó:
-¿Por qué me llamas insigne? Insigne como Dios, ninguno. 19Ya sabes los mandamientos: no mates, no cometas adulterio, no robes, no des falso testimonio, no defraudes, sustenta a tu padre y a tu madre.
20ÉI le declaró:
-Maestro, todo eso lo he cumplido desde joven:
21Jesús se le quedó mirando y le mostró su amor diciéndole:
21Jesús se le quedó mirando y le mostró su amor diciéndole:
-Una
cosa te falta: ve a vender todo lo que tienes y dáselo a los pobres,
que tendrás en Dios tu riqueza; y anda, ven y sígueme.
Explicación.
(10,17-21):
La riqueza, obstáculo para seguir a Jesús. Un hombre angustiado busca
solución para el problema crucial: superar la muerte. Reconoce en Jesús
un saber superior (Maestro insigne) (17). En este asunto, los
judíos han tenido al mejor de los maestros, Dios (18). Condición mínima
para obtener vida definitiva: no ser personalmente injusto. De los diez
mandamientos, Jesús omite los tres primeros, cita solamente los éticos,
los que se refieren al prójimo. Mc añade no defraudes, no privar a
otro de lo que se le debe. Invierte el orden (el cuarto, al final): la
obligación para con la familia no exime de la obligación para con la
humanidad (19). Fidelidad de aquel hombre (20). Le demostró su amor invitándolo a incorporarse al grupo de discípulos; una cosa te falta: acoger
el reinado de Dios como un chiquillo (10,15), abandonando la riqueza
(8,34: «reniegue de sí mismo») para hacerse último y servidor de todos
(9,35). Aunque personalmente no es injusto, está implicado, por su
riqueza, en la injusticia de la sociedad. Para construir el reino de
Dios (la sociedad nueva) no basta ser justo personalmente, hay que
eliminar la base de la injusticia, la desigualdad y la dependencia
creadas por la acumulación de riqueza. Dar a los pobres, sin esperanza de recuperarlo; tendrás en Dios tu riqueza (lit.
«tendrás un tesoro en el cielo») se refiere a 1 O, 14: «tienen a Dios
por rey»: rennunciando a la seguridad del capital se obtiene la que
procura el cuidado de Dios por los suyos.
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